Stephanie Demner revela detalles de su vestido de novia y de su fiesta de casamiento: ¿Qué sorpresas habrá? – GENTE Online
 

Stephanie Demner se viste de novia y revela detalles de su casamiento y su despedida de soltera: "A mis amigas ya les dije que no quiero..."

La cita con GENTE se da en el atelier de Marian Saud, el sitio que la modelo, empresaria e influencer visita desde hace tres meses en completo hermetismo. ¿El motivo? La elaboración de los tres vestidos de novia que utilizará para casarse con su gran amor: Guido Pella.
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Fue el 20 de mayo de 2019 que Guido Pella (34) le pidió casamiento a Stephanie Demner (33) frente al castillo de la Bella Durmiente en Disneyland Paris, y fue un mes antes que ella, en un acto de fe, se compró un vestido de novia que finalmente no usará.

Cinco años más tarde –más madre, más empresaria y más adulta que en aquel entonces–, la rubia de mágica sonrisa se encuentra con GENTE en el atelier de Haute Couture de Marian Saud dispuesta a probarse diversos vestidos de novia bajo el riesgo de que alguno le guste más que los tres que ya tiene reservados.

"El 27 de marzo, cuando vine por primera vez al atelier, busqué algo que vaya con mi estilo y que me quede lindo y cómodo", comparte la futura novia frente al perchero del que sacó el vestido que lucirá el 20 de diciembre.

Cada día más cerca del altar

En poco más de tres meses todos los planes y todas las pruebas de vestuario habrán llegado a su fin, y será el momento en que las ceremonias nupciales inicien.

La primera se realizará el viernes 13 de diciembre, cuando Stephie y Guido se casen oficialmente en el registro civil, y la segunda –la gran boda– tendrá lugar el viernes 20 de diciembre y contará con detalles y condimentos absolutamente únicos. Para contarnos todo sobre ellos, comenzamos a charlar con Stephie mientras ella posaba con uno de los resplandecientes vestidos de novia del sector "bridal" del local.

"Ahora me ven divina, pero estoy convencida de que el día del casamiento voy a llorar un montón porque soy re llorona", reconoce la futura novia que lleva seis años en pareja.

–Stephie, ¿cuándo arrancaste a buscar los diseños que vas a lucir en tu boda?

–Soy una novia muy relajada, así que fue hace unos tres meses, o sea, hace muy poquito.

–¿Elegiste a la diseñadora Marian Saud por algún motivo en especial?

–No, nunca habíamos trabajado juntas, pero siempre veía sus vestidos y pensaba "necesito un eventazo para ponerme uno de esos". Y en la búsqueda de diseñadores –porque el vestido que yo había comprado hace unos años sentía que era muy simple y que necesitaba algo más importante– ella me mandó un mensaje por inbox que decía "Hola, yo encantada de hacerte el vestido", y yo lo tomé como una señal.

Con un corazón eterno grabado sobre su costado derecho, Demner se prepara para vivir uno de los días más soñados. Foto a foto, nos irá develando sus gustos.

–Todas vimos películas en las que la novia llega a la famosa prueba acompañada por amigas. ¿Quién te acompañó a vos?

–Flor, una gran amiga y confidente que me ayuda con el estilismo desde hace años y que sabe qué me queda lindo y con qué me voy a sentir cómoda. Creo que habremos llegado a las 15 hs y a las 15:28 hs ya nos estábamos yendo. ¡Así de rápido fue!, es que al tercer vestido que probé yo sentí "listo, este es mi vestido".

–Desde entonces, ¿viene teniendo muchas modificaciones el diseño?

–Marian Saud: Sólo algún retoquecito que otro porque se lo estoy haciendo a medida. Bah, ahora también le estoy cambiando un poco el escote para darle un touch.

"Este vestido es divino, pero mis tres vestidos van a ser 100% blancos porque yo soy muy tradicional en eso", admite Demner.

