Porque la vida continúa, el lunes 30 de noviembre Claudia Villafañe retomó sus actividades laborales. Tras el duro golpe que significó el fallecimiento de su ex, Diego Maradona, se reincorporó a MasterChef Celebrity. Pese a la relación tirante de los últimos años, Claudia nunca dudó en poner el hombro por la persona con la que tuvo a sus dos hijas, Dalma y Gianinna.
Pese a que Telefe le había dado libertad para que decidiera en qué momento volver, la empresaria prefirió no estirar el regreso, que concretó de manera inmediata. Mantener la cabeza ocupada, seguramente, será de gran alivio para los momentos que corren. Llegó cabizbaja, pero con ánimo de salir adelante, apoyada en el resto de sus compañeros, que la estuvieron esperando con una palabra justa.
Claudia, que fue parte de la emisión del lunes –el programa se grabó con anterioridad a la muerte de Maradona–, aprovechó el momento en que fue parte de la competencia para estar presente desde sus redes sociales. Ella suele tener gran actividad en este rincón, pero se había alejado desde hace una semana.
Diferentes historias en su cuenta de Instagram remarcaron ese espíritu luchador y la entereza que le da aferrarse a sus seres queridos. Tres fotografías que la muestran haciendo lo que más le gusta sirvieron como antesala a lo que busca de acá en adelante. Terminar con el dolor es uno de los desafíos.
En la primera fotografía se la ve compenetrada, disfrutando de la labor que lleva adelante. “¡En plena tarea! Muy concentrada la Tata”, fue la frase que eligió, mientras mostraba la preparación que estaba realizando.
“Tarea cumplida”, fue la frase para la segunda, en la que se la ve yendo hacia el lugar en el que la estaban esperando los jurados para hacerle le devolución.
La tercera y última es la más significativa. En ella proyecta sentimientos que quiere recuperar luego de estos días complejos por los que atravesó. No sólo hizo su duelo personal, sino que tuvo que estar ahí, apuntalando a sus hijas, en ese momento tan duro. Ahí se la ve sonriente, mostrando los dientes, con gestos claros y que sólo llevan hacia un puerto: felicidad. “Siempre así” fue la frase para esa postal, para esa risa que le hace un mimo a su alma y a la de sus seres queridos.
