El periodista, crítico de cine y también cineasta, que a raíz de la pandemia debió interrumpir sus viajes por el mundo entrevistando a celebrities, desafió a la pandemia del Covid-19 desarrollando un film de 40 minutos con la participación de famosos.
“Debo reconocer que no fue de manera premeditada: quería lanzarlo un jueves, como sucede con los estrenos, pero bueno, coincidió con mi cumpleaños, así que terminé festejando por partida doble”, cuenta sincero Alexis Puig (47), quien dio a conocer Avistaje, su película de 40,56 minutos, el mismo 11 de junio en que celebró los 47 años.
Escrita y dirigida por Alexis en plena cuarentena, este “falso documental”, como lo llama, relata la historia de José Maria Listorti (encarnada por el propio José María Listori), quien se convierte en el centro de un controvertido y aparente descubrimiento, registrando, desde su celular objetos voladores no identificados.
A partir de tal momento las imágenes comienzan a generar adhesiones y repudios de un gran número de actores, periodistas e investigadores nacionales e internacionales, entre los que pueden distinguirse a Beto Casella, Diego Cremonesi, Leo Montero, Sebastian Wainraich, Gustavo Sylvestre y Gerardo Romano, entre otros.
“La película se filmó íntegramente con celulares. La idea era ésa: editarla en casa, con las aplicaciones y efectos de mi iPhon, nada más. Carece de artificios. La subí directo a YouTube”, explica Alexis, festejando también su regreso al detrás de cámara:
“Mirá que transcurrieron diecisiete años de mi última incursión en la dirección”, memora sobre aquellos tiempos, cuando estudiaba en el Centro de Investigación y Experimentación de Cine y Video (C.I.E.V.Y.C.), cursaba el Master de Cine Documental en la Universidad de Barcelona, España, y realizaba los documentales El retrato de Felicitas (2000, Con Jean Pierre Noher, Pancho Ibáñez y Jorge Dorio) y Sin cuartel (2003, rodado en Barcelona).
"... Y pensar que ahora la rodé, desarrollé a nivel técnico y distribuí sólo usando teléfonos. ¡Increíble!", cierra un Puig aún incrédulo, tomándose su calva cabeza.