Soñador, “cursi” (según sus propias palabras) y angelical. Así es Jorge Rey, la persona detrás del personaje público. Y sus sentimientos también los vuelca en la ropa que diseña. Es por eso que es habitual que el creador santafesino pose bajo los flashes vestido con outfits de lo más fantasiosos. Como una expresión 3D de una vida que, reconoce, vive en estado de poesía pura.
No por nada ama estar en las nubes; motivo de la remera de microtul con la que fue parte hace días de la fiesta +GENTE. Le gustan el amor a la antigua, las citas eternas y entender la complejidad de su transformación, esa en la que se permite ser actor de la mano de Cris Morena y desafiar los límites de la creación.
De su momento más oscuro al descubrimiento de su "sensibilidad más extrema"
–¿Cómo viviste el proceso artístico en el que, además del diseño, viraste a la actuación con Margarita, el spin off de Floricienta?
–Lo viví muy desde adentro. Fue una decisión que se fue dando y que por momentos me costó. Después me dije: “Ese casting que se dio fue algo que buscaste y soñaste, y se está dando”. También estudié, me preparé y ejercité con amor.
Todo lo que se hace con amor, el otro lo siente. Por eso cuando estás haciendo alguna disciplina artística lo más importante es poder conmover el otro. Esa es la verdadera magia.
–¿Cuál fue el click que sentiste para buscar desarrollar otras formas de expresión?
–Se dio en un momento muy oscuro de mi vida, en el que estaba muy triste y vacío. En algún momento hasta sentí que no tenía alma ni corazón, pero era un pedido de clemencia. De ayuda hacia mí mismo: “Salí de ahí, movete. Buscá nuevas formas de contar cosas para expresarte y de motivarte a vos mismo”.
No todo pasa por el cristal. Eso es algo que me llamó mucho la atención. Como nativo digital todo era virtual, siempre detrás de una pantalla… y aunque hiciera los vestidos siento que pude registrar y hacer consciente esa búsqueda en la creación. Una vez así pude accionar en base a eso, cambiar y tomar una nueva dirección.
–¿Cómo fue trabajar con Cris Morena, que siempre les abrió camino a nuevos artistas?
–Trabajar con Cris fue increíble. Ella siempre abre caminos y para mí es una genia, ella y su equipo. La verdad que es algo con lo que siempre soñé y no pensé que iba a suceder. Pero la vida te da sorpresas… cuando soñás mucho, algo sucede. Así que estoy fascinado y contento. Y muy agradecido con ella y con el universo.
El rol de Cris Morena como mentora, la redefinición de la Alta Costura y su ambición como diseñador
–¿Qué es lo que más admirás de ella como descubridora de talentos?
–Lo que más admiro de ella es su templanza, su carisma y su forma mágica de hablar… La considero una amiga y es lo más. Estoy muy feliz y mi niño también lo está: poder ser es algo increíble y expresarme es maravilloso.
–¿Qué cosas nuevas aprendiste de vos durante esta redimensión de tu vos artista?
–Aprendí muchas cosas. Entre ellas, a escuchar mucho más, a mis clientas y a mis amigas. Creo que me escucho mucho más al estar atento a lo que mi cuerpo y mente necesitan. También aprendí a registrar la intuición de decir: “Che, pero por acá no es” y a estar un poco más calmo para ver todo distinto.
Otra cosa es tener aún una mayor sensibilidad: hoy estoy muy sensible todos los días de mi vida. Siento que son más verdaderos los sentimientos… es como otra dimensión, otro mundo.
–¿Se siente distinta la conexión del público desde que te subiste a un escenario?
–Sí, es totalmente otra sensación. Pasa que la gente que me para en la calle siempre me dice cosas como “qué lindo cruzarte” o “que lindas tu voz y tu energía, las re siento”. Y eso es lo más lindo de hacer arte, que el otro reciba esa energía, y que tal vez se interpele, se pregunte y se cuestione.
–En este momento particular del país, ¿cómo sentís que debe redefinirse la alta costura?
