¿Adónde quedaron los after que terminan a cualquier hora y vivir arriba de un avión? No digamos que se aburguesó, pero Paris Hilton (43), madre de London y Phoenix (por vientre subrogado), fruto de su relación con el millonario Carter Reum (43), hoy vive la vida un tanto más desaceralada.
Aunque siga protagonizando DJ sets y haya lanzado hace muy poco su nuevo disco, que cuenta con una colaboración con María Becerra (Without Love), la heredera hotelera (es bisnieta de Conrad Hilton, el magnate fundador de la cadena) disfruta un poco más que antes de estar lejos de los flashes.
Ni hablar lo archivadas que quedaron sus postales de party animal junto a Britney Spears y Lindsay Lohan. Al menos así se imagina cumplidos los 50: “Mi mamá siempre me decía: 'Paris, lograste muchas cosas, ahora tenés que relajarte y disfrutar de todo lo que obtuviste en estos años’”.
La reina de los realities, incluido el de su exasistente personal Kim Kardashian, ha hecho un emporio alrededor del género. Basta recordar el icónico A simple life (2003-2007), junto a Nicole Richie, con quien satirizaba su vida de niña rica en medio de la vida rural. A más de veinte años de ese hito de la cultura pop, la modelo, actriz y empresaria estrena en Latam Paris in Love, la serie que muestra el lado B de la intimidad de su boda de tres días con el padre de sus hijos (11/11/21).
¿Qué pasa hoy con la socialité que antes creía que las amigas que volvían a sus casas con marido e hijos eran unas “tontas”? “Hoy soy una de esas personas aburridas pero no podría ser más feliz”, lanza Paris, quien definitivamente volvió a creer en el amor y está más que orgullosa de ser parte de la vida de hogar, allí donde aún nadie duerme muy bien y en la que todas las poses posibles son rodeada de mamaderas y pañales.
“Paris in Love es muy diferente a cualquier cosa que haya hecho antes. En otros proyectos estaba haciendo un personaje, me estaba divirtiendo y, obviamente estaba viajando”, dice con una sonrisa. O añorando tiempos pasados, nos preguntamos en silencio.
–…¿Y esta vez?
–En esta serie todo se trató de estar en mi casa de Los Ángeles y con mi familia. Era la primera vez que todos hacíamos algo juntos, así que te juro que fue muy divertido de capturar.
–Si bien la mayor parte del tiempo de tu vida pública la has pasado frente a una cámara, abrir las puertas de tu casa supongo que fue desnudarte un poco, ¿verdad? ¿Cómo surgió la idea?
–Cuando empecé a trabajar con mi productora, Slivington Manor Entertainment, también se inició un proceso en el que hablaba con mi equipo sobre qué proyectos podíamos realizar.
Luego, hablé con mi esposo, Carter (Reum), y pensé que, como mi documental This Is Paris terminaba de una manera completamente diferente en cuando a mi vida romántica, quería que mis fanáticos vieran que encontré mi final feliz en una nueva serie documental.
–Para poder compartir esa Paris radiante con el mundo sin dudas tenías que convencer a tu marido. ¿Cómo hiciste para lograr que diga que sí? (R.d.R: Es empresario y no le gustan mucho las cámaras)
–Toda la experiencia fue definitivamente nueva para él, es un empresario muy serio que además viene de una ciudad muy pequeña, no estaba acostumbrado a las cámaras y a estar en el centro de la escena. Eso fue algo nuevo para él, pero al mismo tiempo sabía que yo tenía muchas ganas de hacer esta serie, comprendía lo importante que era esta producción para mí.
–Digamos que manifestaste ese sí y te terminó ayudando.
–(Risas) Me ama mucho y me entiende, pero sí, lo cierto es que estuve un tiempo intentando convencerlo de aparecer frente a una cámara y de habituarlo a la idea de que iba a ingresar un equipo de filmación a nuestra casa. ¡Eso fue lo más complicado!
–¿Cómo decidiste qué mostrar y qué reservar de todo el material que tenías?
–No todo pudo ser mostrado, había muchas horas de material grabado, especialmente de la boda, porque duró tres días. Filmamos muchos momentos increíbles, mágicos y románticos que podrían haberse incluido, la boda misma podría haber durado 10 episodios.
De todos modos, intenté dejar casi todo lo que filmamos, porque eran registros de instantes muy especiales con mi familia.
–¿Cómo definirías a Carter?
–Él es mi alma gemela, no se parece a nadie a quien haya conocido. Es la primera persona a la que le brindé mi total confianza, a quien dejé entrar completamente a mi corazón.
Es mi principal sostén y siempre me hace sentir bien, me hace sentir segura. Es maravilloso poder sentir lo que es realmente el amor, no lo había experimentado nunca. Carter es totalmente opuesto a lo que estaba acostumbrada cuando buscaba una pareja. Es una muy buena persona.
–¿Te sentiste muy estresada antes de la boda?
–Creo que fui una novia muy tranquila considerando que hay muchas “bridezillas” que se ponen muy nerviosas con los preparativos. En ese sentido, pienso que me mantuve muy relajada.
