"Miren arriba!”, exclama Clara Kovacic, el talento argentino elegido por Alan McKay para actuar en Don’t look up (No miren arriba), la película que Netflix anunció apenas decretada la pandemia y estrenó el año pasado. Protagonizada por un súper elenco conformado por Leonardo DiCaprio, Meryl Streep, Jennifer Lawrence y Cate Blanchett, la sátira sobre la indiferencia del mundo hacia el cambio climático y el negacionismo de la ciencia fue un boom.
La actriz, que es fanática del cine de terror al punto de stalkear a actores, directores y escritores para saber hasta el último detalle, ya había visto el teaser cuando la convocaron a filmar sus escenas en medio de la pandemia. “Mientras otros chicos hacían cosas normales, cuando yo era chica estaba viendo por quinta vez en el día la saga de Alien”, asegura la scream queen argentina (“reina del grito”) y también compositora que fue jurado de varios festivales de cine, entre ellos, los de Macabro y Buenos Aires Rojo Sangre.
Mientras filma una nueva serie para Disney (ya había sido parte de Limbo) tras haber actuado en diez películas el año pasado, Clara, que estudió comedia musical, habla cuatro idiomas y hasta compone música para comerciales le cuenta a GENTE su periplo de cómo pasó de ser una “una fanática del cine” a “tener la oportunidad de hacer lo que ama”.
"Siempre fui muy fan del cine de terror pero me gustan todos los géneros y de todas partes del mundo. Amo el cine ruso y el oriental"
–¿Cómo surgió la propuesta de sumarte a Don’t look up? Me decías que cuando te convocaron ya habías visto el trailer.
–Claro, hubo una especie de audición y tuve que enviar mi material para ver si gustaba o no para la película, y al final, obviamente se dio que sí. Yo ya había visto el teaser y sabía de qué se trataba, así que estaba muy emocionada. Lo más loco fue que firmé miles de contratos de confidencialidad y casi no me permitieron contar nada. Para mí fue una de las oportunidades más grandes que se me dio en mi carrera por lejos. No sólo por estar participando en una película de Netflix, para Hollywood y con semejante elenco, sino con uno de los directores que más admiro, que es Adam McKay.
–¿Qué tanto lo conocías?
–Lo admiro desde hace tiempo. Ya con The Big Short lo había descubierto desde un lugar de admiración. Porque era un cine diferente. Y después vi Vice, que siguió marcando lo que es este director para mí, que está en mi Top 20 de directores favoritos. Es un talentoso el tipo y me parecía una locura lo que se me estaba dando.
–¿Qué te pareció el resultado final de la película cuando te viste y qué repercusiones tuviste tras ese papel?
–Esta es la primera película de Hollywood que hago y la verdad me pareció increíble ver el resultado. Fue una locura porque cuando me vi ahí creo que caí, entendí que era parte de algo tan grande. Era algo que siempre había querido. Es increíble poder abrir las puertas de un país, entrar a lo que es el mundo y no limitarme a un país y un idioma. Hacer películas en todo el mundo y en distintos idiomas, ese es mi sueño.
–¿Cómo fue el rodaje de tus escenas?
–Es muy loco como fue el proceso porque las grabé acá en Argentina. El director pidió las escenas preparadas para enviarlas, así que las filmé durante toda una tarde con un realizador amigo en Capilla del Señor. En la película estoy hablando en croata, así que me vino muy bien tener cuatro idiomas bastante aceitados (además de español, croata, inglés y francés). Para el llamado se buscaba que se hablara en un idioma diferente al inglés y al español. Entonces decidí hacerlo en croata. Estoy muy contenta porque tengo familia en Croacia y porque mis abuelos –que son de allá– fueron dos personas muy importantes en mi vida.
–Es decir que pudiste experimentar cómo la propia pandemia cambió de modo tajante los modos de producir.
–Claro, y afectó a una película como Don’t look up. El problema principal que hubo con todo esto fue el covid, si no se hubiera grabado en distintas partes del mundo como correspondía. Por eso mucho de la película se terminó grabando en chroma.
–¿Cómo te repercutió en lo personal el parate obligado de la industria?
–Nos afectó a todos pero le sacamos provecho. Con el director Max Coronel, filmamos La parte oscura, una película de estilo Actividad Paranormal que hicimos sobre la pandemia y en el encierro. Es decir, a distancia él me dirigía desde su casa y yo filmaba desde la mía. Estuvo en varios festivales, tanto en el 2020 como el año pasado, y finalmente accedió a Amazon y hoy se puede ver allí.
–También sos compositora, ¿tenés la idea de desarrollar más esa faceta o cuál es tu plan?
–Actualmente estoy grabando unas canciones y quisiera grabar un disco. Estoy componiendo música para algunos comerciales. Por ejemplo con Gabriel Grieco, con el que trabajé en la campaña de un perfume, me propuso que compusiera la música del comercial, y a partir de ahí me volvieron a llamar para hacerlo en otros. Es algo que disfruto mucho, a la par de la actuación. Cuanto más uno sepa hacer, uno mejor se puede enfrentar a desarrollar un personaje.
