El majestuoso Gustavo Cerati y su grupo Soda Stereo trascendieron las fronteras musicales y recorrieron cientos de países. En 1997, estando en Chile, el cantante de la banda recibió una invitación muy especial: participar de un disco tributo a The Police.
La idea fue de Miles Copeland, histórico manager del grupo inglés y hermano de Stewart Copeland, baterista de The Police. En ese contexto había surgido la separación de Soda Stereo. De todas maneras, Gustavo aceptó y quedó en encontrarse más adelante.
Se encontraron un año después en Los Ángeles, para grabar en los estudios de Miles. Allí Gustavo conoce a Andy Summers, guitarrista de The Police, y al baterista Vinnie Colaiuta.
Gustavo tocaba el bajo. La canción fue traducida al español y de ahí surgió la buena relación de Cerati con el trío. Incluso muchos confirmaron que se gestó una amistad que trascendió lo musical.
El fanatismo de The Police por Argentina, los memorables shows por la felicidad y por la adrenalina que gestaba en el público local, hicieron que la amistad con Gustavo sea tal para ofrecerle formar parte de la banda.
Miles planeó una gira presentación del disco tributo a The Police y el plan era tocarlo en todos los países hispanoamericanos, con invitados de cada lugar al que fueran. Para eso querían tener a Gustavo al frente del trío, en reemplazo de Sting.
Pero Gustavo dijo "no", porque quería priorizar su carrera como solista. El tiempo confirmó lo acertado de su decisión, porque Cerati llegó al máximo éxito local e internacional con grandes giras, colaboraciones con reconocidos artistas y canciones que quedarán para la historia.