Son esas historias que nacieron en la ficción y -vaya el destino de la vida- con el tiempo superan las musas del más creativo de los autores.
Porque a ellos -Richard Bull, quien cobró fama como el honesto y sensible del Señor Olson- y Katherine McGregor -conocida como la intratable Señora Harriet (esposa de Nels, claro)-, el éxito y el destino, a partir de su intervención como marido y mujer a La familia Ingalls, los acompañó.
Sabida y más conocida es la historia de Katherine, pero no tanto así la de Richard…
DEL TEATRO DE CHICAGO AL “INTENSO” RANCHERO QUE IMPACTÓ A MICHAEL LANDON
Nació el 26 de junio de 1924 en Zion, estado de Illinois, y empezó su carrera artística en el legendario Teatro Goodman de Chicago. "Nunca me planteé seriamente ser actor. En mi último año de estudio decidí probar con la música, pero un amigo me sugirió que asistiéramos a la escuela del Goodman. En dos semanas mi amigo abandonó, pero yo me enganché".
Sin embargo, durante tres años tuvo que dejar para desempeñarse como operador de radio para el Cuerpo Aéreo del Ejército. Luego de haber sido dado de baja en 1946, retomó sus clases. Según contó él mismo, su gran oportunidad surgió en 1965 cuando, dos líneas en La historia más grande jamás contada le “abrieron muchas puertas: el director George Stevens quedó tan impresionado por ellas que me llevó directamente al papel de un agente del FBI en Estación 3 ultrasecreto”.
Pronto Richard Bull conoció al amor de su ida, Bárbara Collentine, una de las actrices de “carácter” de mediados del siglo y a lo largo de tres décadas en Hollywood, que brillaría, para el caso, por ejemplo en series como Everglades (1961), Nichols (1972) y Hunter (1984), y películas de la talla de Llenos de vida (1956), Suave como el visón (1962), The California Kid (1974), Una historia diferente (1978) y Mensajes mortales (1985). Lo cierto fue que se casaron en 1948.
Antes de unirse al elenco de La familia Ingalls (Little House on the Prairie), el Bull actor apareció en programas de televisión como Perry Mason (en los Cincuenta), Mannix y Misión imposible y Viaje al fondo del mar (en los Sesenta) y Bonanza y Las calles de San Francisco (Setenta), donde Michael Landon le echó el ojo luego de verlo interpretar a un “intenso ranchero atrapado en una feroz guerra pueblerina”.
“EL DÍA QUE MI AGENTE ME DIJO QUE QUERÍAN DARME UN CONTRATO ESTABLE, NO-LO -PO-DÍ-A-CRE-ER”
“Landon me convocó y leímos unos líneas entre ambos. Nos saludamos y partí. Al día siguiente mi agente me llamó para preguntarme si quería firmar un contrato estable, en principio por siete años, para integrarme a la nueva serie de la cadena NBC… Yo-no-lo-po-día-cre-er”, contó quien en adelante encarnaría al dueño de la tienda general del pueblo de Walnut Grove. Porque a partir de ese momento y entre 1974 y 1983 Richard personificaría al esposo de Harriet Oleson (Scottie McGregor) y al padre de Willie y de Nellie Oleson, la niña más odiada del pueblo y el programa.
Allí, además de intentar sofocar las polémicas actitud y los desaguisados de los tres integrantes de su particular familia, el intérprete formado en teatro se dio el lujo de compartir con su pareja real -la mencionada Bárbara Collentini- Justicia ciega, el capítulo 19 de la séptima temporada de La familia Ingalls, en la que ella encarna a Edna Mills.
“Fue un gusto que compartimos”, admitiría tiempo después Richard, mientras alababa “al gran equipo que conformamos para este show que quedará para siempre en la memoria del público”. Bull, contaría además, que la pareja había compartido otro capítulo de otra serie ya mencionada: Las calles de San Francisco, en 1972.
“EL TEATRO ES LO QUE REALMENTE TE MANTIENE VIVO COMO ACTOR”
Luego de su paso, con gran suceso, por La familia Ingalls, Richard Bull participó en programas como Hill Street Blues (1985) y luego en varios capítulos de Camino al cielo (durante la misma temporada), otra vez a las órdenes de Michael Landon, a quien siempre le agradeció aquella oportunidad que lo estelarizó.
De retorno, ahora con su esposa, en 1994 a Chicago, continuó en Designing Women (1988), ER (1999) y se despidió en la serie Boss (2011), redondeando un total de participaciones en 86 shows televisivos. También se lo pudo ver en Un día en la vida (2000), Normal (2003), El secreto (2001) y Sugar, Protección sin ingenio y Osso Bucco (las tres de 2008), entre los 32 filmes de los que formó parte.
Claro que además de su interpretación en la pantalla grande y chica, Bull actuó con frecuencia en varias -muchas también a la par de Bárbara Collentine- obras de teatro. Entre las que se ganó las mayores críticas, una de las tantas versiones de El león en invierno, de James Goldman. “No sé en cuántas participé. Perdí noción de la cantidad. Lo que nunca perdí es la certeza de que el teatro es lo único que te mantiene vivo como actor”, solía repetir Richard cuando se le consultaba respecto a sus frías estadísticas sobre las tablas.
Con su esposa resolvieron volver a Chicago y luego, en 2012 retornar definitivamente a California.
NELS-HARRIET UNA FÓRMULA INOLVIDABLE DE AYER, DE HOY Y PARA SIEMPRE
El protagonista de esta nota dejó de existir a los 89 años, tras ingresar por una neumonía, el 3 de febrero de 2014, hace un siglo exacto, en el Hospital de Calabasas, California, donde eran derivados los residentes de la Motion Picture & Television Country House, fundada en 1921, en Woodland Hills. Sí, el mismo asilo de ancianos para actores jubilados en el que transcurriría sus últimos tiempos de existencia Katherine McGregor (La Sra. Harriet), quien, nacida el 12 de enero de 1925 en Glendale, California, fallecería el 14 de noviembre de 2018, a los 93 años, cuatro y medio después que Richard Bull (Nels Olsen)… y a causa de una neumonía.
Cierto: a veces las historias que nacieron en la ficción superan a las musas del más creativo de sus autores.