Hablar de la maternidad sin filtro, hizo que Sofía Elliot y Valentina Godfrid conectaran con sus seguidores de una manera muy cercana. Como ellas mismas le contaron a GENTE, cuando decidieron contar su historia tras el nacimiento de Milo, su hijo, fueron muchos los mensajes que recibieron de mujeres que se identificaron con lo que les pasaba, que empatizaban además con su dolor.
"Sofi rompió bolsa y faltaban tres meses para que él naciera. A partir de ahí nos cambió la vida", recuerda Valentina. El pequeño pasó más de 70 días internado en neonatología, y lo recuerdan como el momento más difícil de sus vidas, pero también como el tiempo que las fortaleció como pareja y como familia.
A medida que Milo fue creciendo, ellas fueron tomando decisiones con respecto a su crianza, como por ejemplo, mantenerlo alejado de las pantallas. Ahora tiene un año, y han logrado mantener este hábito en sus rutinas, aunque confiesan que no es tan simple como parece.
"La crianza sin pantallas fue forzada para nosotras. No sé si lo hubiésemos decidido, pero no tuvimos otra opción. El tema de la prematudez extrema hizo que no pudiéramos ponerlo frente a las pantallas", comenzó explicando Valen.
Y Sofía sumó: "Y terminó siendo bueno, porque no conocíamos el mundo sin pantallas. Gracias a eso se desarrolló cognitivamente muy bien, él está muy bien", destacó.
"Sus retinas están bien además. Hay muchos temas que cuidamos. La idea es que hasta los dos años sea así, libre de pantallas. No digo que sea fácil eh, para nada. Pero hoy en día pensás que todo se mueve tan rápido, tenemos que trabajar tanto, y tenemos tantas cosas por hacer, sostener cosas laboralmente. Tenemos que hacer todo el día haciendo cosas, que a veces me gustaría poder ponerle 10 minutos de pantalla", confiesa Valen entre risas.
A lo que su pareja coincidió: "Tampoco es que él se queda colgado de las pantallas, porque como no las tuvo nunca, no está acostumbrado. Pero es difícil para quien cría, hacerlo sin pantalla. A veces estás agotada. No das más" (risas).
Valen sumó: "Claro, como no es parte de su vida ya no le importa y no lo entiende. Pero seguramente mientras pase el tiempo va a enganchar. No tuvimos opción, porque nos dijeron que hasta los dos años no le pongamos pantalla", recuerda sobre las instrucciones de sus médicos.
La exposición en redes y cómo manejar el hate
La pareja asegura que constantemente tiene que lidiar con comentarios fuertes en redes sociales, por lo que en un principio dudaban si mostrar o no a su hijo en las diferentes plataformas.
Al final, tomaron la decisión de hacerlo, pero contaron cuál fue el verdadero motivo de aceptar ese camino a la exposición: "Un día me llamaron mientras estaba en la neo para preguntarme algo terrible que estaban diciendo sobre Milo, entonces ahí decidimos crear una cuenta para informar lo que realmente estábamos atravesando", detalló Valentina.
"Inventaban cosas o no sabían que decir y ponían cosas de cuando ella (Sofi) estuvo internada. Entonces decidimos abrir la cuenta de Milo para contar la verdad de lo que sucedía dentro de nuestras posibilidades. Jamás pusimos una foto de él internado, con un tubo. Cada situación que él tuvo que pasar, nunca la expusimos. Ni los partes médicos, porque nadie más allá de nosotras sabe ni sabrá todo lo que él vivió", aseveró.
Sofía lamentó que: "Mucha gente, incluso conocidos, nos juzgaron por abrir este Instagram de Milo. Y la verdad es que nos vimos forzadas por toda esta situación". Y siguió : "Ahora lo cerramos porque quien lo siga debe tener una identidad: un nombre, una foto, nada de perfiles truchos. Aceptamos a cada persona que lo sigue. Tiene más de 80 mil seguidores. Y bloqueamos aquellos comentarios negativos".