–Stephie: No sabemos cómo va a llegar mi vestido al día que lo tenga que usar porque cada vez que vengo le hace cositas. O sea, capaz es una versión reversionada diez veces, pero ya está, es ese (Risas). ¡Es más! Ese mismo día volví a casa y le mostró a Guido el vestido que tenía guardado desde hace cinco años cosa de anularlo y que no lo pueda usar. Hasta lo mostré en mis redes sociales, todo.

–Lo re quemaste.

–Sí, es que ya no va a ser mío. Va a ser de alguien más porque probablemente lo sortee. Yo ese día voy a usar dos vestidos: el de la ceremonia y recepción, y otro más cortito para la fiesta. Esos dos los estoy haciendo con Marian, y el del civil también, ¡me casé con Marian!, no me estoy casando con Guido, me estoy casando con Marian básicamente (Más risas).

Luciendo la sonrisa eterna que tan bien conocen sus 1.4 millones de seguidores de Instagram, Stephanie Demner sonríe para el lente de GENTE.

–Entonces imagino que tenés un vestido corto para el civil, una largo para la ceremonia y uno corto para la fiesta...

–Así es. El principal, por supuesto, es el de la ceremonia que es un vestido muy imponente, muy lindo, soñado y único.

–El 99% de las mujeres sólo prueban vestidos de novias cuando saben que se van a casar, pero vos llevas años mirándote al espejo con distintos modelos. ¿Sentís que eso te pone cierta presión extra?

(Alza la mirada) Yo me he vestido de novia mil veces para las revistas y esas cosas, y muchas veces me vi de novia. O sea, no es raro verme de novia, pero el vestido que use en mi boda quiero que realmente sea especial, porque sé que hay muchas expectativas sobre qué me voy a poner y, por suerte, creo que vamos a estar a la altura de esas expectativas.

Con la misma seguridad con la que lleva años posando delante de las cámaras, Stephie posa con un vestido de corte sirena en la previa de su casamiento. ¿Si está nerviosa? "Por ahora nada. Capaz los nervios me agarran el día antes", comenta.

–¿Guido también le está poniendo onda al look?

–Guido no tiene traje ni sabe. Es más, en un momento me tiró "yo tengo uno en el placard, me pongo ese", y le dije: "no, ¡dale!". Así que está en búsqueda y ya tengo una amiga que me prometió que Guido no iba a caer de jogging básicamente, porque él es capaz de que llegue el día del casamiento y que no tenga la corbata o la camisa, o que el pantalón no le cierre. ¡Es capaz!

–¿Y no pensaste en meterte vos en su vestuario?

–Yo estoy armando todo el casamiento. ¡Que se ocupe! No, no, no. Si tiene una responsabilidad es llegar vestido al casamiento.

–¿Y tu hija, Ari?

–Ari va a tener un vestido blanco muy tranqui con detalles de mi vestido: Marian le va a poner como un moñito.

–¿Planeas ir con ella hasta el altar?

–Todavía no lo planeé, porque no sé si le va a gustar. No sé. Además como que siento que si voy con ella caminando, yo voy a estar de su mano como torcida y con los tacos... Raro. Así que quizás ella traiga los anillos con mis sobrinitas. Pero hay que ver si quiere también. ¡Tiene mucho carácter mi niña! Es capaz de pedirme "teta mami", y no, bueno, dale (Risas).

"Yo me he vestido de novia mil veces para las revistas y esas cosas, pero el vestido que use en mi boda quiero que realmente sea especial, porque sé que hay muchas expectativas sobre qué me voy a poner", dice Demner.

Un temón: La despedida de soltera

Conversando con su amiga y socia Agus Casal (también presente en la producción) y con la diseñadora Marian Saud, Stephie confiesa que Guido pidió, como despedida de soltero, "pasar 24 horas sin que nadie lo moleste jugando a los jueguitos con todos sus amigos como si fuese un cyber". "Lo cual me encanta, porque prefiero que esté jugando a los jueguitos que enfiestado no sé dónde", aclara divertida su prometida. A los cual, indudablemente, le consultamos si su despedida de soltera va a tener más acción.

En cada cambio, la diseñadora Marian Saud se encargó de todos los detalles.

