Gran Hermano está llegando a su fin. Apenas quedan seis participantes en la casa más famosa del país: Marcos, Romina, Julieta, Camila, Lucila "La Tora" y Nacho. Antes de que queden definidos los participantes de la final y luego de que se fuera Daniela el pasado domingo, los seis 'hermanitos' recibieron ayer la sorpresa del ingreso de uno de sus familiares.
En este contexto, Nacho fue el protagonista de uno de los momentos más emotivos de los últimos meses cuando se reencontró al fin con su padre, Rodolfo. Desde que Gran Hermano le abrió las puertas a los 18 participantes hace poco más de cuatro meses, el papá de Nacho fue uno de los que más apareció en televisión con el objeto de defender a su hijo por las críticas despiadadas que recibía.
Después de que sobrevivió a la salida de "Los Monitos" y que se fue adaptando al resto de la casa, Nacho continuó recibiendo el apoyo de Rodolfo en los programas de Telefe. Todo ese amor contenido durante más de 120 días ayer se lo brindó en su ingreso a la casa y se fundieron en un abrazo que hizo estallar en lágrimas a los televidentes.
Cuando Rodolfo y Nacho se volvieron a ver largaron todo lo que tenían en las manos (valija incluida), se abrazaron y estallaron en lágrimas de emoción que estuvieron reprimidas durante meses. "Que Facha", le dijo el participante a su padre tras ver el atuendo que tenía, pantalón y camisa blanca con un poncho de gaucho.
Por su parte, el padre lo contuvo como pudo a su hijo que apenas tiene poco más de 20 años. "Cosita mía", le decía como si fuera el chico que crió con la distancia como principal osbtáculo durante el último par de décadas. Nacho vivía entre Argentina y España, la tierra natal de Rodolfo.