En el momento en que quizás me estresé un poco fue cuando tuve que hablar con mi mamá y con Carter porque a veces tenían opiniones muy distintas sobre cómo planear y llevar a cabo las cosas.
Pero incluso en esos instantes dejé que ambos se ocuparan, que planearan ellos, y me mantuve al margen. Eso me facilitó muchísimo toda la parte de la organización de la boda.
–¿Cómo fue tu trabajo como productora de la serie, el estar detrás de cámara?
–Todo se trataba básicamente de filmar mi vida, estaba constantemente viajando, entonces la parte más compleja fue la de organizar mi cronograma, decidir qué momentos de mi vida iba a filmar, y hacia dónde íbamos a ir con todo el equipo de rodaje, con los camarógrafos, porque nos movíamos constantemente.
Finalmente, elegí los instantes clave y, como la serie se llama Paris in Love, la atención tenía que estar puesta en la boda y en los instantes previos, porque planear un casamiento tiene muchos aspectos que tenía ganas de mostrar.
–¿Cómo ayudó el rodaje de esta serie a relacionarte con tu mamá (Kathy Hilton)?
–En las últimas dos décadas me la pasé arriba de un avión la mayor parte del tiempo. Entonces, cuando nos juntamos para filmar esta serie logramos pasar más tiempo la una con la otra, hacía muchos años que eso no sucedía.
Vivimos momentos de mucha unión en los que me abrí y en los que le conté cosas que nunca le había dicho sobre situaciones de mi adolescencia (N.d.R.: incluidas las situaciones de abuso que sufrió que, según dijo, también influyeron en que no pudiera poner el cuerpo a la hora de ser madre). Esta serie nos ayudó a ambas a sanar mucho.
–¿Qué consejo te hubieses dado a vos misma antes de empezar a filmar la serie?
–Me hubiese aconsejado no estresarme en el camino hacia mi boda, disfrutar del momento, vivir el presente. Ese consejo me gustaría dárselo a todas las novias. Es tu día, disfrutalo y no te preocupes por lo que puedan llegar a estar pensando los demás. Todos están allí por vos.
Esos tres días se pasaron muy rápido para mí, quizá me hubiese gustado sentarme, relajarme más y mirar todo lo que estaba pasando. De todos modos, amé mi casamiento, fue increíble, pero también estaba pensando en demasiadas cosas. Al final del día, terminó saliendo todo perfecto, fue un casamiento similar a un cuento de hadas, completamente mágico.
–¿Qué es lo que ayudó hacerlo un cuento de hadas, además del presupuesto?
–Lo más emotivo para mí fue que desde muy pequeña siempre quise casarme en la finca de mi abuelo y el haber podido realizar la boda ahí fue muy emocionante para mí. Fue todo muy especial. Fue una boda épica con familiares y amigos acompañándome en momentos que voy a recordar toda la vida.
–¿Qué sensación te dejó la posibilidad de filmar tu vida?
–Fue un proceso muy sanador después de muchos años difíciles. Ahora puedo ser una empresaria seria cuando estoy trabajando, pero también seguir manteniendo mi espíritu lúdico.
–¿Qué es lo que Paris nunca perdió de su esencia?
–Soy una persona divertida con una personalidad muy aniñada, creo que eso nunca lo perdí.
–¿Cómo te imaginás que será tu vida dentro de diez años?
–Yo quiero simplemente disfrutar la vida con mi familia, ser una persona normal. Mi mamá siempre me decía: “Paris, trabajaste mucho, lograste muchas cosas, ahora tienes que relajarte y disfrutar de todo lo que obtuviste en estos años”.
Creo que finalmente siento que por primera vez estoy construyendo mi vida y que realmente estoy viviéndola.
–Antes de que nos hagan cortar, ¿cuál fue tu mayor búsqueda en Without Love (tema incluido en el álbum Infinite Icon), que hiciste en collab con Maria Becerra?
–Es una colaboración hermosa, producida por Sia, con Maria Becerra como invitada… un tema muy sentido que le quise dedicar a la comunidad LGBTQIA+ porque… no hay vida sin amor. Y espero que lo estén disfrutando y bailando mucho.
No solo la “Nena de Argentina” la sedujo. Siempre terminamos encantando a Paris. Desde cuando la contratan para pasar música en Punta del Este y se divierte capturando ella misma a los paparazzi de este lado del charco, a cuando se vuelve loca por… ¡prendas hechas en estas tierras!
Como el bolso color rosa con la leyenda “sliving” (slaying="matando", mezclado con ‘viviendo lo mejor de mi vida’; una suerte de "brutal" de Moria Casán) y una campera bordada llena de brillitos, con su nombre, por supuesto, diseñadas por otro talento criollo, la diseñadora Noelle Fraerman (@noelle.ok).
–¡Irían perfecto con tu vestidor! –alcanzamos a decirle cuando recapitulamos el capítulo estilo casi en el gong.
–¡Me volvieron loca! That’s hot (responde con una de sus frases más icónicas que, lógico, también está incluida en el Urban Dictionary).
Fotos: Universal+. Agradecemos a Boca PR.