Aunque muchos lo hayan olvidado tras la muerte de Ricardo Fort en 2013, la disputa por el cuidado de sus hijos, Martita y Felipe, fue algo que se puso en centro de discusión entre los familiares directos y Gustavo Martínez, el tutor elegido por el padre de los niños.
A tan solo un mes del fallecimiento del empresario Gustavo Martínez decidió como homenaje a su mediática ex pareja realizar distintas sesiones fotográficas para medios nacionales y contar en ellas cómo se encontraban atravesando el dolor junto a los niños.
Esta exposición mediática hizo explotar de ira a Eduardo Fort, hermano mayor de Ricardo y tío de los niños, al igual que a Marisa López, la niñera y persona de mayor confianza de la familia.
"Estoy absolutamente arrepentido de haber expuesto a los mellizos y pido mil disculpas por el error que cometí", dijo en aquel entonces Gustavo Martínez a través de Twitter.
Incluso hizo llegar un comunicado al programa de televisión Infama para que se divulgase lo mal que se sentía por haber realizado esta acción sin consultar al resto de los adultos responsables a cargo de los menores. “Asumo toda la responsabilidad. La idea era que los chicos le hagan un homenaje a su papá pero me equivoqué al haber aceptado. Hablé con Eduardo y le pedí mil disculpas por haber expuesto a los mellizos, pero él no está enojado conmigo”.
Y por último remarcó, “Hago extensivas mis disculpas a Marta, a Eduardo y a Jorge”. Gustavo, junto con Marta y Felipe, habían protagonizado en ese año las tapas de las últimas ediciones de Caras y Paparazzi. Además, los chicos aparecieron solos en la tapa de Semanario. Esta exposición, si bien Ricardo la incentivaba, no había caído bien en el seno de la familia.