La historia de amor de Carla Peterson (49) y Martín Lousteau (52) empezó en el año 2011 cuando ambos coincidieron en un programa de televisión y en aquel entonces el joven político quedó flechado de la despampanante actriz.
Aunque Carla se encontraba un poco reacia al amor fue su madre quien terminó de convencerla de que saliera con Martín. “No sé qué le gustaría a mi mamá, después entendí qué le gustaba a mi mamá, que es inteligente y todo eso. Pero yo le decía: ‘Mamá, callate, ¿qué sabés vos? ¿Cómo podés saber cómo es una persona que sale una foto en el diario”, contó en diálogo con Jey Mammón, tiempo atrás.
Un año más tarde, ya más consolidada la pareja, Martín Lousteau consiguió una beca para hacer un programa para jóvenes líderes en la Universidad de Yale, llamado Yale World Fellow. Así fue que Carla Peterson decidió dejar su vida artística en Buenos Aires e instalarse con el economista en Estados Unidos.
Al mismo tiempo Carla quedó embarazada de su primer hijo en común y fue entonces que el 12 de septiembre de 2012 decidieron unirse en matrimonio tan solo para poder acceder en el exterior a la atención médica y tener sus papeles en regla. “Fue rápido, fuimos a averiguar cómo había que hacer para casarse y nos terminaron casando ahí, en el momento. Teníamos que hacer trámites, nos íbamos a vivir a otro lado...”, explicó la intérprete, que como recuerdo de aquel día tiene una foto vestida muy informal, con un short jean y una remera verde.
Este año se cumplen 11 años de esta aventura y Carla Peterson decidió recordar aquel momento en Instagram con unas lindas palabras para con su esposo. "En esta y en todas las vidas te quiero encontrar ! Aniversario de aquel día que nos prometimos amarnos y acompañarnos.
Una vez más en el mismo lugar nos dijimos si , con una sonrisa que no me entra en la cara.
(Cuando unas flores blancas pueden ser el único testigo, un centro de mesa se convirtió en ramo de novia, encontramos ese fondo maravilloso y sí quiero!)", dijo la estrella argentina, quien esta ocasión quiso volver a recrear su casamiento vestida de blanco y con bonito ramo rosas blancas, como le hubiese gustado que fuera la primera vez.