La figura de Multitalent revela cómo transitó los primeros meses de embarazo junto con su marido desde hace tres años, José Félix Uriburu (40).
Los primeros tres meses “fueron un calvario. ¡Y yo, que esperaba tanto este momento...!”, bromea cuando recuerda la catarata de "arcadas, náuseas y mal”. Tanto fue así que vomitaba hasta once veces al día. Se lo pasó en cama y debió tener “dos internaciones domiciliarias, en las que me aplicaban suero y Reliverán”. Bajó tres kilos, que aún no pudo recuperar, a causa del “asco que me producía oler un desodorante o ver si José comía algo con cebolla o ajo: me descomponía su aroma”.
Asegura que fue tanto el revoltijo que no se podía “ni lavar los dientes apenas me levantaba, porque me daba arcadas”. Por eso vivió noventa días a fideos, arroz y polenta sin condimentar, apenas con un chorrito de aceite. “Hasta el mate y el té me daban acidez... Probé todo para cortar las náuseas, hasta helado de limón, pero no funcionaba”, relata en detalle. Sólo se permitía rollitos de fiambre o algún sánd- wich, y era metódica en eso de “ingerir algo cada una hora”. Todo el tiempo se recordaba a sí misma: “Sé que en el fondo se viene lo más lindo, que es la bendición del embarazo”... Pero fueron meses muy duros. “Por momentos me decía: ‘Soñé toda mi vida con ser mamá, no me hagan esto’” .