Mientras Marian le acomodaba la falda con vuelo, esto nos contestó: "¡Es un tema la despedida de soltera!, porque yo siento que tiene que ser un descontrol porque no concibo una despedida de soltera en donde nos hagamos skin-care y aprendamos a hacer make up, ¿entendes? Pero a la vez tengo una hija, entonces como que no tiene mucho sentido mi concepto de despedida de soltera quilombo si después vuelvo a casa con mi hija y es de 'mala madre'".

Al escucharla, las presentes no pueden evitar recalcarle que "mínimo alguna bizarrada tiene que haber, un partybus o algo". A lo que ella comenta: "Deje todo en manos de mis amigas. Incluso les deslicé que a mí también me gustaría una despedida de soltera compartida. Pero está en sus manos. Yo sólo dije 'esto sí y esto no'".

–¿A qué le dijiste que no?

–A pibes en bolas, ¡porque madre! En eso les dije que tranqui, porque yo soy re tranquila y ya con que me lleven a bailar es un montón.

–¿En términos de looks también pusiste un stop?

–Cero. La verdad que no tengo ni idea de qué va a pasar. Es más, en un momento dijimos "bueno, nos vamos de viaje tres o cuatro días a algún lugar, ¡así que todo puede ser! Como no lo estoy planeando, me dejaré sorprender.

"A Stephie le queda bien todo, pero este no es el vestido de sus sueños. Ella tiene un gusto más romántico y como novia es más princesa Disney", nos desliza la diseñadora mientras le muestra un vestido que hasta ahora Stephie no había visto.

Spoiler alert: Los detalles de la boda de Stephie y Guido

Steph nos confesó que en varios medios salieron datos de su boda "que son cualquiera" porque le pifian en la cantidad de invitados, las fechas de las ceremonias y en datos que parecen irrisorios. Obviamente, desde GENTE, quisimos contar los datos verídicos. Así que acá van:

"El civil va a ser el viernes 13 de diciembre por la mañana y va a culminar con un almuerzo 'tranqui' en un salón de eventos. Después, el 20 de diciembre, vamos a hacer la ceremonia en el patio de ladrillos del Hotel Faena que va a estar ambientado muy lindo a las 18:30 hs, que es cuando empieza como la tardecita", arranca develando Demner.

"Estuve a nada de cambiar mi vestido por este de plumas de acá. El temita es que ya lo estábamos spoileando", nos comenta apreciando su imagen en el espejo.

–¿Los va a casar un cura?

–No, el casamiento formal lo vamos a hacer en el registro civil una semana antes, y el día de la ceremonia nos van a casar simbólicamente el mejor amigo de Guido y mi mejor amiga que es de la facultad.

–¿En qué va a consistir la ceremonia?

–Hablarán ellos, hablará Guido –que le da mucha vergüenza– y seguramente también hable la mamá de Guido que escribe cosas muy lindas. No lo tenemos del todo planeado, pero va a ser algo muy íntimo y cero protocolar. Tenemos ganas de que nos casen nuestros amigos porque no queremos una persona que no nos conoce diciéndonos cosas que les dicen a todos los que se casan. Es decir, va a ser un casamiento hermoso pero a nuestra medida, con las cosas que nos gustan a nosotros y sin nada impuesto.

"El día de la ceremonia nos van a casar simbólicamente el mejor amigo de Guido y mi mejor amiga que es de la facultad porque no queremos una persona que no nos conoce diciéndonos cosas que les dicen a todos los que se casan", comparte.

–¿Ya tienen las alianzas que se van a entregar?

–Justo hace unos días nos medimos los anillos, así que ya sabemos que van a ser de oro amarillo. El mío va a tener unos diamantitos y el de Guido nada. Bah, adentro, como el mío, va a tener la fecha y nuestros nombres.

–De la ambientación de la gran fiesta posterior que se va a realizar en frente, en el Faena Art Center, ¿hay algo que nos puedas adelantar?