–Yo en mi caso estoy haciendo casi piezas de arte. Claro que no estamos en París, pero acá en Argentina se puede inventar todo. Somos muy creativos y trabajadores. Además, tenemos unas cabezas que son buscadas por todo el mundo porque hemos atravesado tantas crisis y tantos altibajos que somos súper resolutivos y nos adaptamos a todo.
Contamos con equipos reducidos cuando afuera para hacer una producción son un millón de personas. Acá resolvemos e improvisamos… y lo hacemos posible.
–Además de haber ampliado tu atelier, ¿cuáles son tus grandes ambiciones como diseñador? ¿A quién te imaginás vistiendo?
–Ay, soy re ambicioso. Por ahí mis amigos me dicen: “Qué raro él siempre haciendo algo”. Yo me obsesiono con las cosas, las llevo a cabo y después ya salto a otro tema. Soy bastante hiperactivo y hacedor, creo que eso es algo que me define como creativo.
Me encantaría vestir a Lady Gaga. Siento que ella es una gran referente de una generación que tiene una forma de ver el mundo muy distinta.
Jorge Rey: "Estuve peleado con la parte más banal de la moda"
–¿Cuál es el mood inspiracional que vivís en este momento en el que ya estás trabajando en tu próxima colección?
–El mood en el que estoy es la expresión y dejar de impresionar. Escribir, componer y obviamente diseñar, buscar texturas y pensar en cómo abarcar el concepto en un 360.
–¿Sentís que la moda a veces es subestimada como algo banal y que no termina de dimensionarse que no sólo da trabajo a otras personas sino que es un verdadero arte?
–Absolutamente. Creo que en algún momento estuve como peleado con esa parte de la moda y después busqué resignificarla en mi vida y hacerla a mi manera.
Lo interesante de la moda es que es algo social. Es decir, sería totalmente hipócrita de mi parte creer que no es algo que expresa y cuenta algo. A veces uno quiere impresionar simplemente; es como un acto de rebeldía... Hoy me di cuenta de que al final estamos todos de paso y lo importante es ser auténtico. Eso es algo que la gente valora un montón hoy en día, porque si no son todos espejitos de colores.
De sus fantasías de la infancia al sueño de vestir a Máxima Zorreguieta
–¿A qué personalidad de la realeza te gustaría vestir y qué le pondrías?
–A la reina Máxima. Le pondría algo inspirado en Los juegos del hambre, que me encanta. Es un concepto que es cada vez más fuerte a nivel mundial (N.d.R: A través de la moda, en el film se transmiten mensajes poderosos sobre la identidad, la rebelión y la resistencia).
–En tu fantasías, ¿qué predominaba cuando eras chico? ¿Te imaginabas viviendo cómo?
–Esta pregunta es re loca, porque creo que yo siempre veo mi fantasía hecha realidad. A veces me pensaba de grande y me veía como una nube dorada. De hecho, cuando me tengo que vestir para una fiesta o lo que sea, me veo con un aura dorada. Creo que los caminos de la vida son algo mágico y que todos somos únicos.
Lo que más le gusta de las personas, su costado más "vintage" y la resistencia a la cultura de las apps de citas
–Otras veces hemos hablado acerca de que no tenías ganas de estar en pareja y que la líbido estaba concentrada en la creación. ¿Sigue siendo así o ya igual de ocupado pero más abierto a la conexión?
–A mí me encantan las conexiones y las mentes brillantes. Personas con las que podés hablar de todo aunque no llegues a ningún punto. Viste que hoy es todo sexual y es todo cuerpo, y en ese sentido yo soy súper vintage.
Para mí el amor es algo químico que se genera de la atracción energética entre dos seres, y es algo maravilloso. Algo que no me pasa porque aún no llegó la persona que aunque no le guste bailar termine bailando conmigo. Así que mientras tanto hago mi camino y creo.
Pero yo re quiero tener mi pareja e hijos. Es un sueño que siempre estuvo conmigo y que me encantaría.
–¿Cómo te llevás con la cultura exprés de las apps de citas?
–Te diría que no me llevo. Me aburre esto de impresionar de modo constante. Honestamente, no me llegó.
–¿Cómo es para vos una salida perfecta hoy con alguien que te gusta?
