Jenifer Lauría, la tercera eliminada de esta temporada de Gran Hermano (Telefe), dejó la casa más famosa del país y busca formarse un lugar en el mundo del espectáculo. En una charla íntima con este medio, se sincera sobre los desafíos personales y familiares que marcaron su vida antes y durante su paso por el reality.
Sin pelos en la lengua, habla de su relación con Ricardo Centurión, el futbolista con quien tiene una hija en común, y de los conflictos que surgieron con su familia en los últimos años. "No entiendo por qué tienen tanta saña conmigo", asegura.
Además, la ex participante reveló un dramático episodio que vivió hace 18 años, cuando estuvo a un paso de entrar al mismo reality pero una situación de violencia de género frustró ese sueño. Hoy, con una fortaleza renovada Jenifer reflexiona sobre su camino en busca de nuevas oportunidades laborales y una vida mejor para ella y su hija Emma.
Del secreto de su ingreso a Gran Hermano a una salida explosiva
—¿Cómo viviste la repercusión que se generó mientras estabas en la casa y tras tu salida?
—El primer día fue heavy. No me esperaba todo esto. La verdad es que el primer día estuve un poco angustiada...
—¿Qué era lo que te angustiaba?
—Los comentarios que habían... La gente tiene mucho ensañamiento hacia mi persona y no entiendo por qué.
—¿Comentarios de gente en redes sociales o de la familia de tu expareja?
—De ambos... Yo no tengo Twitter, pero me llegaban las cosas igual. El psicólogo me recomendó que no mire tanto y recién estoy empezando de a poco a agarrar el celular. Me estoy adaptando a esta vida nueva y la verdad es que me encanta. Estoy a full y disfrutando un montón.
—¿Te imaginaste que la familia del papá de tu hija iba a salir a hablar?
—Sí, sí... Yo sabía que una vez que entrara a la casa me iban a salir a matar y así fue. No me importa porque yo estoy acostumbrada. Ya me lo han hecho estando en pareja con él. No me asombra nada y no me interesa... No le voy a dar entidad a esas personas que no suman nada.
—Vos entraste a la casa y nadie lo sabía...
—Literal... Lo sabían mis papás, mis hermanos y mi mejor amigo...
—¿No te preocupaba que se enteraran cuando ya estés dentro?
—Sí, sabía que esto iba a explotar. Por mi hija no me preocupé porque la dejé en buenas manos con mis papás que la cuidan como oro. En ese sentido me fui tranquila, pero dentro de la casa me maquinaba de cómo lo había tomado el padre de mi hija. La familia no me interesa. Creo que él tan mal no lo tomó porque salí de la casa y no había ni hecho una nota de su parte.
—¿No te escribió a vos?
—No, no. En Navidad crucé dos palabras con él, pero nada más. No me dijo nada... Como si nada hubiese pasado. De hecho, fue al acto de fin de año de la nena, estuvo con mis padres y tampoco les dijo nada.
—¿Por qué creés que no dijo nada?
—Porque él es así. Es un chabón de pocas palabras. No siento que le haya molestado tanto. Él sabe que estoy cumpliendo un sueño y que también lo estoy haciendo por mi hija porque necesito trabajar. Tengo un buen trabajo, pero sé que entrar a Gran Hermano me iba a abrir muchas puertas. Él sabe lo que soy como mujer y como persona.
Jenifer Lauría habla a fondo sobre la relación con Ricardo Centurión y su familia
—¿Cómo era la relación con él previo a tu ingreso?
—Tratamos de tener buena relación por nuestra nena. Él sabe que cuando quiere verla lo puede hacer. Yo no tengo problema. No tenemos días pactados.
—Tampoco es tan presente...
—Últimamente no tanto...
—¿Es por algo laboral?
—No, porque actualmente está sin trabajo. No anda muy bien que digamos... Lo entiendo.
—¿No te molesta?
—Entiendo la situación y no soy quién para juzgarlo. De hecho estoy para ayudarlo. Es el padre de mi hija y pase lo que pase voy a estar.
—¿Tu hija pregunta por él o pide verlo?
—Sí, pero le hace videollamada y listo. De vez en cuando lo ve. Ella lo ama a él y a su familia. Yo en ese sentido tengo respeto. No voy a hablar mal de ellos. El día de mañana mi hija va a ver esto y quiero que vea que nunca agredí a su familia.
—¿Ricardo nunca te defendió?
—Él me decía: "Jeni, mi familia es así". Yo le decía que tenía que poner el freno porque soy la mamá de su hija... Él siempre los dejó hacer lo que querían. Vi que la hermana hizo una nota, pero no me interesa responder.
—Se dijeron un montón de cosas sobre el inicio de tu relación con Ricardo, ¿cómo fue desde tu punto de vista?
