Elina Costantini y Eduardo Costantini construyeron su verdadero nidito de amor en Punta del Este tras casarse el 22 de febrero de 2020 en el marco de una mega boda que se celebró en el Hotel Alvear. Y para sellar esta gran historia tomaron la decisión de bautizar a la propiedad como “Nuestro amor”, un nombre con el que conmemoraron el primer aniversario de casados.
El terreno en el que se encuentra emplazada la casa fue adquirido por el empresario en 1994 y la obra estuvo a cargo del arquitecto Diego Félix San Martín que se destacó por su trabajo ya que consiguió grandes vistas de la playa, a la altura de Punta Piedras, gracias a la imponente fachada de cien metros revestida en piedra y con grandes ventanales.
Tal como lo mostró este fin de semana al publicar un video en sus historias de instagram en donde escribió que esa es "oficialmente" su casa:
Hace un tiempo, en una entrevista con Hola, Costantini reveló que los lotes que compra “con piezas de colección y descubrirlos lleva mucho tiempo”. Y, claramente, esta no es la excepción. Queda en evidencia que nada está librado al azar: desde los detalles del estilo de la decoración hasta la orientación en la que se levantaron los cimientos.
“Lo llamé al arquitecto Diego San Martín para hacer los planos, pero como ya antes la había alquilado sabía muy bien las vistas, la puesta del sol, el mar, los vientos, y así la dibujamos. Se construyó sobre un terreno de 120 metros de largo y a 40 metros del mar, protegido por rocas”, recordó.
“Hay que tener una paciencia infinita, porque no es que cada seis meses aparece un ‘terrenazo’. Cuando surge, hay que moverse rápido, ser agresivo y comprar. Soy muy intuitivo y rápido a la hora de tomar decisiones y un terreno de este calibre es como esas masterpieces que, cada tanto, se encuentran en el mercado del arte”, completó.
Darle entidad a una zona prácticamente desolada
Hace largas décadas, Mirtha Legrand fue una de las primeras grandes figuras del espectáculo que invirtió en José Ignacio cuando apenas era una aldea. La decisión de emplazarse en esa zona, un tanto alejada del centro de Punta del Este, le terminó de dar el toque de glamour e invitó a otras celebridades a que la conviertan en propia.
Algo por el estilo ocurrió con Punta Piedras que comenzó a llenarse de emprendimientos de categoría con el correr del tiempo. “Pasando Bikini venía muy poca gente, pero yo me enamoré de Punta Piedras. Así que terminé adquiriendo esta propiedad y me hice una casa nueva, respetando muy bien el espíritu y la esencia del lugar”, contó el dueño del MALBA en esa entrevista.
La impronta de hogar playero
Esta mansión es el lugar en el que la pareja pasa más tiempo durante el año. Edificada a menos de 35 metro del mar, se produce una sinergia única entre el interior y el exterior. Una mega piscina, deck de madera, camastros y un sendero para llegar caminando a la orilla la convierten en única.
A la hora de hablar del interior, fue Elina la que puso su impronta a los espacios y fue redecorando los ambientes en base a las últimas tendencias.
“Parece que llegó una señorita que le puso unas pilas increíbles... Esta es una casa que sufre mucho el invierno, vinimos hace un mes y pico y la vimos muy descuidada. Nos encontramos con muchas cosas para arreglar, y ella le dio un nuevo look a muchos espacios. Cambió tanto el color, similar al de la piedra, como lo estructural y el funcionamiento”, destacó.