La pandemia le puso freno a quince meses de records en dos continentes con su última gira, “que me obligó a una conexión inédita conmigo misma”, dice. Íntima, habla de las lecciones del confinamiento “que me hicieron crecer” y hasta le permitieron “vivir el duelo a fondo y como nunca antes” tras su separación de Sebastián Yatra. Y “mejor plantada y más segura”, cuenta que aunque “hoy la soledad me es positiva, siempre estoy dispuesta a enamorarme”. Y a horas de lanzar Ella dice junto a Khea, el “reggaetón duro” de su nuevo álbum, revela: “Me gusta verme sexy, es parte de mi libertad”.
Ella dice que 2020 será “el año de la angustia” en su memoria. De una “incertidumbre social” aleccionadora en un recorte personal. Ella dice que “hacía mucho tiempo que no tenía tanto tiempo”. Que logró consigo “una conexión inédita”. Ella dice que inició “un rico proceso interno”. Que “estabilizó sus emociones y hoy se siente en paz”. Ella dice que redescubrió “el valor de lo más simple”. Y que agradece haber “vivido un duelo en crudo y a fondo, como nunca antes” tras una separación. Ella dice que creció.
Quince meses de velocímetro al top la llevaron por cuarenta y ocho escenarios en dos continentes y, de paso, batió un récord nacional siendo la artista femenina con ocho presentaciones en el Luna Park. Tini (23) vivió en rush, aprendió a saludar a multitudes en seis idiomas y a dormir en aviones. A punto de despedirse del Quiero Volver Tour, en el Movistar Arena que ella misma inauguró, la pandemia resultó una violenta frenada.
–¿Sos del grupo de quienes creen que 2020 habrá sido un año perdido o de aquellos que aseguran haber sabido capitalizarlo?
–Como todo en la vida, las dos miradas son muy posibles y respetables. Pero creo que de todo esto tan terrible que estamos viviendo algo positivo siempre queda. En mi caso particular ya no recordaba cómo era estar tanto tiempo en casa, con mi familia reunida. Revaloricé lo más simple. De repente terminamos de almorzar y no tengo que salir volando a ningún lado. Me sorprendo pensando: “Ey, hay tiempo de sobremesa, de charla, de debate”. Hay un regreso a lo cotidiano y me hace feliz. Realmente siento que este confinamiento me sirvió para madurar personalmente. Atravesé todas y las más diversas emociones sin horarios de vuelo ni la prisa de algún show. Ya no hubo necesidad de tapar con actividades esos momentos en los que sentís que explotás. No me quedó otra que procesar lo que me pasa de un modo distinto, honesto, sin ruidos. Y me hizo crecer.
–A nivel profesional se planteó una prueba inesperada…
–Totalmente. Terminé mi álbum grabándome en casa. Y fue una experiencia diferente: pensar en cada concepto, ´cranear´ las situaciones, manejar otros tiempos… Hasta decidí comenzar a hacer un curso de producción musical, algo que postergué durante años por no tener tiempo necesario. Pero en ese proceso no dejo de pensar en mi equipo en este contexto de crisis económica mundial. Porque los shows será parte del último rubro en aprobarse. Nadie esperaba esto ni nadie tiene en claro qué pasará, no queda más que aprender a vivir con esta situación.
–¿En qué imprimís esa energía tan propia, tan característica que hoy, tal vez sobra?
–Muy por el contrario de lo que el ritmo de mi carrera pueda dar a entender, tengo la bendición de tener una personalidad bastante tranquila. Me gusta mucho estar en mi casa, en mi cuarto, en mi cama… Me gusta la soledad. Sigo con mis clases de canto y de baile vía online, hago mis ejercicios vocales quince minutos diarios. De repente agarro el micrófono y practico la voz en vivo, o me pongo a repasar las coreografías de mis shows frente a mi espejo. Muevo el cuerpo, y de paso ensayo un rato. Practico, porque sé que en tal o cual paso la voz puede correrse, entonces pulo esos detalles, trabajo más el apoyo, busco mejorar… Es por ahí canalizo esa energía. Pero tampoco soy hiperactiva, disfruto de la quietud.
–¿Seguís teniendo a mano tu libreta de anotaciones personales? ¿Escribís?
–Claro. Estuve terminando algunas canciones que me gustan muchísimo, como la que tal vez le siga en difusión a Ella dice. Se trata de una de mis preferidas del álbum, esa que debía aparecer y en el momento exacto… Y llegará de la mano de uno de los artistas de los que he hablando en tantas entrevistas… Es alguien, me animo a decir, por quien amo la música. Juro que nunca creí que pasaría. Cuando se la envié, pensé: ´¿Qué sería lo peor que podría pasar? ¿Qué me dijese que no?´ Y la respuesta fue inesperada. ¡Estoy tan feliz, tan agradecida de escuchar este tema que salió del corazón, cantada por esta figura! Aún no cabe en la cabeza (risas). Mientras continúo formateando algunas otras ideas y ya imaginando el álbum que vendrá, evaluando posibles caminos musicales y pensando: “¿Hacia dónde iré? ¿A qué me animaré? ¿Qué quiero proponer”
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