Diego Ramos: del día que lo tuvieron que sacar de la cocina de un shopping a por qué no es cholulo consigo mismo – GENTE Online
 

Una pausa con Diego Ramos: del día que lo tuvieron que sacar de la cocina de un shopping a por qué no es cholulo consigo mismo

El actor repasa desde su época como galán, a su presente como conductor radial, cuenta qué es lo que más le aburre de la fama y habla sobre la devoción por sus cuatro perros gigantes.
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Soy cero cholulo conmigo mismo”, asegura Diego César Ramos (51). Su versatilidad hace que al mismo tiempo pueda actuar en Sex, conducir la primera mañana de Radio Nacional (Ramos Generales) y dirigir una obra para niños (El Concierto de los chicos, en el CCK). ¿Su vida perfecta? Sin estridencias, en compañía de sus perros de raza Porthos y de su pareja, el abogado Mauro Cernadas.

En esta nota, el actor que protagonizara decena de novelas y series (desde Ricos y famosos a Violetta y Educando a Nina) retoma su época de galán, habla de ambiciones, paternidad y su intuición a la hora de elegir sus pasos: “No soy un arquitecto de mi profesión”.   

La versatilidad como actor que nunca lo aburre, la magia de la radio, su ambición y sus referencias de la infancia

–En el último tiempo cambiaste proyectos, para liderar las mañanas de Radio Nacional (AM 870). ¿Cómo cambia tu rutina al terminar tan tarde por Sex, viví tu experiencia y levantarte más temprano para ir a la radio?

–Siempre fui de levantarme temprano y dormir poco. Me gusta mucho la mañana, porque es donde mejor funciono. Soy metódico y cuando termino la función voy para casa y trato de acostarme temprano. Encima no puedo dormir siesta porque no me gusta dormir durante el día.

La primera novela en la que participó fue Montaña rusa (1994). A partir de allí le seguirían "tanques" televisivos como Ricos y famosos (1997-1998), Verano del '98 (1998) y Muñeca Brava (1999). Como "galán" también participó de producciones colombianas como Pedro, el escamoso. Las generaciones más jóvenes lo conocerán como el padre de Tini en Violetta.

–¿Qué es lo que más te sedujo de tener tu propio programa?

–No sé si la seducción pasa por tener “mi propio programa”. Pasa por la radio, un medio que me encanta como oyente y me encanta desde la comunicación. Acompañar a alguien desde que se levanta hasta que llega al trabajo o lleva a los hijos al colegio. Cuando empieza su día, sea lo que sea que haga, me gusta mucho.

–¿Tenés algún referente de conductor que te haya marcado o que te haya terminado resultando como inspiración?

–Siempre vi mucha tele. Me gustaban mucho Nico Repetto, Juan Alberto Badía (1946-2012), Berugo Carámbula (1945-2015), Fernando Bravo y Jorge Guinzburg (1949-2008). Todos en distintos estilos, pero con un nivel de comunicación que me llegaba y gustaba mucho.

–¿Cómo se vive la magia de la radio?

–Es genial la radio... llega a lugares y situaciones que ni sospechás. Todo lo que digas es escuchado, tenido en cuenta y recordado. Como oyente, me gusta contestarle a la radio, no poder bajar del auto por escuchar cosas interesantes y ver esas imágenes que me plantean las voces en mi cabeza. Y me encanta generar eso desde este lado del micrófono.

Actor polifacético y hoy, conductor de radio. Lidera la primera mañana de Radio Nacional, al frente de Ramos Generales (lunes a viernes, de 7 a 10 de la mañana). Allí comparte equipo con Mariana Gil Laborde (locución), Lourdes Marchese (judiciales), Horacio Marmurek (espectáculos), Milton Re (humor) y Rodrigo Ruiz (deportes).

–¿Cómo surgió la experiencia de encargarte de la dirección artística de El concierto de los chicos, y cómo fue ese desafío?

–Me llamaron para darle una forma un poco más teatral a este concierto, para la puesta, la historia. Por trabajos anteriores míos en dirección de musicales y muchas obras infantiles que hice.

Me encantó, y dije que sí inmediatamente. Es una linda responsabilidad trabajar para chicos. Si le gusta lo que ven y la experiencia, el teatro gana un espectador para toda la vida.

–Allí abordan clásicos de María Elena Walsh o Hugo Midón. ¿Qué canciones de tu infancia te retrotraen a momentos memorables de tu vida?

–Todo lo que tenga que ver con el mundo de María Elena Walsh, me transporta a mi infancia. Esos cuentos, el humor inteligente y la observación en todo lo que escribía.

El mundo de Midón me lleva a descubrir el teatro, la fantasía y la magia que se produce en un escenario, donde todo se puede transformar y crear. La obra es un mundo de personajes maravillosos y canciones con una música hermosa de Carlos Giani.

"No soy un arquitecto de mi profesión. No hago algo hoy pensando en lo que me reportará mañana. Lo hago por lo que significa hoy para mí", admite el actor que a los 18 comenzó a estudiar arte dramático con Luisina Brando.

