Se sabe que Federico Amador es un todoterreno que, con el objetivo de mantener vivo su vínculo con los hijos, vive entre Buenos Aires y Rosario. Pero sin dudas, lo más sorprendente es un pasatiempo que tiene en sus tiempos libres con su compromiso con las especies en peligro.
El actor se rió cuando Rodrigo Lussich le preguntó si era “kinesiólgo de tortugas” y se explayó para hablar de su pasión con los animales. “Cuando hice estos documentales, recorrimos el país. Y ahí me enteré de la necesidad de lugares para alojar reptiles. El reptil, la serpiente, es un animal muy castigado”, relató.
“Hay una cantidad de mascotismo de tortugas, que hoy es ilegal, pero hace 30 años no, todos conocíamos a alguien que tenía una tortuga. Hoy hay más tortugas en casas de familia que en silvestría, imaginate el problema. Por eso hicimos este lugar, para el rescate de reptiles. Y nos llegan tortugas”, agregó.
Y detalló: “La tortuga necesita una alimentación determinada, una temperatura determinada, complementos. Y la gente la compraba y la tenía en la casa, en el patio, y le daba lechuga. Pero come lechuga junto con un montón de cosas”.
El actor, que pronto debutará con “ATAV 2”, recomendó a los que tienen tortuga en la casa, “darle dieta variada, y no compren tortugas terrestres. El que la tiene, tiene que interiorizarse, cómo mantener ese animal. Ya no se puede volver a silvestría, no lo hagan, porque puede contagiar un montón de bacterias a las tortugas que están en su estado natural y las termina matando”.
“Como a veces no pueden ni caminar por la mala alimentación, entonces nosotros les hacemos ejercicios para que tengan fuerza de vuelta”, completó. Y Adrián Pallares le dijo: “Sos kinesiólogo de tortugas entonces”.