–Hoy con alguien que me gusta me encanta ir a tomar un café y disfrutar salidas largas en las que vas a almorzar, visitás un museo de San Telmo, más tarde vas a tomar una copa de vino, a bailar y terminás viendo las estrellas o la luna.
Me encanta el romanticismo. Me encanta lo neurodivergente. No sé, vos me regalás una naranja, es un cuento sobre la naranja y yo la voy a guardar toda la vida. Sólo le doy valor a lo que el otro considera como valioso. A veces hay cosas que no tienen precio y uno puede ser millonario de espíritu y esa gente a mí me encanta.
–¿Cómo sos cuando estás enamorado?
–Soy un cursi hermoso y lo celebro. Soy súper leal, nada de relaciones abiertas. Me gusta el respeto mutuo y la cercanía.
Tengo muchos tipos de amores y creo que es re tierno estar enamorado y permitirse esa vulnerabilidad. Entregarle el corazón al otro y saber que lo tiene entre dos paños y es capaz de destruirte.
De las veces en que le rompieron el corazón a su preocupación por la violencia contra las disidencias
–¿Te rompieron muchas veces el corazón?
–Ay… atravesé muchos duelos y me han roto muchas veces el corazón. Soy muy enamoradizo. A veces siento que soy el último romántico. Me encanta hablar de poesía y darle a todo otra perspectiva.
¿Y cómo solés atravesar los duelos? ¿Sex and the city en loop?
–Si me rompen el corazón, atravieso el duelo con arte, creando, haciendo, creando un cuento, haciendo un disco… ¡¿por qué no?!
–¿Cómo sentís que están viviendo hoy las disidencias y qué es lo más preocupante? Sigue habiendo bastante violencia, al menos desde los discursos en las redes…
–Es un tema que me interpela demasiado… Yo a veces no me doy cuenta porque lo llevo con naturalidad. Yo respeto a todo el mundo y solamente pido lo mismo. Me considero un humano más allá de lo que pueda hacer en cuatro paredes y cómo me vista.
El respeto por los derechos humanos es primordial. Gracias a Dios yo no tengo tanto hate en las redes. Alguno que otro aparece, pero les contesto a full.
–Hace poco Santi Talledo contó que estaba con el novio en un taxi y se sintió muy mal con la reacción del taxista, que se mostraba indignado y tuvo miedo de su reacción. ¿Vos también lo vivís así?
–A veces no entiendo a las personas pobres de espíritu, y nunca los voy a entender. ¿Por qué vas a condenar al otro para que sea como vos querés? Me parece una ridiculez. A mí me gusta el amor. Me gusta abrazar a todo el mundo. En el encuentro con el otro uno expande su corazón y su mente, que es lo único que nos vamos a llevar de acá.
Es lo único que importa: todo lo demás es cotillón. En mi caso soy una persona que camina libremente por todos lados pero he tenido situaciones muy incómodas. Para mí el respeto por el espacio del otro siempre es importante. A veces uno se da cuenta que el otro se incomoda o hace un comentario, pero bueno, hay que tener templanza. Muchas veces te dan ganas de mandarlos a la mierd* pero intento mantenerme en mi eje.
–Si te cruzaras hoy con alguno de tus excompañeros de colegio que te han hecho bullying y tuvieras la oportunidad de charlar, ¿qué les dirías?
–Wow. Le preguntaría: “¿Estás siendo feliz?”. Esa pregunta es muy Jorge. Sólo les preguntaría eso.
Al final, unas cortitas al estilo cuestionario Proust
–¿Cuál es tu idea de la felicidad?
–Expresarme libremente y sentirme cómodo, eso me da felicidad.
–¿Cuál es tu mayor extravagancia?
–Ay, me mataste… ¡No lo sé! Me faltan un montón de extravagancias por hacer.
–¿Qué don de la naturaleza te gustaría poseer?
–Me gustaría poder mover agua y mares. Como el viento. Me encantaría.
–¿Cómo te gustaría morir?
–Hashtag “iconic”. ¡Qué dark se puso todo de repente! He fantaseado bastante. ¡Capaz que próximamente lo vean!
Fotos: Chris Beliera, Alejandro Carra y Rocío Bustos.
Arte de portada: Gustavo Ramírez.
