Bautista Ortega (23) abrió su corazón en una entrevista con Revista GENTE para hablar de uno de los momentos más dramáticos de la vida de Ana Paula Dutil, su mamá, a quien acompañó en todo momento para protegerla y ayudarla en aquellas situaciones límite mientras atravesaba un cuadro de alcoholismo y depresión.
En un reportaje con Blender, la ex modelo había contado a corazón abierto: “Yo no tenía ganas de nada, de nada, ni siquiera enojo tenía. ¿Y qué pasaba? Mis pensamientos eran muy oscuros, todos malos pensamientos. Lo que yo hacía era tomar alcohol, dormir todo el día. Tomaba, tomaba alcohol y dormía, dormía todo el día. Lo hacía para callar esa cabeza, porque también estaba eso”.
“Su peor etapa duró un año entero -relata el joven-. Yo no salía de casa para no dejarla sola. Tenía miedo. Ella es lo más importante que tengo en la vida. Por aquel entonces compartíamos el cuarto. Yo me encerraba porque quería que esté bien. Me encontraba a disposición por si necesitaba algo. Todos los días tomaba alcohol a escondidas, pero a nosotros nos decía que no lo hacía. Terminé entendiendo que se trataba de una enfermedad que no podía controlar, pero me dolía que nos mintiera a mí y a mi hermana”, confiesa.
-¿Te enojaba?
-No diría enojo… me decepcionaba. Un día le dije: “Me partís el corazón”. Me hubiera gustado que me comunique que el alcohol la ayudaba a suplir ciertas cosas, para poder sentarme al lado suyo y ayudarla en el momento en que quería recurrir a eso. Pero cuando salíamos aprovechaba y se ponía a tomar. Me lastimaba mucho.
-¿Esta problemática la lanzó a situaciones límite?
-Sí. Después vinieron tres o cuatro intentos de suicidio. Me acuerdo particularmente de uno, porque estaba en el gimnasio y mi hermana me llamó desde una sesión de fotos para decirme que mamá se había comunicado con ella para contarle que se quería suicidar. Yo estaba a quince cuadras. Agarré todas las cosas y empecé a correr. Nunca corrí tanto en mi vida. Cuando abrí la puerta del departamento la encontré tirada en el piso con pastillas por todos lados. Fue muy shockeante.
-Una situación fuerte para vivir a los 20, cuando quizás uno no tiene todas las herramientas para saber cómo actuar...
-Tal cual. Yo era un pibe. Todo el tiempo me pedía que no le cuente nada a mi papá. Por el amor que le tengo, le decía que no iba a decir nada y que por favor deje que la cuidemos nosotros. Eso me llevó a encerrarme. Siento que me terminé deprimiendo con ella. Por todo lo que pasó el alcohol me genera rechazo. No quiero en mi vida eso. Ni me le acerco.
-¿Cómo viviste el hecho de que haya decidido contarlo públicamente?
-No me molestó que lo haya hecho. Hablando sanás las cosas. Por eso le pedía que se comunique. Si esto ayuda a otras personas que están pasando por lo mismo, me pone contento.
“Me fui a vivir a Miami porque necesitaba un cambio de aire”
“Pasé mucho tiempo con mis energías puestas en mamá. Mi cuerpo y mi mente se sentían sofocados. En un momento me pregunté: '¿Y ahora qué hago yo?' Necesitaba un cambio de aire. Me sentía perdido en Buenos Aires. Y me fui a probar vivir solo afuera, jugar al fútbol…, hacer otras cosas”, cuenta Ortega el momento en el que decidió subirse a un avión rumbo a Miami y tomar distancia de todo.
“Volví y estoy más contento. “Fue un desafío para conocerme. Me descubrí de una forma más íntima, aprendí a estar solo, a tener mi espacio propio. Ahora mi plan es quedarme acá y armar un futuro. Lo que me pasa es que no termino de decidirme para dónde quiero ir. Tengo a mi papá, que es músico, y laburo en el estudio con él. Como hobby me re gusta, pero no sé si me quiero dedicar a eso. Toda mi vida me tiré más por el deporte. Por ahora estoy haciendo cursos de edición de video, producción musical y periodismo deportivo. Muchas cosas a la vez porque me gusta aprender de todo, pero no me entusiasma hacer una carrera”, cuenta a Revista GENTE.
“La verdad es que no me imagino estudiando una carrera siete años. Nunca fui de creer que la vida es terminar el colegio, ir a la facultad y trabajar. Si bien resulta lo lógico para tener un futuro, voy probando en base a lo que me sienta cómodo. No quiero cursar una carrera y a la mitad darme cuenta que no es lo mío. Por ahora estoy viendo opciones”, suma.
Fotos: Rocío Bustos
Estilismo: Ale García (@alegarcia360)
Retoque digital: Darío Alvarellos
Maquillaje y peinado: @rocio_somoza, para @sebastiancorreaestudio
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