Julieta Daray tiene 31 años y hace ocho que está instalada en Vancouver, Canadá, donde tiene el trabajo de sus sueños: es una de las responsable de animar películas de Disney. Desde su casa, la animadora habla con Revista GENTE de su último desafío: es parte del equipo que estuvo detrás de Moana 2, la película que está batiendo récords desde el día de su estreno.
"La verdad no estaba en mi lista de sueños el poder decir que trabajé en Moana, pero, bueno, se logró. Trabajar en Disney parecía algo inalcanzable. Me parece una película lindísima, vale mucho la pena todo el trabajo puesto, las horas de reuniones, todo el sacrificio... verla en pantalla y ver la respuesta de la gente es increíble", dice.
Y suma: "Creo que lo más difícil es el síndrome de Impostor, el decir: `¿Me merezco realmente estar acá?´. Tratar de luchar con eso al principio fue lo más difícil profesionalmente... Hacerme valer y creer que sí me merecía estar ahí. Ahora es un poco más fácil, pero siempre está esa duda".
Juli nació en Buenos Aires, en zona norte, en una familia donde el mundo audiovisual latía: su padre, Rubén, fue un reconocido piloto del TC 2000 y el Tursmo de Carreteta y tuvo un no menos destacado programa de automovilismo, A todo motor, durante más de 30 años. Algo que caló hondo no solo en ella sino también en sus hermanos: una es actriz y vive afuera de Argentina y el otro director de cine.
"Siempre estuvimos metidos en esto. Era un camino posible que me dedicara a esto", sostiene.
Hasta los 23 años su vida transcurrió en Argentina, pero desde muy chica tenía claro lo que quería ser. Uno de esos momentos en los que sintió parte de ese destino manifestado fue cuando vio Toy Story 2. Ella quería ser parte de ese mundo y ayudar a crear ese tipo de historias desde adentro.
"Siempre me interesó mucho el detrás de escena de todo... Ver cómo se hacían las películas, la edición de videos y la animación. Particularmente fue con Toy Story cuando dije: `Quiero hacer esto´. Ni siquiera sabía que se llamaba animación pero dije: `Ahí voy y háganse a un lado´", cuenta la especialista en 3D que hace más de un año que trabaja en Walt Disney Animation Studios.
Claro que ese camino no era tan sencillo. A medida que fue creciendo, Daray se fue informando y formando para llegar a su meta. Las puertas se fueron abriendo de a poco.
A los 15 años tuvo ese gran clic de decir: "Me quiero dedicar a esto". Y soñaba en grande: quería ser parte de un gran estudio, pero sabía que lograrlo no era una tarea sencilla. "Aplicaba y aplicaba y siempre me llegaba el mail diciendo: `Agradecemos tu interés, lamentamos informarte que elegimos otro perfil para la búsqueda´", recuerda la egresada de Animación 3D y Dibujos Animados de Nueva Escuela.
"Arranqué estudiando en Buenos Aires animación 2D y 3D y de ahí empecé a a especializarme más en 3D haciendo cursos así y tirando currículums. Estuve como tres años mandando a todos lados hasta que finalmente me salió una pasantía acá en en Vancouver y fue mi primer pie adentro", relata.
Fue así cómo llegó a Sony Pictures Imageworks, donde se especializó en el departamento de Final Layout. El problema es que tuvo que dejar Argentina e instalarse en Canadá a los 23 años.
"Lo reflexiono ahora y me doy cuenta de que era un bebé más o menos. Estaba tan emocionada y era como que se me había dado que no pensé en nada y lo pienso ahora y digo: `Wow´. Por más que hablaba inglés pasar a estar 24/7 en otro idioma fue una locura", recuerda.
Julieta Daray y cómo llegó a convertirse en una animadora for export
Después de animarse a dejar su hogar para instalarse en Vancouver, el camino se fue abriendo para Julieta Daray. Los primeros meses fueron pura adaptación: mudarse sola a otro país, empezar un trabajo nuevo donde todo la asombraba, ver ese sueño cumplido y vivir muchos días de lluvia.
"Hay momentos en que digo: `No sé cómo hice´", reconoce la animadora quien, después de ocho años, ya se acostumbró a su vida allá y siente que valió la pena todo ese esfuerzo.
Aunque, según cuenta, sigue extrañando las empanadas y las tartas argentinas y a sus amigos. "Funciona muy diferente acá como que si querés juntarte con un amigo es cada dos semanas, lo ponemos en el calendario. No es voy a tu casa y te toco el timbre", revela.
El mundo de la animación se le fue abriendo. Lo primero que hizo fue una película, Pie pequeño (2018) y justo al momento del estreno estaba en Argentina. "Fue la primera vez que vi mi nombre en los créditos en la pantalla grande en el cine y tuve la suerte de ir con mi familia. No me lo olvido más, está guardado siempre en mi corazón", dice.
