Elon Musk es uno de los magnates más poderosos y conocidos en la actualidad. El creador y propietario de Twitter fue noticia esta semana por los cambios que implementó en la red social. La eliminación del "pajarito azul" por una "X" tuvo tanta repercusión que influenció el mundo de las criptomonedas. La favorita del empresario, Dogecoin (DOGE), se disparó desde los anuncios que realizó hace unos días.
La conexión entre la criptomoneda del meme del perrito y Elon Musk tiene larga data. En los últimos días creció un 5% después de que el estadounidense nacido en Sudáfrica anunciara que quiere hacer que Twitter permita pagos. "Pronto diremos adiós a la marca Twitter y, gradualmente, a todos los pájaros”, escribió en su cuenta y estalló Dogecoin.
Las modificaciones en Twitter eran esperables, según los expertos en redes sociales. De hecho, el multimillonario en octubre pasado escribió que “comprar Twitter es un acelerador para crear X, la aplicación para todo”. Aquí entra en juego Shiba Inu, el meme del perrito que es la cara de Dogecoin. En abril sustituyó al pajarito azul temporalmente e impulsó el valor de mercado de la criptomoneda.
En las últimas semanas, Dogecoin perdió atractivo por factores internos y externos. Uno del primer grupo fue la falta de actividad de desarrollo en la red; mientras que otra del segundo tipo fue el auge de otras criptomonedas como PEPE y FLOKI.
Hace algunos meses, la agencia Reuters recordó que Musk tenía una denuncia por "orquestar una estafa piramidal para inflar artificialmente el valor" de Dogecoin y que él pidió que sea desestimada.
La acusación le reclamaba 258 mil millones de dólares por daños y perjuicios con el argumento de que Musk había utilizado su poder e influencia para que el valor de DOGE creciera de forma artificial un 36.000% en dos años y luego se benefició con su desplome.
Los expertos plantean que la cifra de 258 mil millones de dólares triplica la caída del valor de mercado de Dogecoin en los 13 meses previos a la demanda. De hecho, la Fundación Dogecoin, que dice ser una organización sin fines de lucro, también es parte de la demanda y solicitó la misma desestimación.
Los expertos en redes sociales y criptomonedas plantean que el objetivo de Musk siempre fue el mismo: imitar a WeChat, la plataforma social china que permite realizar pagos, chatear en forma real entre los usuarios y compartir contenido social, entre otras funciones.
En abril pasado, Elon se asoció a eToro, una empresa multinacional israelí de social trading e inversión que permitirá a los usuarios invertir en criptomonedas, comprar y vender acciones, entre otros activos financieros.
Mientras Elon Musk hace mucho ruido y modifica la esencia de Twitter, su principal rival, Mark Zuckerberg, se queda en silencio. Hace algunas semanas lanzó Threads, la plataforma con la que Meta busca ocupar el espacio dejado por la ex red social del pajarito debido a que las medidas adoptadas por el CEO de Tesla no son para nada populares por el momento.