–¿Y cómo llegaste a la actuación?
–A la actuación creo que llegué desde que nací. Desde muy chica fui muy fanática del cine. Si no era el cine que me dejaban ver le pedía a mi padre que me cuente sobre películas. Siempre fui muy fan de las de terror pero me gustan todos los géneros y de todas partes del mundo. Me gusta mucho el cine ruso y el oriental. Creo que en mi vida ví más películas que cualquier persona normal. Siempre tuve algo adentro mío que me llamaba.
–¿Qué era lo que más te atraía del mundo de la actuación?
–Siempre fui muy fanática de Robin Williams, un actor que a mí me marcó porque es uno de los más talentosos de la historia de Hollywood y me interesaba también lo que él decía cuando hacía entrevistas. Él contaba que de chico quería ser tantas cosas que en el fondo se decidió por actuar para vivir muchas vidas en una. Y creo que eso es algo que me quedó muy marcado. Esa es una de las ventajas de los actores y actrices, que podemos interpretar varios personajes y varias vidas dentro de una misma.
"Soy de las que conoce hasta el último detalle de las películas y que stalkea como nadie a directores, actores y escritores"
–Además te formaste muchísimo para encarar distintos tipos de roles.
–Desde muy chica me puse a estudiar, estudié comedia musical en New York, después con Pablo Ini, con Miguel Aveledo, con Inés Estévez. Para mí era importante estudiar, también hice danza y música. Me parecía que lo más completo que podía hacer mi presentación en un papel era algo que me daba seguridad. Y eso también lo tomaba mucho de las películas porque los actores que veía sabían hacer de todo y tenían herramientas para enfrentar cualquier guión que se les presente.
–¿Cómo recordás los primeros trabajos en los que comenzaste?
–Arranqué muy de abajo, con cortos y haciendo mucha publicidad, que era lo que me daba de comer al principio y también me formó. Porque a veces aprendés casi más en la acción que en una clase de teatro. Tuve mi primera recomendación para un papel con el actor Germán Baudino, que me recomendó para una película de giallo de los hermanos Onetti (Nicolás y Luciano) llamada Abracadabra, que se volvió de culto, y de ahí empecé a moverme en el mundo del cine de terror. Y ahí, el boca en boca hizo que se me den muchos trabajos.
–¿Cómo hacés convivir un trabajo tan cambiante con tus responsabilidades como madre?
–Ser madre en este mundo es difícil. Gracias a Dios tengo una buena contención familiar: me ayudan mucho mi pareja, que es el padre de mi hija (Mila, 3), y los abuelos. Admiro mucho a las mujeres que trabajan por cómo llevan la maternidad. Vos también sos madre y sabés que estamos acostumbradas a vivir cansadas. Yo filmé toda una película en jornada nocturna cuando Mila tenía ocho meses de vida. Me encanta poder ser yo misma y enseñarle a mi hija que la maternidad no significa renunciar sino adaptarse. Claro que la culpa, la mami guilt como dicen los yanquis, siempre está. No hay rodaje al que vaya en el que no esté llorando en el baño porque la extraño. Pero es algo que nos pasa a todas y no hay que tener vergüenza de sentirlo.
"No hay rodaje al que vaya en el que no esté llorando en el baño porque extraño a mi hija. Pero es algo que nos pasa a todas y no hay que tener vergüenza de sentirlo. Me encanta enseñarle que la maternidad no significa renunciar sino adaptarse"
Las 10 películas que filmó Clara Kovacic en 2021
Rodó El Desarmadero, con Luciano Cáceres; Lennons, con Gastón Pauls y Luis Machín (“donde hago de Cerati, en una especie de comedia bizarra”); Muertas Vivas, una película chilena; Apps, una producción argentino-chilena que fue reconocida con varios premios en festivales internacionales; Demonio Eclipse Rojo; Buenos Aires BZ (que es una película de zombies basada en el libro de Julio Rembado); Ucumar (con Octavio Revol); Los Olvidados (dirigida por Nicolás Onetti, que se va estrenar en Argentina y en todo el mundo); María (de Nicolás Loreti y Gabriel Grieco); La sombra del gato y la superproducción de Hollywood Don’t look up. “Fue un placer haber sido parte de tantos proyectos. Creo que fue una especie de compensación de lo que fue la pandemia fuerte con el encierro”, asegura la fan del cine de Darío Argento.
Arte y diseño: Gustavo Ramírez.
Estilismo: Roxana Harris.
Asistente: Gime Bright.
Make up y pelo: Indi Garcia Matos.
Agradecemos a María Pryor, Prune, Dachics, KEAK Vintage.
Video: Manu Adaro y Cami Uset.
