De extensa trayectoria peinando y cuidando la cabellera de las celebrities más reconocidas de la Argentina, Miguel Romano puede darse el lujo de no atender a ciertas figuras que por un motivo u otro no le cierran. Y así sucedió con Wanda Nara, la empresaria cosmética que divide sus días entre sus casas de París y Milán.
De visiva en Los Mammones (América TV), el prestigioso estilista, que ha cobrado notoriedad por tener entre sus clientas fijas a Susana Giménez, brindó reveladoras declaraciones de la oportunidad en la que le dijo que no a la actual esposa de Mauro Icardi.
En charla con Jey Mammon y su panel, Romano recordó la vez que se negó a peinarla para su casamiento con Maxi López. “Paso a contar una anécdota de mi segundo papá, que es el número uno del estilismo”, advirtió la periodista Marcela Tauro.
En ese sentido, contó que la hermana de Zaira "fue hacerse color a su local y pagó mucho dinero por las extensiones". Acto seguido, Tauro le dio el pase a Miguel para que terminara de relatar lo ocurrido el día de la boda.
“No es que pasó algo… no la quería peinar para el casamiento. Ya lo saben ustedes. Porque no arreglábamos”, detalló e inmediatamente realizó una seña con las manos donde dejó en claro que el problema era económico.
Según los trascendidos, Wanda soñaba con ser peinada por él e incluso lo había manifestado anteriormente en la mesa de Mirtha Legrand. Un anhelo que además motivó una charla privada para concretar el ansiado encuentro entre la modelo y el estilista.
Luego, Silvina Escudero indagó más en la cuestión y le preguntó si había existido la posibilidad de que ella le ofreció hacer canje por el peinado. Una consulta a la que Miguel Romano respondió con un completo silencio.
