A días de que se estrene Bosé, la serie que cuenta la vida del cantante español [ya está disponible en Paramount+], GENTE habló con dos de los protagonistas. José Pastor (28) e Iván Sánchez (48) se convertirán en el ícono en diferentes momentos de su vida.
Desde distintos puntos geográficos de España, José nos da la bienvenida desde un departamento con paredes color crema de Madrid, e Iván nos saluda rodeado de luminarias desde una plaza de lo que él definió tan sólo como “un pequeñísimo pueblo de Galicia”.
–A punto de culminar la cuenta regresiva para el estreno mundial de Bosé, ¿cómo los trata la expectativa?
Iván: Por ahora yo lo vivo tranquilo. Ya veremos qué sucederá.
José: En mi caso, es según el día. A veces me pongo un poco nervioso… ¡pero con alegría, eh! Es que llevamos tanto tiempo trabajando en esto que ya tengo ganas de que todos lo vean.
–Los espectadores van a encontrarse con seis capítulos de 50 minutos. ¿Cuánto trabajo hubo detrás de ellos?
José: El rodaje duró tres meses, pero la previo se extendió bastante más. Calculo que habrá sido medio año de ensayos, de aprender coreografías y canciones, y de trabajar con el texto y los directores. Se trató de un período de investigación difícil y entretenido en el que fuimos encontrando y desarrollando cosas. Por comentar algo, para mí resultó muy intenso lograr encontrar la forma de andar de Miguel y comprender su actitud.
“Un día Miguel nos vino a visitar al rodaje, a saludar, y se mostró encantado. No nos dio ningún tip para personificarlo: llegó cuando ya estábamos cerca del final. Lo notamos muy contento, feliz, con que seamos nosotros los que lo encarnemos” (José e Iván)
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Mientras José habla, descubrimos que Iván desvía sus pupilas hacia la izquierda y que cinco personas se acercan para abrazarlo con entusiasmo. Raudamente, devuelve el saludo y retoma la mirada a la cámara de su móvil, para seguir las palabras de José hasta que su expresión nos da a entender que hay algo que no está bien. Es ahí cuando decide pararse intempestivamente y, sin apagar su celular, avanzar con apuro.
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El zoom y sus inconvenientes
José: (Con expresión confusa) ¿Será que Iván está disponible? Se ve súper líao.
Iván: Sí, ¡perdonad!, es que me estoy quedando sin batería y voy a engancharme al hotel.
José: Vale. ¿Seguimos entonces? (observamos cómo Iván se sube a la parte trasera de un auto).
–¡Sigamos!
–(Risas grupales).
–José, ¿cómo hiciste para sumergirte en la psicología de Miguel Bosé?
–Lo primero fue analizar el texto como si el personaje no fuera él, como si fuese cualquier otro, ¡como Hamlet!
–Antes de encararlo, ¿conocías en profundidad su música?
–No, yo no. Sabía canciones como Amante bandido, Sevilla y Morena mía, pero poco más. Del universo Linda, Don Diablo y todo eso no tenía ni idea. Descubrirlo me explotó la cabeza, porque yo no imaginaba que bailaba como bailaba. ¡Era impresionante! O sea, ¡la pierna le llegaba a la cabeza!
–¿Requeriste dobles para filmar tal hazaña?
–(Tentado) No, no, lo hice yo. Me estiré todo lo posible y llegué hasta donde pude. Me ayudó haber hecho danza clásica, contemporánea y jazz. También, recordar mis conocimientos de cuando practicaba capoeira a los 16 años. Aunque parezca mentira eso el cuerpo lo recuerda.
–Pero lo tuyo fue mucho más allá, ¿verdad? Cuéntenos de su preparación para ponerse en la piel de semejante ídolo popular…
–Uf. Significó un trabajo muy exhaustivo. Con Yolanda Molina, la bailarina que nos ayudó en todo el proceso corporal, observamos muchísimo sus movimientos y trabajamos cada coreografía como pases de baile, a los que fuimos sumándoles sus movimientos. Encontrar esa precisión fue trabajoso.
–¿Espiaste el trabajo de otros actores que interpretaron cantantes?
–Sí. Vi la serie de Luis Miguel (2018-2021); Rocketman (2019),la película que cuenta la vida de Elton John, y The Doors (1991), que fue una revelación, porque es increíble. Medio que me volví un poco loco en plan “tengo que ver todas las películas y series que tratan de un personaje real, para ver cómo lo han hecho”.
–¿Por qué pensás que se da este furor por conocer la vida privada de los artistas?
–Porque ellos generan una sensación de cercanía. Si lo pensamos, nosotros, desde la tranquilidad de nuestras casas, podemos escuchar lo que salió del corazón de un cantante. Y con los actores pasa algo parecido: si trabajamos en una serie diaria de alguna manera estamos de lunes a viernes en el living de los espectadores, y ahí se produce una conexión unilateral, porque ellos conectan con nosotros, mientras nosotros no conocemos nada de esa gente. De allí que estas películas brindan algo desconocido, sobre la vida personal, respuestas sobre el actor a preguntas como “¿Qué hace cuando está solo?”, “¿Cómo se prepara el desayuno?”.
Miguel Bosé en persona
–¿Es verdad que conocés personalmente a Miguel Bosé?
Iván: (Extiende su sonrisa) Sí, tengo la fortuna desde hace unos veinticinco años, y recuerdo que en aquel entonces me decía que yo parecía su hermano pequeño (José abre los ojos bien grandes, colmado de sorpresa), por mi gran parecido con él. Es que yo de joven de verdad me parecía mucho. De hecho, cuando me enteré por un amigo de que se iba a realizar esta ficción, enseguida me desafié: “Uh, yo tengo que estar ahí”. Pocas veces te viene como actor un proyecto que te llena y te hace muchísima ilusión: éste era un papel por el que moría de ganas.
