Alberto Cormillot (84) es una de las voces más buscadas para hablar de su experiencia en la crianza de su bebé Emilio (1), además de la convivencia y la división de tareas del hogar con Estefania Pasquini (37), su esposa.
Lo cierto es que la paternidad a los 80 y pico empieza a ser una realidad entre algunos famosos referentes: además del médico, Hollywood tiene su propia versión con Al Pacino y también con Robert De Niro.
En este contexto, fue consultado por algunos consejos para el actor, que recibirá a su cuarto hijo en pocas semanas. Para empezar, confesó que la primera vez que tuvo el DNI de Emilio en sus manos fue cuando empezó a pensar en la cercanía de la muerte. "Es difícil, porque hago más cosas ahora que a los 40", expresó sobre su sentir.
Además, el médico aclaró los tantos respecto al rango de edad con su pareja: "Nosotros tenemos 48 años de diferencia. Es muy grande. La gente que no nos conoce puede sentir la diferencia. Una vez que estás con nosotros, te das cuenta que estás con una pareja como cualquier otra".
En el caso de Al Pacino y su novia, Noor Alfallah, la distancia entre las edades es aún mayor: 54 años. En otra entrevista, Cormillot había bromeado con que el actor es mucho más grande que él... por cuatro meses.
El bebé en camino se trata del primer hijo de la joven novia de Al, mientras que él ya es padre de Julie, que tiene 33 años, y de los mellizos Olivia y Anton, de 22.
Pero respecto a la crianza del bebé, Cormillot aseguró que tuvo una conversación muy seria en la que aceptó que habría cosas que él no podría hacer. Y reveló que es habitual que los domingos arranque él el ritmo de la casa. "Ordenar la mesa, limpiar el piso, los platos, la cocina, preparar el desayuno, cosas que antes nunca había hecho", admitió.
Con honestidad, agregó: "No lo puedo tener en brazos de la misma forma que lo tiene una persona más joven, eso es cierto". Así que parece que, desde su perspectiva, la manera ideal para que una familia funcione es apostar al diálogo y a la sinceridad. También mencionó que -más allá de la edad- nadie tiene la vida comprada, y dejó en claro ue si hay algo que reina en la vida es la incertidumbre.
Y sumó sus intenciones para el futuro: "Yo tengo que vivir 104 años para verlo recibir un diploma, por supuesto es un deseo, no lo estoy afirmando, pero mi viejo vivió hasta los 95 años (habiendo hecho todo mal hasta los 75) y mi vieja hasta los 87, así que tengo buenos genes, lo cual no te asegura nada".