Durante la mañana de este jueves 3, Agustina Fontenla falleció luego de contagiarse de coronavirus. Era paciente de riesgo -sufría de una alergia que le afectaba la respiración-, y eso complicó su cuadro. Luego de uno días internada en San Antonio Oeste, de donde era oriunda, fue deriva a una clínica de Viedma, en Río Negro.
Su salud se deterioró tan rápido, que no tuvo la oportunidad de salir adelante. Durante la jornada del miércoles 2 la intubaron, quedó en coma farmacológico, y no pudo salir de esa situación. Tenía 31 años y sus excompañeros de Bake Off lloran su partida. Uno de los más allegados era Damián Basile, que la recuerda con emoción.
“Todavía no puedo salir del asombro. No lo puedo creer, estoy tratando de asimilar la noticia. Hablamos hace menos de un mes, me contaba lo feliz que estaba con su taller y todo lo que estaba logrando que siempre soñó”, recordó Damián en una charla con GENTE. El enfoque está puesto en eso; en sus ganas de perseguir y hacer realidad un sueño.
Agustina era abogada, pero su pasión era la pastelería. Dejó todo para perseguir esa zanahoria, su motivación. Logró trascender, pero también hacer nuevos amigos, de la mano del reality que se emitió por Telefe: “Planeábamos esperar que termine un poco la pandemia para visitarla y volver a compartir todo lo que pasó en el programa”.
Basile y Fontenla compartieron mucho más que el programa. Al no ser de Buenos Aires ninguno de los dos –él de Rosario y ella de Río Negro-lejos de las grabaciones del programa se contenían mutuamente en la gran ciudad. "Desde el primer momento fue una persona súper cálida que te hacía feliz con cada risa y nos enseñaba con cada consejo”
“Compartimos mucho los que éramos del interior porque estábamos en bs as grabando y lejos de casa, siempre salíamos a cenar después de jornadas de grabación de 12 horas o íbamos a su departamento y cocinábamos entre todos. , la recuerda Damián.
