A lo largo de su vida, Diego Leuco (33) atravesó un notable cambio físico gracias al trabajo que hizo para poder mejorar su salud. Pero todo este proceso, a la larga, terminó dejando en evidencia otro factor: un verdadero comportamiento compulsivo en el que se, sin darse cuenta, se terminó adentrando.
“Tuve una adicción muy grande al entrenamiento, a lo físico, a lo que supuestamente era el bienestar físico. Cuando era chico tenía bastante exceso de peso, como treinta kilos más que ahora, a los 17, 18. Era más un mambo mío que otra cosa”, contó.
En diálogo con Seres libres, el programa de Gastón Pauls en el que se abordan temáticas de adicciones de todo tipo, el periodista recordó que empezó a entrenar y que esto se transformó en “una adicción medio tóxica”.
“Entrenaba dos, tres horas por día, pesaba la comida. Estuve así como un año. Me sirvió porque después aprendí a relajarme. Fue un año en el que por primera vez sentí que podía perder el control sobre algo, como que algo tomaba mis decisiones por mí", dijo.
Cuál es la adicción que Diego Leuco tiene en el presente
"Últimamente el cigarrillo es lo que más me jode, porque arranque de grande. Creo que es un cigarrillo más por ansiedad. Fumo cuando no tengo nada que hacer. Cuando me mudé solo apareció el ‘puchito de estar solo’ y ese es el que hoy más me cuesta soltar. Hay momentos en los que no tengo límites”, confesó en la entrevista que se emitió por la pantalla de Crónica TV.
"Pocas veces es el cigarrillo de placer, la mayoría de las veces es la sensación de estar haciendo algo. Seriamente una vez dije 'hasta acá'. Dejé dos o tres meses y después volví. ¿Quiero dejar? Sí. ¿Estoy desesperado por dejar? Evidentemente no. Descubrí que no estoy convencido de dejarlo", cerró.
La historia de amor de Sofía Martínez y Diego Leuco
“Nosotros nos conocíamos de antes porque yo estaba como productora en lo de Guido Kaczka y él trabajaba en El diario de Mariana. El amor así más formal surgió cuando volví de los Juegos Olímpicos: me escribió para que salga al aire en Radio Mitre, hicimos la comunicación y cuando volví me invitó a salir. Así directamente. Como cuando volví tenía un período de aislamiento, me llevó comida y después empezamos a salir formalmente”, contó Sofía Martínez hace unas semanas a GENTE.
"A mí me pasó que, desde el minuto cero en el que lo conocí, conocí otra faceta. Es el lado más cercano a su vida cotidiana. Creo que él fue creciendo, se fue encontrando y costado que le gustaba desarrollar era el del entretenimiento y no el de la política. Fue sacando esas cosas que no lo llevaban a ese camino", agregó.