La competencia terminó para los visitantes. Después de dos semanas de convivencia en Gran Hermano (Telefe), se conoció que el público eligió a Delfina por encima de Facundo y por ende, se definió quién será el líder esta semana.
Este martes se midieron en un reñido mano a mano y pasada la medianoche, Santiago del Moro reveló que con el 53.2% la hija de Virginia fue la ganadora del premio. Cuando mostró el sobre con los resultados finales, Virginia no pudo evitar romper el llanto, por agradecimiento a toda la gente que la apoya a ella, y ahora a su hija.
Con gritos de euforia total, la joven y la participante protagonizaron un emocionante abrazo y se quebraron. Acto seguido, todos los participantes pasaron a felicitarlas y consideraron que tenían bien merecido este premio.
Aunque Delfina había dicho que le quería regalar la casa a su mamá, Virginia en el confesionario le retrucó que no aceptará este regalo, ya que quiere que disfrute de esta propiedad para vivir con su novio.
"En este país, ya que tengamos una casa es un montón... Es lo único que me importa", dijo entre lágrimas la participante. Y siguió conmovida: "Eso era lo que decía cuando pedían que la voten... Como mamá, en este país que tenga una casa es un montón, de todo lo que venga de ahora en adelante es cualquiera. Posta, que no me importa nada. Para mí ya está, ya gané. Esto es un montón", expresó.
Un dato de color sobre esta "final" para Delfina y Virginia, es que usaron el mismo look que en la gala del domingo donde les informaron que seguían avanzando por la casa, y esto fue tomado por Santiago del Moro como una cábala de esta dupla.
De la intensa pelea con Furia a la emoción de estar juntas en Gran Hermano
En las últimas horas Furia desencadenó una nueva pelea en la famosa casa. Todo venía muy tranquilo desde que ingresaron los amigos y familiares, hasta que la jugadora que hasta el momento es la más fuerte rival del reality generó una incómoda situación que provocó la reacción de Virginia.
Todo comenzó cuando Juliana le sugirió a Delfina que no se ría de algo si no lo sentía y a esto le sumó que ella se daba cuenta cuando no le caía bien a una persona. Acto seguido "Virqueen" se exaltó en defensa de su hija y le pidió que no se meta con ella. "La casa será tuya, pero mi hija es mía".
El fuerte cruce terminó en gritos y llanto, y después que las aguas se calmaron, Gran Hermano le preguntó a madre e hija cómo habían vivido esa situación. "No me lo tomó personal, está todo bien", dijo Delfina.
Luego, Virginia confesó que a ella sí le afectó este episodio: "Entiendo que es parte del juego pero entiendan que es mi hija. Yo quería que la pase bien acá, pero desde el domingo que comenzó con esas huevadas a la que nos tiene acostumbrados, la verdad que Delfina no la pasó como la tendría que haber pasado, pero bueno, sé que es parte del juego. Lo lamento en el alma, pero no lo voy a olvidar ni perdonar", sentenció contundente sobre el comportamiento de Furia.