El nuevo jurado de Masterchef, Damián Betular le garantiza puntos de rating a Telefe con sus carismáticas respuestas y su relación con sus compañeros. Además, hace casi 7 meses el chef inauguró una concurrida pastelería de Devoto que además de tener records de ventas por sus macarons y sus petit gateaux, para las fechas festivas de nuestro país sorprende con propuestas innovadoras. Por supuesto que las Pascuas no son la excepción.
De acuerdo a lo consultado en la misma pastelería de Damián Betular, los huevos pequeños tienen un valor de $3900, los medianos $11900 y los XL $43300. Hay una cuarta opción, que corresponde a los pots huevitos, unos tubos llenos de este producto en un tamaño más chico y a un valor de $4300.
Para el pastelero más conocido de la tele estas fechas siempre se convierten en una época especial en que puede demostrar todo su conocimiento técnico pero también su creatividad. Aún antes de tener su propio local, cuando trabajaba para el Palacio Duhau se esperaba que su propuesta para Semana Santa fuera diferente a todo lo conocido.
En las primeras Pascuas de Betular Patisserie, los huevos de chocolate se destacan no solo por su tamaño, si no también por su diseño, sus sabores y su packaging. También se podán obtener una propia versión de la tradicional rosca. “Nos inspiramos en los colores del lugar”, señala Betular. Haciendo mención a la paleta que predomina en la patisserie y que se pueden observar en la mayoría de los productos. “En Navidad fue el bordó, para San Valentín predominó el amarillo y para Pascuas elegimos el naranja”, detalla el pastelero.
La vidriera de la pastelería recibe a sus muchos clientes clientes con dibujos de conejos en varios tonos y los huevos en exhibición. Al entrar al local aparecen las cajas donde se entregarán estos chocolates y los estantes desbordan de tubos con huevitos envueltos en papel metalizado de colores. “Un día se nos cortó la luz y el aire no funcionaba, pensamos que perdíamos toda la producción”, cuenta Juli Debicki, pastelera y mano derecha de Damián.
"El color y la textura de los huevos es hipnótica, cuesta distinguir que están hechos de chocolate y brillan tanto que parecen de mármol torneado. El packaging influyó mucho: “Lo hizo nuestra diseñadora, que nos maneja toda la imagen. Cuando recibimos la muestra de cómo sería la caja, vimos un huevo que nos encantó y decidimos seguir esa estética”, relata Juli.
En cuanto a los sabores Betular confiesa que delegó la tarea a su mano derecha: “Ella es experta”, explica. Todas las versiones están hechas con chocolate blanco, praliné de avellanas y chocolate con leche. “Incorporamos el praliné que le da una textura crocante al huevo. Y tiene capas como un huevo Kinder”, explica Juli.