—Todo lo que se dijo es mentira. Yo soy una persona que dice la verdad, porque a la larga todo se sabe. Yo a él lo conocí y supuestamente estaba soltero. Lo creí porque lo veía todos los días. Después no hablamos mal. Cuando a la chica falleció le mandé un mensaje enviándole fuerzas. Él encontró una contención... Recién ahí arrancamos la relación.
—¿Cómo se tomó él la noticia de tu embarazo?
—Los primeros 3 meses fueron re lindos y después arrancó todo el lío con la familia de él.
El duro motivo por el que no pudo entrar a Gran Hermano hace 13 años
—Entrar a Gran Hermano era algo que soñabas.
—A los 18 años me había anotado. Yo en ese momento estaba saliendo con un chico y le había contado que me había postulado. Él me dijo: "¿Para qué si no te van a llamar?". Me llamaron y tuve varias entrevistas. En la última ya tenía que llevar mi ropa. Estaba a un paso de entrar. Cuando le conté fue a su casa y me golpeó. Me dio tres piñas y me desfiguró la cara. Por eso no me presenté... En ese momento la violencia de género no estaba tan a flor de piel como hoy. Tampoco lo denuncié y quedó frustrado.
—¿Después de eso lo volviste a ver?
—No lo volví a ver. Cuando volví a mi casa le conté a mi familia... Lo querían matar, imaginate. Igual, quedó en la nada. Yo me puse a trabajar...
—Con toda la información que hoy tenés, ¿te arrepentís de no haberlo denunciado?
—No, ya no. Hoy en día no dejaría que nadie me levante la mano y denunciaría sin dudar.
—Luego de 13 años pudiste retomar ese pendiente de entrar a Gran Hermano.
—Se me dio ahora... Por algo se me dio. Dios todo lo ve... Ojalá que sea para bien y me pueda llenar de trabajo para estar bien con mi hija.
Su vida después del reality
—¿Qué es lo que más te gustaría hacer?
—Me gustaría hacer streaming. Estos días estuve haciendo y me sentí súper cómoda. Me gustó la idea. Me gustaría hacer fotos y desfiles. De chica me gustaba, pero mi mamá no me podía llevar a los castings. Era algo pendiente y me re gustaría.
—¿Ya te llegó alguna propuesta?
—Por ahora no, pero estoy abierta a todo.
—¿Cómo era tu vida antes de Gran Hermano?
—Trabajaba como administrativa para camioneros desde hace 10 años. Antes trabajaba en un local de ropa... Siempre trabajando y progresando...
—¿Te dio miedo pedirte la licencia en el trabajo siendo algo tan estable?
—La verdad es que lo pensé mucho. Lo hablé con mi jefe y me dieron la posibilidad de tomarme la licencia. Mi puesto aún lo conservo por 6 meses sin goce de sueldo. En el peor de los casos de que no llegue a funcionar el tema de los medios, volvería sin problema. No me preocupa porque es un buen trabajo, pero quería progresar un poco. Creo que lo laboral ya va a llegar.
—Estás de licencia y no sabés si volverás a entrar a la casa, ¿cómo te mantenés estos meses? ¿tenías ahorros?
—No... Apuesto a full que empiecen a salir trabajos porque no estoy cobrando mi sueldo. Necesito trabajar y que me lleguen ingresos para poder mantener a mi casa, mi hija y mis cosas.
—Tus papás te re apoyaron en esta oportunidad...
—Son una masa los dos. Me recontra bancaron. Cuidan a mi hija y me mandan muchos mensajes de apoyo. Mi mamá es ama de casa y mi papá trabaja en una verdulería familiar.
Jenifer Lauría habló sobre su entrañable relación con su hija Emma
—¿Cómo es tu relación con tu hija?
—Es lo mejor que tengo en mi vida. La amo con toda mi alma. Es súper pegada a mí... Ahora le dije que tal vez volvía a entrar a la casa y me dijo: "Yo me quiero ir a vivir con vos ahí".
—¿Cómo le explicaste que ibas a estar en la tele?
—Yo le dije que iba a trabajar a la tele y que iba a vivir en una casa con otras personas. Lo entendió porque a todo el mundo le dijo que yo estaba viviendo en la tele. Me veía 24/7. Me dijo mi mamá que cuando me veía y le mandaba saludos le daba vergüenza y salía corriendo. Estaba contenta porque venía a la tribuna... Tenía una remerita con mi nombre...
—Te siguió de cerca...
—Sí, estuvo súper contenida y siguiéndome paso a paso. Yo le dije que si vuelvo a entrar ella no podía venir porque era para gente grande... Entonces me dijo que iba a estar en la tribuna. Lo re entendió.
—¿Tenés planeado algo para hacer con ella?
—Ahora tengo muchas cosas para hacer. Lo voy a ir viendo, pero me gustaría hacer con ella una escapadita a la playa algunos días. Quiero enfocarme en agarrar trabajos ahora porque es el momento. Ya vamos a tener tiempo para irnos de vacaciones.
Fotos: Martina Cretella