Un martes cualquiera, Sofía Coppola (52) nos dejó acceder a la privacidad de su vivienda de paredes blancas y puertas antiguas al conectarse por Zoom para compartir unas palabras sobre su octava película: "Priscilla".
–Tenías apenas seis años cuando falleció Elvis.
–Sí. Yo crecí en el norte de California y Elvis no era realmente parte de nuestra cultura, pero siempre los tuve –a él y a Priscilla Presley– como grandes figuras de la cultura pop norteamericana. Algo así como la realeza.
–¿Qué te llevó a querer contar su historia?
–La oportunidad de mostrar la perspectiva de Priscilla, porque ya escuchamos muchísimo de él, pero no de ella, y a mí me sorprendió lo reveladora y honesta que fue en su libro sobre las cosas a las que se enfrentó. Además, siempre me gustaron las historias que por fuera parecen un cuento de hadas pero en realidad son distintas.
–La verdadera Priscilla Presley es una de las productoras ejecutivas de la película y el guión lo basaste en su libro. ¿Hay algo que tengas en común con ella?
–(Inclina la cabeza analizando la pregunta) Creo que a las dos nos gusta la ropa y que ella es muy femenina, y yo puedo conectar con eso. También con que tomó sus decisiones pensando en lo que era mejor para su hija. Charlando con ella, me dijo que no podía criar a una nena en un hotel de Las Vegas. Igual, creo que muchos se van a poder identificar con su historia porque ella era muy chica cuando conoció a Elvis y creía que era muy adulta. Y yo también a mis quince años pensaba que era muy adulta, y ahora que soy madre de una adolescente de dieciséis no puedo imaginarme que viva sola.
–¿Cuál fue el mayor desafío a la hora de crear este largometraje?
–Contar la historia de una persona que está viva. O sea, fue genial poder hacerle preguntas, pero a la vez sentía la responsabilidad de no pensar solo en lo que yo quería expresar, sino también en cómo se iba a sentir ella…. Otro tema fue el balance entre la luz y la oscuridad de la historia, porque hay momentos verdaderamente oscuros, pero a la vez hay mucha diversión y romance. Yo no quería que él se convierta en un villano, sino que se puedan ver los altos y bajos de esta relación. Encontrar el tono adecuado.
–¿Conocer su historia te dejo la imagen de que Elvis era un villano?
–(Eleva la mirada al cielo) Pienso que era alguien que lidiaba con muchas cosas, como su frustración de no lograr ser un gran actor cuando él quería serlo. No quiero etiquetarlo, pero él, que fue un gran artista, tenía defectos y luchaba con varios temas. Era humano.
–Hablando de eso, muchos idealizan la fama, pero vos, siendo la hija de Francis Ford Coppola, creciste conociendo lo que es.
–Sí, siempre vi la diferencia entre lo que la gente pensaba y lo que era la vida real en casa. Asistiendo a festivales de cine y viendo parte del showbusiness pude apreciar la diferencia entre la vida pública y la vida privada de esas personas a las que el público admiraba, y siempre me interesó la fantasía que se muestra hacia el afuera y la realidad, porque todos lidiamos con cosas, no es que la fama te hace inmune a los problemas humanos.
–Si bien Lisa Marie Presley –la única hija de Elvis y Priscilla– falleció en enero de 2023, trascendió que antes fue muy crítica con este proyecto y hasta te mando un par de emails.
–Fue algo que me sorprendió: unas semanas antes de empezar a filmar recibí dos mails de ella. Me pareció inesperado porque estaba tan enfocada en contar la historia de su mamá y su tiempo en Graceland que no se me ocurrió hablar con el resto de la familia de algo que pasó veinte años atrás y que tantos conocen… Supongo que no sabía tanto de “su” relación. Pero le asegure que iba a tratar la historia con sensibilidad, y siento mucho que ella no la pueda ver, porque siento que es positiva.
–Muchos aman los diseños de vestuarios de tus películas, y están convencidos de que en esta oportunidad nos vas a seguir sorprendiendo.
–(Sonríe) Puedo anticiparles que fue un gran elemento para mostrar el desarrollo de Priscilla porque ella fue cambiando: arranca usando colores pasteles, después los colores se vuelven más vibrantes y excitantes cuando entra en el mundo de Elvis, y en los 70´s vuelve a su color de pelo y es más ella misma. Es decir, el vestuario muestra su transición de adolescente naif a una mujer que encontró la fuerza para independizarse.
–En la película –como van a descubrir los espectadores desde hoy– mostraste las múltiples veces que a lo largo de los años Elvis rechazó tener intimidad con Priscilla, pero no aquella vez en la que finalmente estuvieron juntos. ¿Por qué?
–¿La escena de sexo? (Abre los ojos con sorpresa) Supuse que ya todos saben que ellos recién tuvieron relaciones en su noche de bodas y preferí mandar la luz a negro como en las viejas películas y hacer un salto en el tiempo hacia su embarazo. A su vez, así conservaba esa imagen de cuento de hadas.
–¿Cómo fue darle vida a una mujer que vivió en otro tiempo, con un concepto muy distinto del matrimonio y de la independencia femenina al que tenemos hoy, sin juzgarla?
–Traté de ponerme en sus zapatos y en lo que ella experimentó sin mirarla desde nuestra perspectiva. Ella se sentía presionada a ser esta especie de mujer ideal con el delineado y el spray en el pelo –de hecho, llegó a ponerse pestañas postizas mientras entraba en trabajo de parto–, y tuvo que encontrarse. Creo que es inspirador cuando alguien sale del caparazón y se encuentra a sí mismo.
–Pusiste muchísimo esfuerzo en hacer esta película, ¿qué esperas obtener personalmente de ella?
–¡No lo sé!, es una buena pregunta porque son cosas que yo misma no me las pregunto. Lo primero que se me ocurre es que para mí fue muy interesante tener charlas con mi mamá sobre la historia y conocer sus experiencias de esa época. Gracias a "Priscilla" ya aprendí más de la generación de mi mamá, y eso me encanta.
Un chapuzón en el corazón de Elvis
Priscilla, la nueva película que dirige Sofía Coppola, se basa en las memorias que escribieron Priscilla Presley y Sandra Harmon, y adentra al espectador en la mente de una jovencita de 14 años que se enamora del ‘rey del rock and roll’ y descubre en él mucho más que lo que ve el público. Es que Elvis Presley tiene un costado inseguro, romántico y carente que solo se pone al descubierto en su presencia, como así también facetas oscuras de su personalidad que se irán incrementando con el correr de los años. Son 113 minutos que resumen los catorce años de relación de una pareja de Hollywood que trascendió su tiempo.
Por Kari Araujo
Fotos Gentileza BF Distribution
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