La segunda temporada de Luis Miguel, la serie, que se estrenó a principios de la semana, retoma uno de los temas que más impactó a la audiencia en la primera parte: la desaparición de Marcela Basteri, la madre del cantante.
Durante los dos primeros capítulos de la segunda temporada, se narra una posibilidad sobre el destino incierto de la mujer y que tiene como escenario la casa en Las Matas.
La casa que la familia poseía en el municipio de Las Rozas, en Madrid, se muestra como el lugar clave de la historia. La misteriosa propiedad ya había sido mostrada en la primera temporada. De hecho, en el último capítulo, se ve llegar a Basteri junto a Sergio, su hijo menor, para encontrarse con Luisito Rey, el padre del Sol de México, que se convirtió en el villano más odiado de la serie.
En el primer capítulo de esta misma entrega de Netflix, se menciona que Luis Miguel emprende una investigación comandada por Mossad (la agencia de inteligencia de Israel) para encontrar a su madre, quien desapareció en 1986 después de abordar un vuelo con destino a Madrid, España.
Esta indagación permitió conocer por primera vez la posibilidad de la muerte de Marcela Basteri. El cantante escuchó de voz de “Tito”, su tío, que en la casa de Las Matas, un poblado de Madrid, España, ocurrió “un accidente” y fue Luisito Rey el responsable.
Aquella casa, sobre la que ahora sobrevuela una hipótesis macabra, realmente existe. Está ubicada a 26 kilómetros de la capital española, entre Monte de El pardo y el pueblo de Torrelodones. Según relató el periodista Javier León Herrera en su libro Luis Miguel: la historia -en el que se basa la serie- está emplazada en un entorno tranquilo donde reina la naturaleza, en torno a un exclusivo club de golf y con vista a las sierras. Los principales atractivos turísticos de la zona son el Parque Regional de la Cuenca Alta de Manzanares y el río Manzanares.
Tal como se cuenta en la ficción, perteneció a Luis Rey desde los años ochenta. Antes de su muerte, el padre del músico se la vendió a una acaudalada familia de la zona. La vivienda en sí es de estilo moderno, cuenta con una amplia piscina, emplazada en una terraza y con vista al campo de golf, tal cual se muestra en la serie. También posee una cancha de tenis profesional.
Según consignan varios medios mexicanos, la propiedad es alquilada, desde hace tres años, por un hombre que vive allí en soledad.
En una reciente entrevista, el actor Andrés García, amigo de Luisito Rey, recordó su paso por la mansión. Según contó el exgalán, cuando fue a visitar allí a su amigo se encontraban con él su hermano Tito y el cuidador de la casa, a los que notó muy nerviosos.
García relató que notó que los tres hombres estaban ansiosos por abandonar el lugar y que sintió que “algo tenebroso y muy feo” había ocurrido allí.