Mientras que los productores quieren filmar la tercer película de Sex and the City, Sarah recibió denuncias de haberle hecho bullying y acoso a una de sus compañeras.
Kim Cattrall, quien dio vida a Samantha Jones en Sexo en Nueva York, ha confesado la presión a la que ha sido sometida ante la idea de grabarse una tercera película de la serie estadounidense. No es la primera vez que la británica insiste en que no quiere volver a encarnar a una de las cuatro protagonistas. "No significa no", subrayaba, al confesar cómo se ha sentido tras las numerosas insistencias a las que ha hecho frente durante un largo tiempo, en el que ha tenido que aguantar, además, el bullying por parte de sus compañeras.
La negativa de la británica, de 62 años, se debe a su enemistad con Sarah Jessica Parker (Carrie en la serie). "Yo solo quiero trabajar con buenas personas", explicaba al semanal. El conflicto comenzó cuando Kim Cattrall se enteró y se manifestó hace décadas en contra de la disparidad salarial entre Sarah Jessica Parker y el resto de sus compañeras.
Es más, Kim ha dado un paso al frente asegurando que ella solo quiere trabajar con buenas personas y, adivinen quién no lo es para ella. Correcto, Sarah Jessica, a la que no quiere ver ni en pintura. Desde siempre se ha comentado que Kim nunca formó parte de la pandilla que sí lograron hacer el resto de protagonistas de Sexo en Nueva York, la propia Sarah Jessica Parker, Kristin Davis y Cinthya Nixon.
Este enfrentamiento entre Cattrall y Sarah Jessica llego a su máxima expresión pública cuando en 2018 falleció el hermano de la primera y la segunda le escribió un mensaje de condolencias en las redes sociales. Lo que no se esperaba, seguro, era una respuesta como la que le dio Kim: "No eres mi familia. No eres mi amiga. Así que te escribo por última vez para decirte que dejes de explotar nuestra tragedia solo para restaurar tu imagen de niña buena".