Paula Chaves fue parte de una serie de entrevistas de Para Ti llamada Protagonistas, en la que Priscila Crivocapich dialogó cara a cara con la actriz, modelo y conductora sobre la familia, sus hijos, la relación con Pedro Alfonso, los momentos más duros atravesados por la depresión y la maternidad.
Las dos modelos comenzaron la charla recordando la primera vez que se vieron, hace 20 años, en un evento de Pancho Dotto para dar con nuevas figuras del modelaje argentino.
En la extensa charla, Paula recordó un momento complejo como familia: una pelea fuerte que tuvo con su marido, por lo que estaban separados, pero continuaban viviendo juntos y llevando adelante la crianza de sus hijos y sus trabajos.
“Crisis uno tiene todo el tiempo. No sé si le pondría el título de crisis. Siento que la pareja pasa por diferentes etapas y cuando tenés hijos también te desencontrás un montón”, comenzó describiendo la actriz y modelo.
En ese sentido, detalló que llevan 10 años de casados y trece juntos, pero con un breve impass: “Es un montón de tiempo. Y nosotros nos divertimos como si fuésemos novios. Cuando tenemos un rato para nosotros nos divertimos como si fuésemos novios, y tenemos nuestras peleas... Estuvimos prácticamente un mes y medio separados dentro de la misma casa, y después volvimos con más fuerza, pero siento que no se le puede poner el título de crisis. Siento que crisis es otra cosa. Nosotros estamos aprendiendo juntos a maternar y a paternar a la par...”.
Paula Chaves y su sueño cumplido: ser madre
En un ida y vuelta con su pasado, Paula Chaves recordó preguntas que le hacían sobre cuáles eran sus sueños y anhelos: “Yo desde el día número uno quise ser mamá, siempre tuve eso de querer maternar, estar embarazada y tener bebés y hoy tengo tres... Todo lo que se fue dando en el laburo, con la moda, con el Bailando que fue en el 2010, hace catorce años, fue todo como muy rápido".
Y prosiguió: "Todos los ciclos fueron pasando de un escalón al otro sin planearlo, me fueron sorprendiendo, se dio todo tan rápido, tan maravilloso, tan mágico y pasó. Y hoy por hoy me encuentro en un momento de mi vida, que me encanta, que miro para atrás y digo guau, todo lo que hice, todo lo que me queda por hacer y estas tres personas que salieron de adentro mío, que yo las cociné y las tuve acá adentro y ahí los veo siendo tres niños y no lo puedo creer. El paso del tiempo es un flash".
Respecto a su relación con la maternidad, Paula aseguró estar enamorada de ello, pero hizo un planteo firme: “No hay que romantizar la maternidad. Me parece que nos falta un poco más hablar de ese lado B en el que todo también es súper difícil. Siendo mamá te encontrás con las peores sombras y las peores cosas que puedas tener ocultas. Si la maternidad te atraviesa, un hijo viene a destapar y a sacarte todas las capas de la cebolla para que digas "bueno, rompete y nacé de nuevo junto con tu hijo". Y eso fue que siento lo que me pasó a mí con cada bebé”.
Los miedos de Paula Chaves vinculados a la maternidad
Consultada sobre aquellas cosas que mayor temor le provocan, la modelo apuntó a situaciones vinculadas a sus hijos: “Miedos vas a tener desde el día que nacen hasta... Es el miedo eterno porque al principio tenía miedo de la cuna, de que se me ahogue con el reflujo, de que el huevito, que si le pasa algo... Cuando sea más grande es si vuelve del boliche, dónde está, quién está manejando, si tomo...”.
En ese sentido, remarcó como el paso del tiempo la llevará a afrontar nuevos desafíos: “Ya estoy con Oli que va a cumplir 11 años y encima viene todo como muy rápido. Yo empiezo a ver como signos de preadolescencia que digo yo las tenía capaz que los 15 y mi mamá como que me espera así, en el sillón, con una copa de vino mirándome como diciéndome ‘ah, llegaste, a ver así te quería encontrar a vos’, le veo como una cosa ahí todo lo que me quiere decir pero bueno, nada, está buenísimo”.
Además, se refirió a las diferencias entre cada hijo y los parecidos con ella y con Pedro: “Filipa, que es la tercera, va a cumplir cuatro años, me agarró un poco más relajada pero al mismo tiempo ella también es otra, cada uno tiene una personalidad muy distinta. Balthazar, el del medio, es el más parecido a mí. Dicen que con el hijo con el que más chocás (en el buen sentido), con el que más ahí rispideces tenés, es el que más se parece a vos. Y muchas veces me encuentro diciéndole cosas a él y en realidad me las tengo que estar diciendo yo. Son un espejo nuestro los hijos. Igual creo que todos tienen un poco de los dos. O sea, en personalidad Oli puede ser más parecida a mí, Balthazar -en personalidad- puede ser un poco más parecido a Pedro pero tiene mucho de mí también. Es como que vas encontrando un poco y van cambiando mucho también, como que van mutando. Y esto de criar... Es una responsabilidad enorme tener que criar tres seres humanos e inculcarles buenos valores y cosas lindas”.