Hugh Hefner fue durante muchos años uno de los hombres más poderosos. Lo cierto es que con el paso del tiempo, su nombre fue muy cuestionado por las prácticas que realizaba en la famosa Mansión de Playboy. Recientemente, Izabella St. James, una de sus "conejitas, recordó: “Pensé que todo su mundo era simplemente fascinante”.
Cómo conoció Izabella St. James a Hugh Hefner
La modelo recordó que conoció a Hefner en un boliche de Los Ángeles. Sobre el primer acercamiento, detalló: "Mi amigo de la facultad de derecho, con quien estaba, tenía muchas ganas de conocerlo. Su sueño era escribir para Playboy... Se acercó a él y lo saludó. Luego nos invitó a la mansión el fin de semana siguiente".
"Mi impresión inicial de Hugh Hefner fue la de un perfecto caballero", aseguró. "Fue muy amable. Fue muy amable, educado y me trató como a una dama. Nos invitó a juegos y bebidas. Hubo una cena buffet y se proyectaba una película que se encontraba actualmente en los cines", detalló sobre su primera vez en la Mansión Playboy.
Uno de los primeros detalles que tuvo él fue ayudarla en un momento complicado: "Era una estudiante de derecho, tenía muchas tareas y un día se me rompió mi computadora. Fue un gran problema para mí, pero él hizo que su secretaria me comprara una computadora portátil nueva", convesó a Fox Digital.
El relato de Izabella St. James tras su paso por la Mansión Playboy
Izabella aseguró en esa entrevista que durante mucho tiempo Hefner le inisistió que se instalara en la famosa mansión. Luego de varios intentos ella accedió y finalmente en el año 2002 se instaló con él.
"No voy a fingir ni mentir: fue muy extraño ser parte de un grupo de siete amigas saliendo con el mismo chico", dijo sin vueltas sobre el tipo de relación que manejaba con Hugh y el resto de las "conejitas".
En ese sentido, detalló: "Pero la gente tiene que entender que no es una relación estereotipada y ortodoxa. Él tenía una novia principal que compartía su dormitorio. El resto de nosotros teníamos nuestros propios dormitorios. Podíamos hacer lo que quisiéramos durante el día. Un par de noches a la semanasalíamos a clubes nocturnos. Y luego, un par de noches a la semana, tendríamos la oportunidad de tener intimidad con él si quisiéramos".
"Él nunca durmió en mi habitación. Nunca durmió en mi cama. Nunca dormí con Hef, como si realmente durmiera. Fue una relación muy casual. Era como ser parte del imperio Playboy, la máquina Playboy. No es la típica conexión emocional o física que tendrías en una relación. Y con siete novias, el contacto fue realmente mínimo", aseguró Izabella.
Sobre las escandalosas reglas que tenían que cumplir para ser parte del sueño del magnate, Izabella reveló: “Teníamos que estar en casa a las 9 de la noche. Hef no quería que las chicas salieran de fiesta sin él. Supongo que no quería que tuviéramos la oportunidad de ser infieles”.