–La va hacer Pau (Paula Mata), una ambientadora que está en todos mis eventos y me conoce a la perfección. Algo distinto es que no van a haber mesas, sino livings, porque no quiero el "me metiste en la mesa de..." o el momento en que están sentados y no conocen a nadie, o la incomodidad de no tener tema de conversación. Quiero que todo fluya, que se genere un lindo clima.

–¿Va a tocar alguna banda?

–Sí, una de La Plata que yo quiero mucho que se llama Sin ensayo, ¡y ninguna más!

"Guido de base tiene mucha familia, ¡imaginate que sólo de Bahía Blanca vienen como sesenta familiares!", comenta risueña con respecto a la lista de invitados de su boda.

–¿Tendrán carnaval carioca?

–Estamos viendo eso porque no me gusta mucho el cotillón... Estuve buscando y me pareció todo feo, todo mmm. Así que no sé.

–¿Cuántos invitados ya recibieron la invitación?

–Entre 200 y 250, ¡que son íntimos! Te diría que es como un casamiento grande pero a la vez chiquito porque donde sea que mire sé que va a haber gente que quiero mucho. Gente que va al cumple de uno de Ari y también a mi casamiento. O sea, vamos a ser muchos, porque Guido de base tiene mucha familia –imaginate que sólo de Bahía Blanca vienen como sesenta familiares– y tenemos mucha gente, pero a la vez es íntimo.

En sus redes, la influencer que la semana pasada ganó el Premio Ídolo a "Mejor Emprendimiento de la industria digital" por Serendipity, se define como "modelo, emprendedora y mamá".

–¿Van a haber tenistas, modelos e influencers?

–Pocos. Estuve mandando justo el otro día las invitaciones y son pocos los seleccionados porque no voy a invitar gente por invitar. Obviamente que van a haber amigos de Guido del mundo del tenis, pero no es un casamiento que va a estar repleto de famosos. Es más, el otro día, mandando las invitaciones, Guido empezó a sacar gente porque ya pasaron unos meses desde que se retiró.

De la luna de miel a la noche de bodas

Más de uno anticipó que quizás elegirían Disney como destino de luna de miel, pero la respuesta de Stephanie Demner no puede ser más distante. Al consultarle, ella respondió: "Todavía no pensamos en una luna de miel y siento que Ari todavía es muy chiquita para que nos vayamos los dos de viaje solos, y la luna de miel los tres tampoco siento que sea una luna de miel ideal para nosotros porque ¿por qué querríamos irnos a Maldivas los tres? (Se tienta) No es plan. Entonces todavía no la pensamos. Quizás la dejamos para más adelante".

En diciembre, y tras cinco años de espera, Stephanie Demner finalmente disfrutará de su noche de bodas.

¿La noche de bodas? "¡Esa sí la vamos a tener solos! Aparte Ari seguro se va a ir antes del casamiento porque no creo que llegue a las 5 de la mañana. Esa noche nosotros vamos a dormir en una habitación del Faena, y quizás los miembros de nuestra familia cercana también se queden en otras habitaciones así al día siguiente hacemos un almuerzo todos juntos. Eso todavía lo estamos definiendo".

Los planes para el resto de su vida

Mientras conversa con GENTE y se prueba vestidos de novia, en zona norte, en una zona colmada de verde y con un lago precioso, una mega obra se encuentra en marcha. Es que un gran grupo de obreros lleva meses trabajando a full en la casa en la que vivirán Stephi, Guido, Ari y... ¿sus futuros hijos?

"En octubre me mudo a zona norte y siento que vuelvo a mi lugar feliz, porque yo viví ahí desde mis cuatro años hasta 4º grado", nos devela luego de probarse el cuarto cambio de la tarde.

–Post boda y con una casa nueva, ¿se viene un hermanito para Ari?

–Sí, pero más adelante porque siento que con los dos años de Ari y el embarazo dejé muy de lado mi carrera en un momento en que estaba explotando y en el que sentía que estaba recolectando todo lo que venía trabajado durante tantos años. Imaginate que recién ahora me voy a animar a irme de viaje sin Ari y todavía ni sé cómo va a resultar porque el otro día me fui un día a Uruguay y casi muero, y lo que viene son diez días en Tailandia... pero ya es momento. Entonces voy a esperar un tiempo antes de decir "bueno, dale, vamos con el proyecto del segundo hijo", pero es un proyecto que está.

