En mayo del año pasado, en plena pandemia, Susana Giménez partió rumbo a Uruguay acompañada por su hermano, Patricio Giménez. Instalados allá, él fue el encargado, entre otras cuestiones, de manejarle las redes sociales a la diva. Divertidas fotos y videos se multiplicaron en todo este tiempo. Más allá de esto, hubo un momento en el que cambió las sonrisas por la seriedad y se metió en cuestiones políticas.
A la par, el cantante se entrelazó en distintas discusiones mediáticas, que lo tuvieron en el barro en más de una oportunidad. Utilizando un filtro de payaso, despotricó contra el gobierno argentino. Puntualmente, hizo foco en cómo se manejó el confinamiento y al trato que recibe la clase media.
Con la llegada del 2021 y cuando parecía que el nuevo año había traído calma, Patricio volvió a la carga. “La pandemia aceleró mis sueños. Yo tenía un terreno y decía: ‘Cuando tenga 65 años me voy a hacer una casita frente al mar’. Y empecé a pensar por qué no la hacía ahora. Estoy muy entusiasmado con una chacra que está dentro de un complejo que voy a comercializar y es donde voy a hacer mi casa”, le conto al diario El País.
A continuación, habló de su necesidad de no regresar al país en el que nació: “Cuando pienso en volver a Argentina me da melancolía, enseguida me viene a la cabeza la indignación, la falta de expectativa, la impunidad, la corrupción. Uno ve las noticias y todo es un espanto. Yo no voy a cambiar a la Argentina, así que prefiero alejarme y cambiar mi realidad”.
Luego explicó el motivo de su decisión: “Desde que tengo 9 años pasaba enero, febrero y marzo en Punta del Este, por lo cual estaba una cuarta parte del año en Uruguay. Tengo amigos y recuerdos. Yo siento que este mar es mucho más mío que Mar del Plata”.
Por otro lado, trazó un paralelismo entre la sociedad argentina y la uruguaya: “Hay un respeto diferente. A mí en Argentina la gente me trata muy bien, pero en Uruguay nadie se abalanza cuando uno está comiendo una hamburguesa. La gente respeta más. A Susana de manera educada le piden una foto, pero no hay el avasallamiento que hay en Buenos Aires”.