Y suma: "Ahí te das cuenta de que vale la pena todo. No solo haber tenido 20 mil reuniones y todo el trabajo que le ponés sino desde el momento uno en que decidí dedicarme a esto y todo el trabajo que me llevó llegar hasta acá... Todo eso cobra sentido cuando ves tu nombre ahí".
Vancouver es una de las ciudades meca de la animación, es donde más estudios hay, y donde se abren más posibilidades. "Cuando me mudé acá empecé como pasante, yo desconocía todo esto, o sea, de casualidad podía animar en una computadora, pero ni me imaginaba la cantidad de cosas y herramientas que había. Fue como reaprender de vuelta toda la carrera y hasta el día de hoy, ocho años después, no dejó de aprender, siempre hay algo nuevo", revela la especialista que también trabajó en Spider-Man: Across the Spider Verse.
Julieta Daray y el desafío de ser parte del equipo detrás de Moana 2
Julieta Daray está emocionada con su último trabajo, participó de la animación de Moana 2, filme que viene liderando la taquilla desde su estreno y puede convertirse en uno de los éxitos más vistos de Disney. "Es la primera película que hago con Disney y eso, además de la respuesta del público, hace que sea tan especial para mí", dice.
Y suma: "Siempre me pareció impactante y cada vez que la veo me dan esas ganas de ir a la playa y meterme en el mar. Es muy linda visualmente. Pero ya estando desde el lado de adentro, sabiendo todos los desafíos técnicos y lo mucho que cuesta hacer una película así, le tengo como un amor más grande, porque ahora conozco los dos lados".
-¿Qué es lo más loco de trabajar en animación?
-Cuando uno arranca con este proceso hay un montón de factores y una sola persona jamás podría hacer una película. Es un montón de gente que está trabajando en conjunto, la naturaleza de la animación es el trabajo en equipo y la constante comunicación entre departamentos. Hay un montón de desafíos técnicos, reuniones todos los días por muchas horas. Es escribir, reescribir y reescribir la historia hasta que se siente una historia que está buena para contarla. Eso creo que es un desafío grande.
-¿Y en tu departamento cuál es el desafío?
-Por ahí los míos son más técnicos porque estoy detrás de la cámara. Para un animador es animar bien la historia que se está contando... Depende de cada departamento del desafío.
-¿Cuál es tu rol?
-Yo estoy en un departamento de Final Layout, que es el que anima a las cámaras. Así como hay un departamento de animación donde mueven a los personajes, yo muevo a las cámaras y también se decide qué tipo de lentes se va a usar, qué tan desenfocado va a estar el fondo... La continuidad entre toma y toma. Son un montón de cosas más de la cámara y de lo que se ve en la pantalla, pero bueno, también hay obviamente departamentos que trabajan en cosas mucho más técnicas, en resolver problemas técnicos.
-¿Y cómo es tu trabajo en específico?
-Es todo en un espacio 3D. Pasa que cada departamento tiene un rol diferente. Está el departamento que pone la cámara y dice: "Este va a ser un plano medio de Moana", después pasa a animación y dentro de esa cámara viene el animador y mueve a Moana, mueve la boca, mueve la cara... Después pasa a Final Layout, que es donde estoy yo, donde decís: "Ok ya tengo la cámara y ya tengo el personaje, le doy los toques finales. Le agrego un zoom a la cámara, hago que todo el fondo se vea lindo". Es como que se van sumando cosas a la composición.
-Serías la que agrega los detalles al final.
-Exacto, una de las últimas miradas de la cámara. Después viene la iluminación, que los colores estén bien. Pero sí estoy más al final de la producción que al principio. Cuando a mí me llega el trabajo ya se tomaron un montón de decisiones. Ya está hecho el guion, la animación, el personaje, la historia ya está siendo contada y ya se decidió cómo se va a mover el personaje. Nosotros trabajamos como un año y medio, pero hacía como tres o cuatro años que el resto de los departamentos había empezado con el proyecto.
-Es loco porque antes las animaciones se hacían con papel y lápiz.
-Sí, esta peli tiene animación 2D en el tatuaje de Maui. Está bueno porque a mí me gusta pensarlo como que se sigue rindiendo homenaje a los comienzos de Disney. Entonces es una mezcla entre lo nuevo, una animación 3D, con las raíces de Disney, metiendo ahí en la animación 2D. Para mí es una belleza.
-¿Y ahora estás trabajando en algún otro proyecto?
-Estoy en un proyecto, pero prefiero no decir nada por si no puedo llegar a decirlo. Es de Disney y la verdad es increíble. Estoy muy contenta.
Fotos: Cortesía Disney
Agradecemos a Agustina Vanella
