A tres meses de su muerte, Diego Maradona (1960-2020) sigue generando intrigas y polémicas. La mayoría de las noticias que circulan en relación al Diez tienen que ver con las batallas legales que sus herederos impulsan con el objeto de que se sepa quiénes cumplieron o no con sus responsabilidades al momento de su muerte y dividir los bienes del ex jugador de la forma más justa posible.
Pero además hay relatos que tocan la emotividad: desde innumerables anécdotas que tienen como protagonista a Maradona hasta los emotivos recuerdos de sus hijos: Diego JR (34), Dalma (33), Gianinna (31), Jana (24) y Dieguito Fernando (8). En el medio surgen datos que estaban escondidos y que vuelven a levantar la imagen del ídolo. Se evidencian historias que estaban a la vista de todos pero muchas veces resultaban ignoradas u olvidadas por la mayoría.
En este plano se encuentra la historia del tatuaje que une a Diego Maradona con su "amor de la vida", Claudia Villafañe, y "las nenas", Dalma y Gianinna. Más allá de todas las idas y vueltas de la familia, ellos siempre supieron que un lazo más hondo los unía y un día decidieron dejarlo grabado en sus pieles.
Diego jamás ocultó que sus hijas eran la luz de sus ojos. "Te lo juro por las nenas", solía decir el Diez. Y repetía la frase, puntualizando en Dalma y Gianinna, aun después de haber reconocido a sus hijos extramatrimoniales.
El casamiento de Diego Maradona y Claudia Villafañe fue uno de los más mediáticos de la historia. La televisión internacional siguió el minuto a minuto de ese momento tan especial en la vida del astro. Y si bien el amor les permitió atravesar crisis de distinta índole, algo se quebró a principios del nuevo milenio y acabaron divorciándose en 2003.
Claudia, empresaria y hoy convertida en heroína tras su exitosa participación en MasterChef, acusó que el jugador habría hecho abandono del hogar unos años antes, en 1998. Solicitó la tenencia de sus hijas, aun adolescentes, y pidió el dominio de dos departamentos aparte de una abultada cuota alimentaria y la mitad de las ganancias del Museo Maradona.
El vínculo entre ambos luego del divorcio estuvo lejos de la calma. Maradona, siempre polémico, encabezó su propio show televisivo, con entrevistas explosivas a los número uno del deporte, el espectáculo y la política internacional. Lo llamativo del show fue un detalle detrás de escena: su ex era la productora ejecutiva y la responsable de realizar las negociaciones pertinentes con las autoridades de El Trece, canal que emitía el ciclo. Gianinna también colaboraba en la producción, mientras su hermana Dalma daba sus primeros pasos como actriz.
El jugador se tatuó un corazón en el antebrazo, como símbolo del amor que sentía por ellas. Ellas hicieron lo mismo. Luego la familia atravesó un sinfín de tormentas: momentos de crisis, lejanía y reconciliación. Nadie, en ningún momento, pensó en borrar esa marca de amor. Ni siquiera en los peores momentos, donde se enfrentaban por bienes ante la Justicia, y menos ahora.
De hecho, "las nenas" decidieron volver a sellar un pacto de amor con su padre luego de la muerte de Diego. Ambas se tatuaron, en sus tobillos, un número 10 entre paréntesis: su papá solía usar este símbolo como firma.