En el día de ayer se conocieron las primeras imágenes de Nahir, la película que prepara Prime Video sobre la historia de Nahir Galarza, condenada a prisión perpetua por haber asesinado a su novio.
La sentencia quedó firme a pesar de que, pocos años después, cambió lo que declaró en el juicio y aseguró que fue su papá quien mató de dos tiros en la espalda a Fernando Pastorizo, la madrugada del 29 de diciembre de 2017.
Valentina Zenere (Elite, Soy Luna y Aliados) es la actriz que se pondrá en su piel en el film. Según información a la que accedió el periodista Rodolfo Palacios para Infobae, ninguna de las cifras que circula es la que cobró Nahir. Y la película contará las tres versiones diferentes que dio ante la justicia.
Además, consiguieron el testimonio en exclusiva de las primeras impresiones que tuvo la joven sobre su historia llevada a la pantalla: “Estoy ansiosa por verlo. Me gustaría ver las imágenes, pero no me dejan. No vi nada porque acá en el penal no dejan tener celu. Solo radio. Me encantaría verlo. ¿Qué tal salió? Valentina me encanta como actriz. La vengo siguiendo en muchos de sus papeles”, le confió a un allegado, desde prisión.
Fue en esa misma conversación donde ella contó que es fanática de la película El Ángel, que recopila los hechos que llevaron a la cárcel a Carlos Robledo Puch: la vio nueve veces y también le gusta cómo actúa a Lorenzo “Toto” Ferro.
"¿Te imaginas una película sobre mí? Pero yo no soy psicópata asesina", habría dicho la joven cuando le empezaron a acercar propuestas para contar su historia: hubo seis propuestas, de las cuales Nahir decidió ir por un documental y esta película.
“No tengo problema que otros personajes hablen mal de mí o me acusen, pero sí quiero que las palabras que dice la Nahir de ficción sean como las mías, quiero sentirme representada”, le aclaró a los productores. “Hacerme famosa por lo que pasó no es lindo. Yo quiero que se sepa la verdad, que no maté a Fernando”, reflexionó.
Qué fue lo que contó Nahir para armar su película
Nahir Galarza relató su historia desde un costado más ingenuo, relatando su infancia y su adolescencia. Contó que se recuerda como una niña feliz, rodeada de cariño y de juguetes, fanática de las Barbies: “La realidad es que mis papás me compraban toda la colección. No tenía una sola, tenía todas", explicó.
También contó que aprendió de muy chica a leer y escribir, y que en los cuentos encontró un refugio: "Me fascinaba, es algo que fui descubriendo sola hasta llegar a los cuentos. Mi favorito era el de la Cenicienta, creo que tenía que ver un poco con mi forma de ser, entonces aún más, realmente era muy tímida, y creo que en ese personaje que lloraba en silencio me encontraba de a ratos”.
A medida que fue creciendo, se convirtió en alguien muy exigente consigo misma, sobre todo en el colegio. "No podía entender que no me sacara un diez en examen que diera. Para mí, sacarme un nueve era realmente un problema, me ponía supermal, era totalmente exigente conmigo misma, entonces y creo hoy también. Al menos tanto esfuerzo esos años, me dieron un reconocimiento que para mí fue importante: ser abanderada”.
A los 14 dejó el colegio, y dijo que en ese momento sintió que "el mundo era real". A pesar del abandono, sus padres siempre estuvieron para ella: "La realidad hoy, creo, es que me cuidaban mucho”. Un año después, festejaron su cumpleaños de quince en un boliche, "el mejor lugar y más grande de todo Gualeguaychú".
"Me dejaron elegir todo como yo quería: Rosa y brillos, todo con espejos. Hasta las doce de la noche familia, después venían todos los demás, armamos el video, ¡y se superlleno el boliche! Fue una real fiesta con todo rosa y brillitos", destacó.
También habló de su gusto por las películas de terror, que empezó a mirar sola cuando tenía cinco años. "Cuando vi La masacre de Texas, recuerdo que soñé pesadillas toda la noche. Pero las veía igual. También Resident Evil, todo lo que sea de Edgar Allan Poe me parecía fascinante, como el suspenso”.
Y detalló: "Las veía en lo de mi abuela materna. Su casa tenía un patio enorme. De noche se ponía re oscuro. Tenía como diez años y a mi abuela no le gustaban las pelis de terror. Pero a mí sí, quería que mirara Chucky conmigo. Ella tenía los ojos cerrados, yo me asustaba también y en algún momento apagaba la luz y salía corriendo y me tiraba en la cama y me tapaba. Soñaba que me perseguían, o que me miraban. Monstruos. Soñaba también que Chuky estaba acostado conmigo, me despertaba llorando”.