–Tu presente artístico es de lo más versátil, desde trabajar con Muscari a partir del erotismo a dirigir un espectáculo infantil, ¿sentís que tenés algún proyecto al que aún no te hayas animado?

–Seguramente debo tener muchos proyectos pendientes. No soy un arquitecto de mi profesión. No hago algo hoy pensando en lo que me reportará mañana. Lo hago por lo que significa hoy para mí. Así que sí, seguramente vendrán muchas cosas que no se me ocurren en este momento.

–Cuando eras chico y soñabas con la actuación, ¿cuáles eran tus ambiciones? ¿Sentís que las cumpliste?

–Nunca fui muy ambicioso en cuanto a lo que quería hacer o lograr. Siempre quise estar en un escenario o algo que tenga que ver con el teatro, así que se podría decir que sí, que cumplí lo que quería.

En todas las funciones, en algún momento me acuerdo cuando estudiaba, cuando era chico y quería hacer esto. Recordar lo que quería y ver lo que hago en una sala llena y con gente disfrutando es genial.

La verdad de su vida como galán: del “chico correcto” que interpretaba a por qué nunca ve sus trabajos

–Cuando ves trabajos pasados tuyos como galán, ¿cómo recordás esa etapa? ¿Y qué te genera verte en tus comienzos?

–La recuerdo con mucho cariño. Fue una época de mucho aprendizaje. Nunca tuve problema con el rol de galán porque para mí es un actor que hace un papel de determinadas características en una novela. No me veo y no me vi nunca, soy cero cholulo conmigo mismo.

Diego Ramos junto a Natalia Oreiro en la exitosa novela Ricos y famosos
Diego Ramos junto a Natalia Oreiro en la exitosa novela Ricos y famosos (1997-1998)

–Uno de tus trabajos más resonantes de adolescente fue en Ricos y Famosos, ¿cuáles eran las cosas más surreales que te pasaban con las/los fans por ese entonces?

–Pasaban cosas relacionadas con estar en tele o hacer cierto tipo de personajes que apuntaban a cierto público. Una época sin redes, donde sólo te enterabas de lo que le pasaba a los actores desde las revistas o si te los cruzabas. Una vez me tuvieron que sacar por la cocina de un shopping porque había un colegio de adolescentes.

–¿Hubo alguna escena de beso de telenovela que recuerdes especialmente ya sea por algo histórico o por alguna anécdota graciosa?

–Nunca tuve muchas escenas muy jugadas en las novelas porque mi galán era más del estilo de chico correcto. Así que eran bastante pocas y convencionales.

–En el último tiempo por suerte se empezó a hablar mucho más acerca del acoso que muchos sufrieron en los medios, ¿alguna vez pasaste por alguna situación de ese estilo?

–Por suerte, no. No sufrí ningún tipo de acoso y nunca vi nada de ese estilo con compañeras o compañeros.

–¿Qué es lo que más te aburre de la fama y qué es lo más gratificante del reconocimiento?

–No sé si me aburre, pero no tengo cintura para ciertos temas o verme involucrado en ellos. Tipo peleas o cosas por el estilo. Lo más gratificante es todo lo lindo que te puedan decir. Fundamentalmente si es que hiciste reír a alguien o le hiciste pasar un buen momento.

Junto a dos de sus cuatro adorados perros, Porthos y Byron, a quienes ama "darles toda la atención y amor que se merecen".

De su tiempo de ocio perfecto y su devoción por sus perros gigantes, a su idea de paternidad

–¿Qué es lo que más disfrutás hacer cuando no estás trabajando y cómo hacés para hacerte tiempo con tu pareja estando tan ocupado? 

–Lo que más me gusta es estar en mi casa con mis perros. Limpiar y ordenar. Ver series. Muy tranquilo todo.

–Tu familia se completa con tus cuatro perritos, que son verdaderas estrellas en Instagram (se llevan varias publicaciones en Instagram), ¿qué tanto trabajo te dan y cómo es criarlos? 

–Llevan mucho tiempo, pero no sólo de baño o lo lleva cepillarlos. Tiempo de estar con ellos, de juego, de enseñarles, de estar echados en el piso y darles toda la atención y amor que se merecen.

Con el perfil bajo que lo caracteriza, Diego Ramos sostiene que su vida ideal es estar en su casa con sus perros, y "limpiar y ordenar. Ver series. Muy tranquilo todo".

–Se llaman Porthos, Byron, Ortega y Gasset, ¿la elección de esos nombres va más allá de lo explícito?

–A Porthos lo llamé así porque es el más grande y noble de los mosqueteros (esta raza es de perro gigante). Byron es por Lord Byron (el poeta inglés), que tenía uno de esta raza y le escribió un poema divino cuando murió, que lo describe tal cual. Ortega y Gasset, porque son dos hermanos y me divierte utilizar un nombre de una sola persona para los dos.

–¿Te gustaría convertirte en padre (más allá de que ya paternás a tus perritos)?

–Me gustaría ser padre… pero no es algo que tenga como asignatura pendiente.

Fotos: archivo Grupo Atlántida y redes sociales.

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