En la actualidad, Ludovica Squirru es un verdadero emblema del horóscopo chino. Año a año, miles de personas de la región siguen sus predicciones. Pero lo cierto es que este presente, dista mucho del pasado como actriz y la dura infancia que tuvo.
En una entrevista que dio hace unos años a Perfil, reveló que cuando era chica tuvo que salir a trabajar porque a su papá no le gustaba hacerlo. Por ese motivo, durante un tiempo comercializó diarios y revistas en las calles de Parque Leloir, la localidad de zona oeste en la que se crió.
Ludovica, nombre que recibió por su madre que nació en la Selva Negra de Alemania, etimológicamente hablando, quiere decir “la que hace sola” y es un claro ejemplo de sacrificio y perseverancia.
Además, entre sus sorprendentes trabajos, se encuentra una participación en la novela Sola que ideó Alberto Migré y se transmitió en 1983 en la pantalla de Canal 9 con protagónicos de Zulma Faiad, Stella Maris Closas, Gerardo Romano, Tina Serrano y Nelly Fontán.
“Cuando se casó con mi papá, se lo contó y él le dijo que cuando tuvieran una hija la llamarían Ludovica. De chica sufrí mucho por las bromas, pero cuando Tato Bores me descubrió en los ochenta, empecé a amarlo”, especificó.
“Desde chica sentí que tenía mil mujeres adentro que buscaban distintas maneras de expresarse. Imaginé que iba a seguir lo que intuía, que era bastante particular. Eran sueños premonitorios, cosas que se cumplían. Sentía que iba a tener una vida relacionada con el cielo, con lo cósmico”, agregó Squirru.
Ludovica Squirru habló de su vida en Parque Leloir
“Me gustaba mirar el cielo y estudiar las constelaciones. Lo fui incorporando desde la quinta en Parque Leloir, lugar maravilloso donde me crié. Viví allí hasta los diecisiete años. En mis viajes por Argentina, de la que fui y soy apasionada, disfruto de su geografía y de sus cielos. Desde ahí es que me dediqué a la astrología. Escribir siempre fue algo natural, y al mismo tiempo fui actriz y con mucho éxito. Luego llegó el momento de decidir, o me dedicaba a la actuación o seguía investigando el cielo y estudiando. Entonces decidí cultivar una “ciencia” que acá no se conocía: el I Ching, la astrología china”, dijo al respecto.