El Hijo de la Novia cumple 20 años desde su estreno. La película argentina dirigida por Juan José Campanella se ganó el corazón de varias generaciones, obtuvo el reconocimiento de La Academia y se convirtió en una de las cintas “semillero” de los films argentinos con proyección internacional.
“La verdad que fue una película que se hizo pensando que iba a ser un fracaso” afirma entre risas Juan José Campanella en diálogo con GENTE desde el otro lado del teléfono, en algún lugar de los Estados Unidos. La película, que de fracaso no tuvo nada, fue estrenada en las salas de cine un 16 de agosto de 2001, meses antes del estallido socioeconómico que marcó la década del 2000 en Argentina.
Con las actuaciones principales de Ricardo Darín, Héctor Alterio y Norma Aleandro, el ‘dream team’ terminó de definirse con Eduardo Blanco, Claudia Fontán, Natalia Verbeke, Gimena Nóbile, David Masajnik y Atilio Pozzobón. “Cuando escribíamos el film con Fernando Castets, los únicos actores que teníamos en mente eran Ricardo y Eduardo. Sus personajes los armamos pensando en ellos. Aunque la historia ni siquiera estaba definida” recuerda Juan.
La aventura en la que todos nos sumergimos nació gracias a una charla de Campanella con su padre un día que estaban visitando a su mamá en el geriátrico donde se encontraba internada. Aquella tarde, su papá le contó que tenía ganas de casarse con su madre por iglesia, ya que no habían podido hacerlo, y que quería arrancar “un ciclo nuevo” frase que el personaje interpretado por Héctor Alterio repite en el film. Esa conversación conmovió tanto a Juan que sintió la necesidad de contárselo a su amigo de años Fernando Castest. Casi como una suerte de telepatía, en ese preciso momento, se dieron cuenta que esa era la historia que querían narrar.
Tras un largo proceso escribiendo y reescribiendo el guion, y unos 15 bocetos para encontrar “la sencillez” que querían reflejar en una historia un tanto compleja, Juan convocó a los productores de su ópera prima - en el cine argentino - “El mismo amor la misma lluvia”. La respuesta que recibió definitivamente no fue lo que esperaba “esta película es veneno, me dijeron” cuenta a modo de “tragicomedia” el aclamado director. “No la va a ver nadie”, “Es totalmente anti comercial”, “¡Es un bajón!”, “Va a ser la ruina de tu carrera”, “No hagas esta película” fueron algunas de las reacciones que recibió por el guion del Hijo de la Novia. No convencido con esto, Campanella decidió mostrarle el texto a Jorge Estrada Mora “la única persona que creyó en él”.
“Jorge (Estrada Mora) siempre estuvo firme con la película, me dio el impulso que necesitaba y entonces le alcancé el guion a la gente de Polka” cuenta el ganador del Óscar en un último intento por “vender” aquel guion que implicaba una especie de homenaje a su historia familiar.
El desconocido rol fundamental de Guillermo Francella en la creación de la película
Por aquel entonces Adrián Suar se encontraba haciendo “La cena de los tontos” de Francis Veber junto a Guillermo Francella. Juan y Guillermo no se conocían, pero eso no fue impedimento para que el curioso actor tomara prestado aquel guion que Suar no había hecho tiempo de leer. “Como pasa muchas veces, uno demora en leer un guion, y un día Guillermo le pregunta a Adrián ¿ y este guion que es? y se lo lleva para leer. Francella es un lector nato. Al otro día llegó y le dijo a Suar: tenés que leerlo porque está buenísimo” confiesa entre risas Campanella quien asevera que gracias a Guillermo Francella pudieron hacer la película.
Ya con las manos en obra, Juan y Fernando, seguían sosteniendo que iba a ser una película de difícil venta, no en el sentido comercial, sino en cuanto a la comunicación. Sin embargo, con el material en marcha un día Juan José recibió un llamado premonitorio “una vez me llamó Suar en pleno rodaje y me dijo: me parece Juan que con esta película vamos a viajar” y así fue.
La importancia del Hijo de la Novia en la industria cinematográfica nacional
Exactamente 15 años antes de 'ElHijo de la Novia' había habido un éxito muy importante que fue “La Historia Oficial”. Si bien, la película protagonizada por Norma Aleandro, llamó la atención del mercado internacional no había tenido seguimiento. ”Yo creo que El Hijo de la Novia fue una explosión, pero ya tenía un precedente, se venían generando cosas que iban abriendo el mercado. Creo que si la película hubiera salido en 1986 también pudo haber sido un éxito internacional, pero tal vez no hubiera abierto un camino” reflexiona del otro lado de la línea Juan José Campanella.
Con el “surgimiento” del cine argentino en los años 90, los festivales internacionales comenzaron a poner el foco en este lado del planeta. Para ese entonces, varios países como España o Estados Unidos comenzaban a movilizar circuitos de cine extranjero, y en ese contexto apareció El Hijo de la Novia y “pegó mucho”.
