Paloma Méndez soñó de chiquita con ser famosa y estar frente a las cámaras como sea. Este sueño lo cumplió a los 21 años cuando entró en la segunda tanda de participantes a la casa de Gran Hermano. Luego de 5 semanas aislada resultó eliminada de la competencia y, de a poco, retomó su "vida normal".
Con calma, ternura y un poco insegura posó para las cámaras de revista GENTE y luego habló sobre sus grandes deseos y los miedos que la paralizan.
Además, se enfrentó a la pregunta sobre qué pasó en la separación de sus papás, que ocurrió cuando ella descubrió una infidelidad y por eso se distanciaron. Tras ese episodio, cuenta que tuvo ataques de ansiedad y sintió que el mundo se había terminado.
Paloma Méndez conto por qué entró a "Gran Hermano" y cuál es su gran sueño
—¿Cómo fueron los primeros días fuera de la casa?
—Bien, la verdad es que estoy súper bien, disfrutando de esta experiencia que es increíble. La gente me trata con mucho amor. Estoy muy feliz por estar viviendo todo esto.
—¿Esperabas semejante repercusión al salir?
—La verdad que no. No pensé que iba a ser tanto. No imaginé tanta emoción. Salí y era meme. Me re divierte que haya pasado eso. Me reí mucho viendo esas cosas.
—¿Qué te llevó a entrar a Gran Hermano?
—Siempre quise que quería hacer algo con los medios y la tele. Me imaginé siempre delante de cámara. No sabía cómo, pero quería lograr eso y poder ser famosa. De chica mi mamá me preguntaba qué quería ser y yo le decía que famosa. Ella me decía que tenía que tener algún talento para lograr eso.
—¿Te motivó a buscar alguna pasión?
—¡Sí! Siempre me motivó con la música y yo me enganché más con el canto. Estudio canto desde los 10 años. Hace un par de años que no tomo clases, pero me gustaría retomar.
Paloma Méndez, su amor por la música y el día que cantó desde un placard
—¿Te gustaría hacer presentaciones en vivo? Seguro tus fans te deben estar pidiendo, ¿no?
—Es re loco que me digas que tengo fans la verdad. Me encantaría poder hacer shows y cantar para mi gente. Todavía no me visualizo haciendo algo así aunque me parece genial. Ni siquiera tengo una canción mía... Una vez intenté escribir, pero no es lo mío.
—Todavía se te ve tímida con ese tema.
—Sí, soy mega tímida. Trato de llevarlo relajada. Me sirve un montón leer y escuchar cosas lindas que la gente me dice. La verdad es que me motivan y me sirve mucho para poder avanzar. De a poco voy perdiendo la timidez y empezando a cantar en frente de la gente. Antes me encerraba en un placard para poder cantarles a mis papás.
—¿De dónde te nace tanta inseguridad?
—Es un miedo mío conmigo misma. No sé de dónde surge, pero ya estoy más relajada. Cuando era chica había hecho comedia musical y me ayudó a soltarme. Me recomendaron volver a teatro para descontracturar un poco.
—Cuando te fuiste Furia te dijo que te animaras a cantar...
—Sí, creo que ella vio algo potencial en mí y que lo podría explotar. Me re gusta que me digan eso porque a mí me motiva a continuar y a perder la vergüenza.
El apoyo de sus papás y el momento más difícil que atravesó con su familia
—¿Con quiénes vivís?
—Ahora vivo con mi mamá. Igual, tengo una hermana más grande por parte de mi papá. Nos llevamos bien...
—¿Cómo es la relación con tu mamá?
—Nos llevamos súper bien. Ella tenía una banda cuando yo era más chica. La tuvo que dejar cuando yo tenía 3 años. La pasión por la música es re de familia. También comparto momentos con ella de música. Mi papá nunca tuvo bandas, pero le re gusta. Con ellos conecto desde el lado de la música.
—¿Qué escuchan?
—Con mamá escucho mucho a Fabiana Cantino, Celeste Carballo y Mercedes Sosa. Somos muy del rock nacional nosotras. Igual, también me gusta mucho Emilia Mernes y María Becerra. Respecto a influencias, me encantaría hacer algo como ellas pero me gusta más el rock.
—¿Tu mamá te da consejos de música?
—Para nada. Mis papás siempre me apoyaron y sabían que me tenía que destacar en esto. Lo que me pasaba es que me daba miedo mostrarme por esa inseguridad. La verdad es que mis papás siempre me apoyaron y alentaron para que siga adelante...
—¿Qué hiciste cuando terminaste el colegio?
—Empecé a trabajar en un bar como recepcionista a la noche. Después me fui y seguí trabajando en otros lugares. Empecé a estudiar acompañamiento terapéutico. Siempre me gustó ayudar a la gente desde el lado emocional y contenerlos desde otro lado.
