La madre de Máxima Zorreguieta, María del Carmen Cerruti, conocida por mantener un bajo perfil, reapareció este fin de semana en un evento social. Así, la viuda de Jorge Zorreguieta fue vista en el Museo de Arte Decorativo, donde compartió una jornada cultural rodeada de amigos.
La mujer de 78 años asistió a la presentación del libro Cora Kavanagh y su Edificio, escrito por el reconocido arquitecto Marcelo Nougués. Junto a los editores, Ezequiel Diaz Ortiz y Marina Gambier, el autor con más de 35 años en el medio recibió a los invitados y firmó ejemplares.
María del Carmen Cerruti, la mamá de Máxima Zorreguieta, estuvo presente en la presentación del libro de Marcelo Nougués
Entre las amistades, familiares y seguidores del autor que quisieron conocer de primera mano el primer libro enciclopédico sobre el icónico edificio Kavanagh situado en el barrio de Retiro, se vio a la madre de la monarca holandesa compartiendo el evento junto a un grupo de amigas.
Entre otras figuras que acompañaron el lanzamiento editorial estuvieron el diseñador Gino Bogani, representantes diplomáticos como el embajador Domingo Cullen, Javier Iturrioz y distintas personalidades del arte y la cultura.
Tras la presentación, los invitados disfrutaron de un cocktail con las propuestas que Croque Madame preparó especialmente para la ocasión, servido en el soñado jardín del Museo Nacional de Arte Decorativo, institución que tiene su sede en la emblemática residencia porteña desde 1937.
El bajo perfil de María del Carmen Cerruti, la madre de Máxima Zorreguieta
A pesar de haber sido la esposa de Jorge Zorreguieta, ex secretario de Agricultura y Ganadería durante la última dictadura militar, y ser la madre de Máxima Zorreguieta, María del Carmen Cerruti Carricart siempre logró mantener un perfil absolutamente bajo. De hecho, alcanza con revisar las redes sociales o publicaciones editoriales para confirmarlo.
Algunas de sus últimas imágenes suyas datan de 2017 cuando su marido, que en 2009 fue sancionado por el Congreso por su rol en el gobierno de facto con la quita de su jubilación de privilegio, murió y fue enterrado en un cementerio privado de Buenos Aires.
Sin embargo, la mujer de raíces europeas sigue residiendo en el mismo departamento del barrio porteño de Recoleta en el que compartió los últimos días con su pareja. Algunas veces al año viaja a los Países Bajos para reencontrarse con su hija y nietas, Amalia, Ariane y Alexia, mientras que otras (situación menos frecuentes) el viaje se produce a la inversa.