–¿Se pospondrá para cuando Ari tenga unos cuatro o cinco años?

–Si fuese por mí sí, pero si es por Guido no. A él le gustaría que sea ya y que tengan poca diferencia de edad, pero la verdad es que es un proyecto donde uno tiene que poner todo el cuerpo y no es tan fácil. ¡Y más con un hijo ya en tu casa! Es un proyecto que quizás sea para el año que viene, para fines del año que viene.

–¿La casa ya la pensaron con otro cuarto más?

–Sí, obvio. Hay un cuarto para un segundo bebé y un cuarto de invitados.

"Este vestido me encanta. Podría haber sido el vestido de mis sueños", nos confiesa centelleante.

–¿Es verdad que Pella va a tener un cuarto de estatuas?

–Sí, eso lo negociamos porque yo voy a tener un vestidor muy grande y él también tenía que tener su lugar. Igual en verdad es cuarto de juegos, porque ahí va a estar su computadora, pero como también van a estar sus cincuenta o sesenta estatuas, que son de un tamaño considerable, para mí es cuarto de estatuas.

–¿Cuándo pensas que va a estar lista la casa?

–En octubre.

–¡Tremendo fin de año!

–¡Ay sí!, mi fin de año de acá a diciembre es más que importante. Lo voy a dar todo. Para que te des una idea, ahora tengo el viaje grupal, que se van 70 viajeros conmigo a Disney, después vuelvo, me mudo, y en noviembre me voy diez días a Tailandia con Pandora, y después vuelvo y me caso. O sea, llego el 2 de diciembre a Argentina ¡y el 13 me caso!

¿Un adelanto de lo que vendrá? Mientras disfruta su principesco reflejo, Stephie confiesa: "A mí me gustan los vestidos que son como corsé y que después abren bien grandotes, bien de novia. Y hay muchos diseños de Marian que tienen mucho bordado y son como muy imponentes, muy lindos, ¿viste? ¡Ay, estoy dando muchas pistas de cómo va a ser mi vestido de novia así que no voy a decir más nada!".

–Te vas a casar con un bronceado divino de Tailandia.

–Re, ¡pero con un jet lag! (Risas), porque te dura como unos días. Creo que voy a estar en mi casamiento así (Pone cara de sueño).

–Para ir cerrando, una pregunta que tiene que ver con el juramento de amor que se van a realizar antes de que termine este 2024. ¿Con Guido, después de seis años, siguen full románticos?

–Si me preguntas si seguimos enamorados, sí. Sobrevivimos a la pandemia –que es un montón–, sobrevivimos a un casamiento fallido –que íbamos a tener en 2020 y no pasó–, sobrevivimos al retiro de Guido y sobrevivimos a una hija, porque una cosa es la dinámica de pareja y otra cosa es la dinámica de padres. Es como que te tenés que saber entender en un montón de aspectos porque antes solo estaba el amor y el romanticismo, y de repente fue como "bueno, también necesito que seas responsable, que seas buen padre, que te ocupes, que estés presente". O sea, 50 y 50. Así que te diría que a lo largo de los años el amor se fue transformando y reversionando. Obviamente que no es el mismo amor el que tenés con una pareja en los primeros meses, que no te querés separar ni un segundo, que el amor que tenés cuando ya sos una familia. Es diferente.

–¿Cómo definirías al amor de ahora?

–Yo creo que es una elección de todos los días, porque ya no es que vamos cegados. Es un "sos el amor de mi vida y todo, pero nosotros ya somos algo más". Ya es un amor familiar. O sea, si el día de mañana nos separamos y lo veo por la calle, yo no voy a cruzar de cuadra, nosotros ya formamos un vínculo irrompible.

Make up y peinado: Paula Rey (@muypaularey)
Fotos: Rocío Bustos
Video: Martina Cretella
Portada: Gustavo Ramírez
Agradecemos a Agus Casal

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