“Es una película que se recomendó principalmente de boca en boca. Yo recuerdo que en el Festival de Montreal se vio al mismo tiempo que en Argentina cuando recién se había estrenado” rememora el director, productor y guionista, “fuimos a verla y el crítico de la revista Variety hablaba por celular y le decía a alguien: tenés que ver esta película" se ríe.
El film recibió excelentes críticas de la prensa internacional y ya estaba siendo vista prácticamente en toda Europa. Sin embargo, a Latinoamérica no llegó hasta luego de estar nominada en los Premios Óscar. “Ese es nuestro gran problema, Latinoamérica, que no compra productos latinos ¡No les interesa! Excepto cuando están nominados al Óscar. Fue mucho más fácil venderla a Francia que a Perú” reflexiona Juan sobre esta irracionalidad.
El film fue filmado entre enero y febrero de 2001 en un panorama complicado para Argentina, pero el estallido “no se veía venir ni loco”. El rodaje duró exactamente ocho semanas y tuvo un costo “normal” según su creador. “Costó lo mismo que costaba cualquier película de Polka en ese momento. Era el promedio de la película 'tipo' Argentina. Habrá salido entre 1 millón y 1 millón 200 mil dólares” hace memoria Campanella, quien pícaro confiesa que “no había nadie caro en el film, ni siquiera Ricardo (Darín)”.
“Hoy El Hijo de la Novia, con muchas menos condiciones, en seis semanas de filmación, filmando en digital como se filma todo ahora, no baja de 2 millones de dólares” afirma convencido y agrega “Aún estando en el 1 a 1 en ese momento, filmar era mucho más barato que ahora”. Entre cacerolas y corralitos, como si hubieran tenido una máquina del tiempo, el personaje de Darín decide vender su restaurante en la película al grito de “cuándo no hubo crisis en argentina”. Un diálogo que 20 años después, resulta muy actual.
'El Hijo de la Novia': la historia que inmortalizó el amor de los padres de Juan José Campanella
Juan José Campanella nació en 1959 en la provincia de Buenos Aires y como muchos argentinos tiene ascendencia italiana y española. Su madre “era una actriz frustrada” que se había criado al lado de los Estudios San Miguel en los años 30. Su abuelo nunca la había dejado ser actriz “porque creía que era un ambiente de perdición”. Sin embargo, eso no fue un impedimento para que su mamá se inclinara por el humor en la vida cotidiana.
Al igual que en la película su madre mantenía intacto ese sentido del humor que la caracterizaba. “Cuando mi mamá ya tenía alzheimer, me di cuenta que el sentido del humor es una de las últimas características que se va. Ella tenía muchísimo sentido del humor, estaba siempre pensando chistes, salidas y ocurrencias. Era muy irónica y sarcástica, y cuando no nos reconocía a nosotros seguía entendiendo un chiste o por ahí te contestaba con algo que vos te dabas cuenta que era un chiste” rememora Juan José con una imaginable sonrisa al otro lado del teléfono.
Todas las frases de Norma Alenadro en la película son reales. “Mi mamá tenía dos poemas que le gustaban mucho. El que está en la película es el de Baldomero Fernández Moreno: setenta balcones hay en esta casa, setenta balcones y ninguna flor” recita de memoria Campanella, quien también confiesa que su madre repetía mucho una poesía española llamada “La Profecía” (Rafael de León).
El alzheimer es una enfermedad que a la familia más cercana le afecta de una manera indescriptible “te desubica mucho, es una persona que la tenés enfrente pero comienza a perder rasgos de su personalidad. Es como que está físicamente ahí pero la personalidad va desapareciendo. Es muy doloroso verlo y es un proceso muy largo” certifica Juan, quien comenta que en el caso de su madre empezó con pequeños olvidos y cuando se convirtió en algo muy notorio, desde aquel primer día hasta su deceso pasaron casi 20 años.
“De hecho falleció después que mi papá, cosa que nunca imaginamos que iba a pasar. Es tan lento y tan progresivo todo, que te hace replantearte muchas cosas. Por lo menos a mí me hizo replantear qué es lo que hace una persona además de lidiar con el dolor. Básicamente vas haciendo el velorio en vida. Los últimos dos años de mi mamá casi ni abrió los ojos, pero con mi papá le hablábamos como si entendiera todo y cuando parecía que ya no oía, nosotros le seguíamos hablando como si ella oyera” asegura Juan, quien con sus palabras logra transmitir cada sentimiento vivido. “Cada tanto tenía destellos de comprensión, parecía que las cosas se acomodaban y había como dos segundos de destellos de comprensión” destaca.
