Silvina Luna (43) continúa internada en terapia intensiva después de que una bacteria ingresara a su cuerpo y provocara una falla multiorgánica. Si bien en los últimos días había presentado una gran mejoría, ahora hubo un retroceso en su salud. Parte de esta nueva información la dio a conocer Ángel de Brito: "No puede respirar porque sus pulmones están débiles, y son imposibles los dolores juntos en todo el cuerpo".
“La verdad es que la está peleando un montón, y no tenemos buenas noticias. Ayer estuvo bien, anteayer estuvo mejor, pero hoy las novedades no son buenas. Recemos por ella, hagamos fuerza con las oraciones, y tirémosle buenas ondas, y buenas energías para que pueda salir adelante”, describió su amigo Gustavo Conti.
Y no es la única víctima de Aníbal Lotocki que por estos momentos se encuentra internada en un centro de salud: Fran Mariano, quien lo denunció mediáticamente hace pocas semanas, también se encuentra en un momento delicado, ya que corre riesgo de perder uno de sus pies.
El periodista Juan Etchegoyen tenía previsto entrevistarlo, pero no pudo salir al aire. En su voz, explicó qué es lo que está atravesando: “Estoy mal y triste de nuevo. Pensé que lo del pie estaba resuelto, pero tuve una recaída muy grande. Yo sentía dolor, fui a ver a mi cirujano actual y vio mi úlcera y me dijo que tenía que volver al hospital porque el virus no murió del todo, el virus que se formó por esa sustancia glucosa que tenía”.
"La verdad es que la estoy pasando mal y esto es de nunca acabar”, dijo con tristeza. “Yo no tengo respirador ni me falla la cabeza, pero tengo rota el alma, no puede ser que con 33 años no pueda vivir la vida que quiero”, se lamentó por las consecuencias que sufre en carne propia.
Cómo afecta el metacrilato al cuerpo
El cuadro de Silvina Luna tiene varias aristas, y se intuye que el disparador fue el producto que Aníbal Lotocki le implantó en el cuerpo como rellenos. El médico, que no es cirujano plástico, fue condenado en primera instancia a 4 años por lesiones graves. Continúa atendiendo, incluso después de que uno de sus pacientes muriera en el quirófano. Y su consultorio está lleno de mujeres que aspiran a un modelo de belleza hegemónico.
El producto que tendría en el cuerpo sería polimetilmetacrilato (PMMA), que está aprobado por ANMAT para usar en pequeñas cantidades, como puede ser en un diente, pero jamás para hacer un relleno de gran tamaño.
Como si fuese poco, las pruebas hechas a las víctimas demuestran que tampoco es la sustancia que tienen en el cuerpo. Es por eso que se presume que el médico la rebajó con un polvo, del que no se conoce su procedencia.
Sumado a esto, varios de los denunciantes señalaron que se despertaron de la anestesia y descubrieron que lo que les había hecho Lotocki no era lo pactado previamente. En el caso de Silvina, ingresó al quirófano por un aumento de glúteos y salió con relleno ilegal hasta en los muslos. Si bien no denunció en la justicia, a Luis Ventura le pasó algo similar y fue engañado, con la gravedad de que la anestesia no fue suficiente y despertó en pleno proceso.
Los rellenos, como cualquier producto extraño dentro del cuerpo, puede llegar a ser rechazado. Primero se encapsula y como mecanismo de defensa desata una reacción inflamatoria. Luego se forman los granulomas y en consecuencia genera un aumento en la vitamina D. Eso eleva los niveles de calcio en sangre, lo que en el caso de Silvina derivó en una insuficiencia renal.
