Todos los días a las 8 de la mañana la cita de Sandra Borghi es con el gimnasio. “Es mi momento de dedicarme a mi salud, mi bienestar. Para poder amar hay que estar bien con una misma”, manifiesta sobre el cambio de chip que la llevó a bajar ocho kilos.
“No estaba cómoda con mi cuerpo. Soy petisa y siempre fue un tema en mi vida. Esto implica que para verme bien tengo que mantenerme en estado porque siento que si engordas unos kilos no los podes disimular. Yo no quiero naturalizar esto, pero no me dejaba conforme lo que me devolvía el espejo”, se sincera.
“Es por eso que hace un año decidí llegar a mi peso médico haciendo un tratamiento con un grupo de nutricionistas que me hicieron una guía y seguimiento. No es una dieta, y eso me gustó. Yo vivía a dieta y no bajé un gramo. Con ellos incorporé hábitos saludables como hacer actividad física, algo que ahora no negocio”, explica.
“La gente te cuestiona y te dice por qué haces dieta si estás flaca. Y el estar o no flaca es subjetivo. ‘Estas flaca, ¿Estas enferma?’. Me ponen eso y me vuelvo loca porque mis hijos ven las redes. Yo estoy tranquila porque estoy acompañada por un grupo de profesionales. Verte bien también es un tema de salud mental porque me pone en autoestima alta y me deja entrar a un lugar de mayor seguridad”, dice.
La rutina fit de Sandra Borghi
“No hay magia, no hay dietas milagrosas. El único secreto fue cambiar realmente mi rutina, mi alimentación y hacer deporte”, repite hasta el cansancio al mostrar en sus redes un minuto a minuto de sus actividades diarias.
Toda esta fortaleza física que empezó a construir a lo largo de los últimos tiempos la llevó a ser parte de la experiencia "El aprendizaje de Los Andes” en la que acompañó a 35 pacientes de cáncer a recorrer 50 kilómetros a pie en el Valle de las Lágrimas, hasta el lugar en donde se estrelló el avión de los rugbiers uruguayos. "Fue una experiencia inolvidable", dijo.
Y reveló: “Sentí que tenía que hacerlo por ellos, por todos los que le ponen el cuerpo a una enfermedad tan dura como el cáncer, ellos eran los protagonistas de esta historia. También por los que ya no están, como mi amiga/hermana Titi y tantas personas que no conozco, pero sobre todo por los que desafían a esta enfermedad y saben que le van a gana”.
“Me quedo con la fuerza y el coraje de los 35 pacientes oncológicos que fueron por su cordillera, que pese a todo lo hostil y difícil del trekking le pusieron el cuerpo una vez y lo lograron. Me quedo con el amor de los médicos que los acompañaron y la vocación del doctor Fernando Petracci que fue el artífice de todo esto”, comentó.
“Tal vez a muchos les sirva, no solo por una enfermedad en el cuerpo. Tal vez simplemente por tus propias cordilleras. Nunca bajes los brazos cuando tenés tus objetivos tan claros nada puede fallar”, cerró.
Cómo cumplió Sandra Borghi el gran sueño de tener una gran casa familiar
Los vaivenes económicos hicieron que el sueño de la casa propia se transforme, para muchos, en una utopía.
“Mi marido y yo teníamos dos departamentos chiquitos. Cuando hace 13 años nos fuimos a vivir junto y unimos las dos familias alquilamos uno grande para que entremos todos. Mi departamento yo lo había comprado cuando tenía 30 años con un crédito que terminé de pagar hace dos meses, con cuotas fijas de 1.200 pesos. Una locura. Eso me permitió de joven tener la primera vivienda”, comienza contando.
Y sigue: “El alquiler se mantuvo, pero el año pasado con el delirio del dólar escaló un montón en pesos y me lo quisieron dolarizar a 1.200 dólares por mes. Yo a ese alquiler no lo podía seguir manteniendo por el valor, y tenía el otro departamento ocupado porque lo alquilaba. Entonces, como no teníamos capacidad de sacar un crédito, compramos un departamento juntos con ayuda de familiares y amigos. Todos pusieron plata y recién ahora terminamos de saldar las deudas”.
“Este episodio de ‘me tengo que ir porque no puedo seguir pagando el alquiler’ lo conté en Instagram (tiene 1,2 millones de reproducciones y 49 mil me gusta) y estalló. Era el momento en el que varios famosos decían que no podían cubrir el costo del alquiler. Se viralizó y las marcas me contactaban para ofrecerme sus servicios a cambio de canje por publicidad. Me llovían las oportunidades. Pude rearmar este departamento que se caía a pedazos con eso”, revela con alegría.
“Una firma de griferías, una empresa de electricidad, otra de pinturas y puntualmente se me acercó una seguidora para ofrecerme hacer todo el interiorismo. De esa forma, lo que podría haber tardado cinco años por los costos, terminó siendo una cuestión de meses”, valora.
“A Leti de Selema le debo la vida. Ellos me montaron la casa íntegramente, pusieron mucha dedicación al proyecto y la calidez y el profesionalismo del equipo es para destacar. Este departamento es un sueño. De no poder pagar el alquiler pasamos a tener este hogar hermoso”, manifiesta emocionada.
Fotos: Chris Beliera
Video y edición: Cande Petech y Rama Palais
Maquilló: Silvana Mazzolla @silmazzolla
Peinaron: Luciano Castro (@lucianocastro1) y María Laura Rebora (@laureborhair)
Estilismo: Lucila Romano @lucilaromanook
Agradecemos a @grungebsas, @annarossattiok, @selemamuebles y Soledad Lladó de @floracomunicaciones