–¿Vos contactaste a los productores para entrar en la audición?
–No, la oportunidad llegó a través de mi agente. Un día, a horas de tomar un vuelo hacia México, me envió un mensaje que decía: “Corre, ¡tienes que hacerme esto en tres días!”. Abrí el link adjunto y encontré una entrevista a Miguel (Bosé) en la que vestía una camisa verde pistacho. Antes de subir al avión, caminando delante de una tienda de la calle Mayor, de Madrid, vi una camisa muy parecida. No lo dudé: entré, la compré y la metí en la maleta.
–¿Causó impacto tu look?
–¡Sí! Un mes después, en el casting en el que conocí a José, me dijeron que no habían podido creer el toque de la camisa. Y no sólo eso, cuando grabé el video tenía el pelo y la barbita como Miguel en el video. Estaba como caído del cielo.
–Ya rodando, ¿les pusieron algún tipo de maquillaje prostético?
Iván: No, no, nada (José niega con la cabeza). Es que nunca fue nuestra intención hacer una imitación de Miguel.
–¿Cuál dirían que sí fue su intención?
–Narrar lo que estaba escrito en el guión, y llegar lo más profundo posible. No queríamos meter mano, puesto que Miguel fue bien generoso contándole su historia a Nacho Faerna, quien escribió la serie que quería escribir. A mí me encantó. Creo que toda la expectativa y el morbo quedaron cubiertos. ¡Hay mucho de todo!, ¿no José?
José: Absolutamente.
Iván: Es que Bosé ha tenido una vida intensa.
–¿Van a develar hechos desconocidos?
José: Pienso que sí. Y a confirmar rumores.
Iván: Es que de la vida privada de Miguel no había prácticamente nada, porque él se encargó de ser muy celoso de ella.
–Aparte de él mismo, ¿quiénes acercaron la interesante información sobre Bosé que se va a ver?
José: Sobre todo han sido amigos los que han hablado, gente que lo ha conocido muy bien y durante muchos años. ¡A ellos los bombardeamos a preguntas!
–¿Y a Miguel? ¿Existió una cena entre los tres?
Iván: (Ambos ríen e intercambian miradas)… Un día Miguel nos vino a visitar el rodaje, a saludar, y se mostró encantado.
–¿Les dio algún tip? ¿Les dijo “la clave para interpretarme es…”?
José: “Éste es el secreto” (risas). No, lamentablemente no. Vino cuando ya estábamos cerca del final. Lo notamos muy contento, feliz, con que seamos nosotros los que lo encarnemos. Incluso, me contaron que comentó: “¡Cómo me ha pillao el José, eh!”.
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La conexión fluye. Los dos actores se muestran totalmente comprometidos –y divertidos– con la entrevista. Que empieza a desandar la cuenta regresiva. Momento para imaginar, en conjunto, lo que se les viene a partir de la serie. Acaso, ¿cierta fama a nivel mundial?
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José: A mí nunca me ha pasado a gran escala. Creo que voy a estar agradecido al menos que de repente surjan millones de haters. Aunque ¡mejor que no suceda!, porque nosotros pusimos todo el corazón en esto. Tanto es así, que creo que la gente lo va a notar y en parte va a devolvernos con cariño tal esfuerzo.
Iván: Si eso sucede serán maravillosas noticias.
–Como, si sucede, seguramente sus fans van a querer indagar en sus vidas privadas, anticípennos: ¿Cómo se definirían?
José: ¿En general?
Iván: (Suelta una carcajada) ¡Qué preguntas, qué preguntas!
–Cuentan la vida de Miguel Bosé ¡¿y no quieren contar la de ustedes?!
José: Vale. Creo que soñador sería un buen calificativo para adjudicarme. También podría decir que a veces soy excesivamente responsable. Ah, y que soy sensible.
Iván: Lo es, de eso doy fe.
José: Y ya está, ¿no? ¿Con eso va bien? (une sus manos sobre su nariz como pidiendo por favor)
Iván: (Risas) Bastante. Es mi turno, y es complicado, porque hay una cosa en la que coincido con Miguel: él siempre dice que es incalificable, que no se lo puede etiquetar, porque es muchas cosas, lo que le da la gana ser, y yo soy medio igual…, no me gustan las etiquetas. Pero por dejar alguna cosilla, puedo contarte que me considero un gran viajero, muy tenaz, que cuando quiero algo lo persigo, y que cuando hago algo lo hago con todo el corazón, con humildad y con mucho trabajo.
–¿Consideran que poco a poco esta serie va a ampliar la fama de Bosé?
José: Pienso que sí, que para los jóvenes puede ser un descubrimiento total, como lo fue para mí.
–Con su casi tocayo, Luis Miguel, fue así: las nuevas generaciones volvieron a escuchar sus hits.
Los dos: Puede pasar, y sería increíble que ahora las nuevas generaciones empiecen a escuchar sus canciones.
–Pasaron el desafío. Despidámonos con música: ¿Cuál es, desde sus perspectivas, la mejor canción de Miguel Bosé?
José: Abrir y cerrar me encanta, pero Si tú no vuelves, me vuelve loco: está escrita con una sensibilidad brutal. Se nota que la hizo una persona que siente mucho y que observa mucho lo que siente.
Iván: Esa composición a mí también me enloquece. Es que, ¿a quién no?
Por Kari Araujo
Fotos: Paramount+
Búsqueda de Archivo: Mónica Banyik
Agradecemos a Carolina Alvarado, Paramount+ y Pulpo PR
