Fede Bal habló por primera vez de su grave accidente en Brasil a través de su programa radial en 107.5 Radio Visión. El conductor comenzó contando cómo vivió en carne propia el momento en el que el paramotor al que se había subido para realizar una transmisión inédita comenzó a tener desperfectos técnicos debido al mal clima y terminó volcando.
“No levanta, no levanta y viene un viento cruzado de la nada, agarra un pozo al mismo tiempo. La combinación fue de un viento fuerte en contra, de un pozo y se da completamente vuelta el motor. Empiezo a rodar y a volcar, fueron como unos 8 metros de rodar, volcar y no saber dónde estaba parado”, dijo desesperado por la situación vivida.
Y continuó, “De repente estaba con el cinturón de seguridad todo contra el piso, me levantan como pueden y me veo el brazo. Me partí el antebrazo en tres partes”.
Pero el joven muy por el contrario a asustarse por lo sucedido recordó que lo más difícil que tuvo que atravesar en su vida relacionado a la salud fue el cáncer y se permitió una fuerte reflexión: “Es como lo que siempre digo, después de tener cáncer en el recto, en el intestino, después de tener cosas que no ves es como que ahí está el verdadero miedo, de lo que es el cáncer, todo eso. Cuando tenes una enfermedad que podes superar como la que superé, este tipo de cosas… ¡son huesos!”.
El joven también habló del trato médico que recibió en Brasil y luego al ser trasladado de urgencia a la Argentina, “Mi brazo cuando me lo ví… la verdad nunca ví algo así, está como torcido, todo roto para todos lados. Cuando llego al hospital me llevan en silla de ruedas y el loco con la adrenalina viene tan fuerte que me tira al piso y me rompo la cara. Me golpeé la nariz, me quebré la nariz. Me cosieron, me enyesaron y me dejaron 10 o 12 horas en un pasillo y la gestión de Daniel Scioli, empezó a generar todo el traslado”.
Y explicando su situación médica actual cerró, “Tengo la cara rota, todo un pómulo roto, la nariz explotada y ayer me hicieron la intervención pero no pudieron operarme porque cuando abrieron el brazo estaba lleno de alambres, tierra, pasto. Si se llegaba a romper el paramotor me cortaba la cabeza porque tiene un motor muy fuerte y pesado. Así que estoy vivo de casualidad”.
