Después de las versiones que volvieron a generar preocupación sobre su salud, Charlene de Mónaco reapareció en un acto oficial en el marco de una misa por la festividad de Santa Devota. La princesa presidió por primera vez el acto religioso debido a que Alberto de Mónaco estaba transitando la etapa final de un cuadro de coronavirus, pero la familia luego se mostró completa al saludar al público desde uno de los balcones del Palacio.
En un gesto de autoridad, la ex nadadora decidió sentarse en la primera fila como una ciudadana más y dejó vacío los bancos laterales que se disponen para la familia real en los costados.
No hay dudas que Charlene no es querida por el resto de la familia de los Grimaldi, prueba de ello es que estuvo completamente sola en la misa. Sus cuñadas, las princesas Carolina y Estefanía y sus sobrinos no estuvieron presentes en el acto.
Solamente la estaba esperando Melanie-Antoinette Costello de Massy, que es prima en segundo grado de Alberto de Mónaco.
El look de Charlene de Mónaco
Si hay algo que se puede decir es que la sobriedad reinó a la hora de hablar de su atuendo. Charlene se inclinó por el gris, uno de sus colores favoritos: lució una falda con vuelo con corte asimétrico en el bajo, una chaqueta estilo americana, una polera de jersey, botas altas al tono y guantes.