En los últimos días, saltó una polémica con el histórico vestido de Marilyn Monroe que Kim Kardashian lució el pasado mayo en la Met Gala, según trascendió la denuncia del experto y coleccionista de objetos de la actriz, había sufrido "daños significativos" y "permanentes".
Sin embargo, en un comunicado de la firma que se lo prestó, la franquicia "Ripley's believe it or not!", aseguró que la modelo estadounidense Kim Kardashian no dañó el histórico vestido de Marilyn Monroe.
Sobre esa línea, Scott Forner, que dice tener la mayor colección privada de archivos y artículos personales de Monroe, compartió en su página web y en redes sociales fotografías comparando el estado del vestido "antes y después" de que Kardashian se lo pusiera para asistir al exclusivo evento que se celebra cada año en Nueva York. Y su veredicto fue que la pieza presentaba daños "permanentes".
"La caminata de Kim Kardashian por las escaleras del Museo Metropolitano en la Met Gala de este año causó un gran revuelo, pero una cosa que 'Ripley's believe it or not!' puede decir con confianza es que no causó daño al famoso vestido de "Feliz cumpleaños" de Marilyn Monroe, de 1962", indicó la firma propietaria del atuendo.
En qué condiciones estaba el vestido
Esta firma dice que no ha sido el primer dueño de este vestido y que lo adquirió en un evento de Julien's Auctions en 2016 por 4,8 millones de dólares.
Desde entonces, "como empresa privada, Ripley's ha exhibido el vestido histórico en varias de sus atracciones en todo el mundo. La compañía comprende los riesgos asociados con esto", ha añadido.
Por su parte, la vicepresidenta de la firma, Amanda Joiner, señaló: "Desde la parte inferior de los escalones del Met (Museo Metropolitano), donde Kim se puso el vestido, hasta la parte de arriba donde fue devuelto, el atuendo estaba en las mismas condiciones en las que comenzó", argumentó quien custodió el vestido el día de la Gala y durante el transporte de Orlando a Nueva York.
El vestido es prácticamente historia de Estados Unidos y de la cultura pop, pues era el que Monroe lució cuando le cantó el "cumpleaños feliz" al entonces presidente estadounidense John F. Kennedy en 1962, apenas unos meses antes del fallecimiento de la actriz.
Para poder enfundarse el atuendo, Kardashian, de 41 años, tuvo que someterse a una dieta con la que dice que perdió unas 16 libras (más de 7 kilos) en tres semanas y apenas tuvo puesto el vestido unos minutos.