Wanda Nara se animó al diván de Vero Lozano para su programa Corta por Lozano y, si bien todos los ojos hoy están puestos en la salud de la conductora de MasterChef, la entrevista se grabó hace varios días y fue previa a la internación que disparó la incertidumbre sobre su estado actual.
Lo cierto es que las conductoras de Telefe dialogaron de todo sin tapujos, y repasaron en una honesta charla los temas que todos quieren escuchar: de amor, su familia, trabajo, proyectos laborales que se vienen y maternidad.
"Un sueño que se me hizo realidad", dijo Vero, al comenzar la edición de su programa de esta tarde. Al mismo tiempo, no se hizo la distraída y nombró que la mediática está pasando un momento muy particular.
Wanda Nara habló de su vida como mamá de cinco chicos
La conversación entre Wanda Nara y Vero Lozano fluyó como la charla de viejas amigas. Al saludarse, la empresaria confesó que nunca ha hecho terapia en su vida, porque "no tiene tiempo", y por eso confesó su miedo a sentarse en el Diván y confesarse.
Mientras veía el material que la producción preparó de un recopilatorio de toda su carrera, la ahora conductora de Masterchef no paraba de sonreír, y llegó a emocionarse hasta las lágrimas al ver todo lo que ha logrado desde que dio sus primeros pasos en los medios y también su vida como mamá.
"Yo estoy muy agradecida a este país, con Argentina... y me emociona mucho como pude, en mis hijos reflejar eso, ellos aman a Argentina...",
comenzó diciendo la conductora de Masterchef
Fue entonces que recordó cómo sus hijos viven a pleno su conexión con el país, pese a que solo Valentino nació acá: "Cómo lloraban en cada partido del Mundial. Realmente ellos viven este país, se sienten argentinos. Yo lloré muchas veces cuando me iba, porque sentís que te desconectás y no, son tus raíces", aseguró sobre las tantas veces que le ha tocado dejar el país temporalmente.
Al ser consultada por Vero Lozano sobre lo más difícil que ha vivido con el desarraigo, Wanda confesó que ha sido poner en pausa la vida y perder momentos de lo cotidiano en familia, por ejemplo, con su hermana, madre y sobrinos. Sin embargo, reconoció: "Tuve la suerte de dedicarme a la infancia de cada uno de mis hijos...".
La separación con Maxi López y cómo formó una familia ensamblada con Mauro Icardi
Wanda Nara se refirió a su separación con Maxi López, el papá de sus tres hijos: Valentino, Constantino y Benecdito, de lo cuesta arriba que fue tomar una decisión que involucraba a los chicos: "La primera vez que me separé sentía culpa, el psicólogo me sacó esa culpa que yo sentía como mujer, porque sentía que le estaba sacando su papá a mis hijos", recordó.
Asimismo, aseguró que con el pasar de los años, lograron tener una relación cordial como exparejas y padres en común. "No tenemos mucha relación pero por los chicos, hablamos siempre cosas puntuales. Ya los chicos son grandes, se manejan solos y son muy independientes..." , sostuvo.
Sobre la familia ensamblada que formó con su actual pareja Mauro Icardi, con quien tuvo a las dos nenas, Francesca e Isabella, contó que desde el principio el futbolista tuvo muy claro que quería tener una familia, además, que la conoció teniendo a sus tres hijos chiquitos.
"Nos casamos al poco tiempo, y también era por la seriedad del afuera digamos, porque nosotros siempre supimos lo que queríamos".
Con respecto a la convivencia, detalló que cuando ella o Mauro Icardi tienen una importante propuesta que requiere que se muevan de país, se sientan con todos los chicos y cada uno opina, comparte sus puntos de vista y después de ese espacio, toman la decisión de avanzar o no.
"Cuando sale una propuesta, ellos son los primeros que dicen vamos, no hay problema. No entienden o no tienen ningún interés, tienen esa inocencia que vos le decís que hay un contrato importante, y ellos van, para estar, para acompañar...".
La emoción de Wanda Nara al escuchar a sus hijos
Vero Lozano, sorprendió a la ganadora del Martín Fierro como Revelación del año en la televisión argentina, al mostrarle los especiales saludos que sus hijos grabaron para esta entrevista. Por supuesto, Wanda Nara se emocionó y se quebró luego de escuchar los mensajes de agradecimiento y amor de los chicos.
"Son lo más, hablan mal todavía el español. Entre ellos hablan o en italiano o inglés... La verdad que como se adaptan a los cambios, es increíble... Les enseñé el revés, a ser fuertes, lamentablemente como padres nadie quiere ver sufrir a sus hijos y esa fue mi educación para ellos y entre ellos se ayudan un montón...", contó entre lágrimas, orgullosa de su crianza.
La empresaria aseguró que sus hijos tienen personalidades totalmente diferentes, y es ella quien se adapta a cada uno y los acompaña a cumplir sus sueños. "Me gusta que cada uno desarrolle lo que quiera ser..." , señaló en la charla por Telefe.
"Te quería felicitar por estar en Masterchef, y gracias por hacer todo lo que haces por nosotros todos los días". "Estamos muy orgullosos de vos, y Te amo mucho". "Sos la mejor mamá que un hijo quisiera tener", fueron algunas de las palabras que le dedicaron los jovencitos.
La anécdota con Valentino, su hijo mayor
Wanda dijo que soñó mucho con que su primer hijo fuera un varón, y aseguró que le tocó el mejor hijo mayor, pues, contó que es un gran compañero, serio, independiente y que la ayuda muchísimo. "Es un gran ejemplo para sus hermanos".
La también modelo, sostuvo que pese a siempre estar ligada al mundo del fútbol, nunca le inculcó a sus hijos estar en este mundo. Fue entonces que puso el ejemplo de Valentino, el adolescente de 14 años que hoy juega en una de las divisiones de River. "Le dije que no era necesario, todo lo que implicaba y me dijo, este es mi sueño, y bueno, lo acompañamos".
Entre las cualidades de su primogénito, contó que es muy creyente de Dios y muy agradecido. Por lo que vive cada una de sus etapas con mucho compromiso. Para lograr estar hoy, jugando en las canchas de Argentina, Valentino se preparó fuertemente y la conductora se siente orgullosa de todo su esfuerzo.
"De chiquito jugaba en Europa y acá se preparó, estuvo dos meses entrenando, se paraba temprano y decía que iba a quedar seleccionado... El día que le tocaba ir, mi mamá lo encontró a Valentino rezando en su casa, y se le caían las lágrimas...", rememoró.