Fabián Doman y María Laura de Lillo se conocieron en 2017. A medida que la relación fue avanzando, se fue afianzando. Tal es así, que dos años más tardes, en 2019, la pareja decidió dar un nuevo paso y pasar por el Registro Civil para darle un marco legal a la historia de amor y a la convivencia.
Sin embargo, en el último periodo la situación cambió. En agosto del año pasado se distanciaron, en medio de la pandemia. A fin de año se reencontraron y decidieron darse una nueva oportunidad para intentar reconstruir aquello que en algún momento los enamoró. Se enfocaron en eso y buscaron la manera de ir por ese camino.
El regreso no se dio como se esperaba. Algunos resquemores de los que tienen que ver con la convivencia, con el día a día, volvieron a hacerse presente y una vez más las diferencias. Ante esto, a cinco meses de la reconciliación, dieron por terminada la relación y esta vez parece ser definitiva.
En cuanto a la decisión, parece ser que tiene que ver con lo laboral. Fabián le dedica mucho tiempo al trabajo entre la radio y la televisión y prácticamente no le queda lugar para su vida privada. Durante los días de semana, a la noche llega muy tarde de Intratables, necesita dormir, y la mañana arranca temprano a producir Doman 910 (Radio La Red).
Por otro lado, en los tiempos libres, Domán necesita estar con sus hijos, y María Laura con su hija Dana, en ambos casos de relaciones anteriores. En consecuencia, esto llevó a que den un paso al costado como pareja. Sin embargo, según contó Ángel de Brito, habría quedado una grata relación como amigos, ya que lo único que los separó fue la falta de tiempo.
El periodista remarcó que entre su colega y de Lillo no hubo reclamos y pase de facturas. Todo lo contrario. El problema no es el sentimiento, sino la falta de lugar para compartir a solas. Ante esto, por el bien de lo que forjaron, decidieron caminar por veredas diferentes.