Su madre llegó a ver su primera película estrenada en Estados Unidos, “The Boy Who Cried Bitch” presentada en 1991 y a la que Campanella denomina como “un fracaso total”. “Mi mamá me vio fracasando (risas). Ya cuando le llevé las noticias de ‘El mismo amor la misma lluvia’ no me reconoció. Parte de eso está también en el film, lo dice Ricardo: ‘Ahora que me va bien ella no lo puede ver’” afirma sobre sus vivencias personales plasmadas en la pantalla grande.
Eduardo Blanco y Claudia Fontán: el recuerdo de haber hecho El Hijo de la Novia
Eduardo Blanco, Juan José Campanella y Fernando Castets se conocen desde hace aproximadamente cuarenta años. Cuando eran jóvenes, sus caminos se encontraron mientras estudiaban cine y actuación. Por aquellos años, los tres coincidieron en un largometraje super 8.
"Con Juan y Fernando somos amigos desde hace muchos años. En un momento Juan se fue a estudiar a Estados Unidos y a su regreso teníamos ganas de trabajar en conjunto, ese fue como el embrión de 'El mismo amor la misma lluvia' que fue la presentación de Campanella como director en Argentina, a pesar de que ya había dirigido dos películas en Estados Unidos. Ese film abrió la posibilidad de hacer la segunda, que fue: El hijo de la Novia" certifica Eduardo Blanco a este medio.
Blanco recuerda que por aquellos años el film fue una de las primeras películas en tener un sitio en internet "era una suerte de blog donde la gente comentaba y yo recuerdo haber leído cosas como 'no conozco Argentina, pero después de esta película quiero conocer'. Ahí te das cuenta de la importancia del cine a nivel país. Yo soy de los que piensan que junto con el deporte, el arte y la ciencia, tienen un lenguaje visual que trae buen marketing para el país. Por eso, el Estado debería apoyarlo más" asegura el actor de cine, teatro y televisión.
Claudia Fontán, por su parte, llegó al film a través de un casting para el personaje de Sandra (ex esposa de Darín). "En ese momento yo estaba grabando una tira en Polka, el final de 'Gasoleros' y solo podía presentarme al casting a última hora. Terminé de grabar tarde y ya lo daba por perdido" afirma la actriz entre risas, "fue el último casting del día y Campanella me contaba que ya tenía casi definido el personaje. Fui sin expectativas y terminé quedando" agrega.
'El hijo de la Novia' fue una de las primeras experiencias en cine para Fontán "fue muy lindo filmar con Darin, Norma, Eduardo… y ser dirigidos por Campanella, para mi era como estar en Disney. Juan es un gran director de actores, tiene el don de saber armar elencos. El decía: si vos haces un buen casting, tenés la mitad del éxito de la película" rememora Claudia quien define a la cinta como "un antes y un después en su camino como actriz".
El final de la historia que dejó una huella en los argentinos
Ni Eduardo ni Claudia, recuerdan haber vuelto a ver la película. Si bien fue un proceso que disfrutaron y le tienen mucho cariño, ambos coinciden en que les resulta 'extraño' volver a verse.
A diferencia de ellos, Juan volvió a verla en reiteradas ocasiones. Pero hay una fecha que especialmente recuerda "hace seis o siete años hubo una función en San Nicolás, que es la ciudad de donde vino mi papá, y ahí la pude ver con mi hijo por primera vez. A mi me encanta la película" afirma seguro el director, quien confiesa que hace aproximadamente dos meses vio El hijo de la Novia porque una de las escenas se convirtió en un meme. "Cada vez que hay un político que no gusta aparece la escena de Darín de: 'es un pelotudo, se está tratando'" comenta entre risas.
Posteriormente, reconoce que a raíz de eso vio "una copia trucha en internet" y se enganchó tanto que terminó enviándole un mensaje a Ricardo (Darín) y ambos se pusieron nostálgicos. Juan también recuerda que a su familia le gustó mucho la película "mi papá la vio el día del estreno en el Cine América. Yo estaba muy pendiente de él, de lo que pensara. Estaba serio, no se reía ni nada, estaba como hipnotizado. No sé lo que le habrá pasado por la cabeza, pero sé que después la fue a ver al cine como cuatro o cinco veces" finaliza.
Al igual que en el film sus papás finalmente no se casaron por iglesia. A pesar de las insistencias de Juan con los altos directivos canónicos, un sacerdote le dijo que su madre no estaba en condiciones de asimilar una unión de ese tipo. "Era el Director de la Cátedra de Abogacía en la UCA y me atendió barbaro. Yo iba realmente a preguntar por el caso de mi madre, no era solo investigación para la película" asegura Campanella, quien como todo buen director, tuvo la agudeza, la curiosidad y la originalidad de convertir aquella charla en el personaje de Luis Brandoni en 'El hombre de tu vida' exactamente diez años después. Pero esa, es otra historia.