Floppy Tesouro y Rodrigo Fernández Prieto se separaron hace un mes luego de atravesar por varias crisis de pareja. La relación pasó por todas las etapas: primero fueron amigos y luego le dieron lugar al amor y se pusieron de novios. Se casaron en noviembre de 2017 y fruto de esta relación tuvieron a Moorea, la pequeña que hoy tiene cuatro años.
En las últimas horas, al regreso de sus vacaciones, Tesouro se refirió al fin de la relación y a los motivos que los llevaron a este desenlace. “Separada, obviamente, es un proceso difícil, de muchos meses. Con una hija de por medio, así que fui muy cautelosa. Me llamé bastante a silencio”, comenzó contándole a Ángel de Brito en LAM.
A continuación, expresó que pese a que ya pasó un tiempo del distanciamiento, su hija aún no está al tanto de la situación. Prefiere llevar esta etapa con calma, y buscar el momento adecuado para comunicárselo. Entiende que es muy chiquita y que la noticia, si no se da como corresponde, podría generarle un dolor extremo.
En el programa quisieron saber de la nena, cómo se encuentra, y detalló: “Moorea está muy bien. Tiene cuatro años. Estoy esperando a que Rodri vuelva de las vacaciones para comunicárselo juntos”, confirmó haciendo referencia a que el empresario se encuentra en Panamá con un grupo de amigos.
Para finalizar, habló del vínculo con el padre de su hija y cómo está hoy, con el distanciamiento consumado. “Tenemos muy buen vínculo. La verdad es que tenemos un muy buen vínculo, muchos años, mucha confianza. Hablamos civilizadamente. Pero no deja de ser una situación difícil que hay que afrontar, porque yo soy muy Susanita y cuando uno se casa es para toda la vida”.