—¿Terminaste el estudio?
—No, me faltó un solo año. No llegué a trabajar de eso, me re gustaría retomarlo y terminar. También pensé en estudiar psicología porque me encanta escuchar a la gente, acompañar y aconsejar. Otra carrera que me gusta es musicoterápia porque une las cosas que más me gustan.
—¿Ya volviste a la casa de tu mamá?
—Ya volví a la casa y hasta me pude ver con mis amigas. Me estoy adaptando a este nuevo mundo que me encanta pero voy de a poco. Jamás imaginé tener tanta repercusión. Tampoco termino de entender todo lo que me está pasando internamente.
—¿Qué es lo que sentís?
—Siento mucha felicidad en el cuerpo. No te lo puedo explicar porque no tengo palabras para expresar todo lo que me pasa. Es muy increíble.
—¿Cómo reaccionó tu familia cuando les dijiste que entrabas a Gran Hermano?
—Los únicos que sabían eran mis papás y mis dos mejores amigas. Mis papás tenían miedo al principio por el hate y la exposición. Igual lo supieron llevar súper bien y están felices de la vida. Se sienten muy orgullosos.
—¿Cuántos años tenían cuando ellos se separaron?
—Hace dos o tres años.
—¿Cómo viviste ese momento?
—Fue muy difícil para mí. Por la separación de mis papás tuve que dejar la facultad porque me agarraron ataques de ansiedad. Estaba perdida en el mundo. Pasó el tema, es una cuestión de la cual no quiero hablar porque es parte de la intimidad de ellos.
—¿Qué fue lo que más te dolió?
—No me dolió que se separen sino la forma en la que sucedió eso. Después de que se separaron extrañaba a mi papá en mi casa. Sentí que mi familia se había roto. Por suerte ya pasó y estamos súper bien. Mi papá vive en Caseros y yo en Martínez. Estamos lejos, pero hablamos siempre por teléfono y nos vemos re seguido.
Paloma Méndez habló de su experiencia con los retoques estéticos
—Dentro de la casa habías contado que te habías obsesionado con los retoques estéticos, ¿cómo te diste cuenta que era una obsesión?
—No fue una obsesión tan fuerte quiero aclarar. Otra cosa es que la gente piensa que me hice cirugías y no tengo ninguna. Lo único que me hice fue ponerme rellenos de labios. Me lo hice a los 20 años porque me veía los labios chiquitos. Como dura unos meses, veía que se deshinchaban y me volvía a poner relleno. Hace un tiempo que ya no me pongo, pero en un momento me puse bastante y no quedaba bien.
—¿Te arrepentiste en algún momento?
—No, no me arrepiento de haberlo hecho, pero creo que estaría buenísimo que se hable más de esto para que nosotras entendamos que es mejor aceptarnos como vinimos al mundo. Somos perfectas así como estamos. No necesitamos ponernos labios para estar más lindas. Yo me lo hice porque fue un momento en el que estaba muy insegura de mí misma. También veía muchas influencias y artistas que se retocan. Una piensa que como les quedó lindo ya lo querés para vos.
—Es una presión social también...
—Sí, total. Mis amigas me dicen que se quieren poner un poco de labios y yo no se los recomiendo.
—¿Cambiaste tu postura?
—Sí, pero fue por mi experiencia. Lo digo porque me lo hice una vez y después quise seguir. No está bueno. Si lo hacés, porque creo que cada uno puede hacer lo que quiera con su cuerpo, pero está bueno tener conciencia.
—¿Sentís que vos no tuviste conciencia de lo que hacías?
—Sí tenía de lo que me estaba poniendo, pero no de que lo iba a seguir necesitando. Pensé que era una vez y listo, pero no fue así. Ya por suerte no me pongo más. De hecho, me escribieron para hacer canjes con retoques y les dije que no.
—¿Encontraste hate en las redes sociales por este tema?
—Veo los comentarios y si hay hate me rio. Creo que es lo mejor que uno puede hacer. Si te enroscás te hace mal. A mí me criticaron diciendo que tenía operaciones o que era una chica trans. Si lo fuese me pregunto qué problema haría. La gente opina y lo que hago es reírme de eso. No me pone mal porque sé quién soy.
—Y eso que sos re sensible...
—Sí, re. Me sucede que cuando me critican o hablan de mi cuerpo no me afecta. Si era en otro momento me hubiera afectado. Igual, antes de entrar a Gran Hermano me mentalicé con que esto podía pasar. Sabía a lo que me estaba exponiendo. Entré mentalizada para que no me afecte.
Fotos: Martina Cretella
Video: Ramiro Palais
Agradecimientos: Zhoue