El fármaco de moda, al que todas las celebs sucumben para lograr entrar en vestidos en tiempo récord, está en el centro de la polémica. El Ozempic, indicado inicialmente para tratar Diabetes tipo 2, que desabastece farmacias y Elon Musk y Oprah Winfrey calificaron como “el avance científico del año”, en algunos casos permite adelgazar hasta un 17%. Pero su uso fuera de la indicación médica y sin controles ha generado preocupaciones.
Mientras la OMS (Organización Mundial de Salud) aún no se ha pronunciado sobre las inyecciones que tienen a todo Hollywood sumido en la adicción, se sabe que su uso sin control médico puede ser peligroso debido a sus posibles efectos secundarios. Entre ellos, se destacan: “problemas renales y gastrointestinales, pancreatitis, hipoglucemia y hasta riesgo de tumores tiroideos”.
El efecto adelgazante de la droga antidiabética se viralizó gracias a Kim Kardashian, quien reconoció haber usado este fármaco para bajar ocho kilos en tres semanas para “entrar” en el vestido-reliquia que perteneció a Marilyn Monroe y lució en la MET Gala 2022. Y la tendencia no tardó en escalar.
No es noticia que el uso de estos fármacos se banalizó, promoviéndolo como una suerte de "solución mágica" para perder peso sin considerar sus implicancias ni los posibles efectos secundarios que puede generar su uso inadecuado. Además, la viralización del tema sin información terminó trivializando el manejo integral que requiere una enfermedad compleja como la obesidad.
Qué dicen los expertos y cómo se usa el Ozempic en Argentina
Para entender cómo funciona esta medicación que algunos ya consideran un hito comparable a lo que significó el Prozac contra la depresión o el Viagra ante la disfunción eréctil y para desterrar mitos y dudas, Revista GENTE acudió a Virginia Busnelli (MN 110351), médica especialista en nutrición con orientación en obesidad.
“Lamentablemente, la popularidad de los fármacos antiobesidad ha perpetuado la mirada simplista que los ve sólo como una técnica para adelgazar. Sin embargo, hoy sabemos que las drogas aprobadas para el uso crónico son seguras y efectivas en el tratamiento de la enfermedad”, plantea Busnelli. Y aclara: “Estos medicamentos ofrecen una herramienta clave en el manejo integral de la obesidad”.
Tal como plantea la especialista, fármacos como Liraglutide y Semaglutide, inicialmente desarrollados para tratar la diabetes, “imitan la función natural del GLP-1 en el cuerpo, promoviendo la saciedad y un mejor control glucémico. Sin embargo, su popularización como técnicas para adelgazar ha generado un uso irresponsable, centrado en la estética y sin la supervisión médica adecuada, lo que puede llevar a efectos adversos”.
Busnelli explica que esta medicación se descubrió inicialmente para el control de la glucosa en sangre y para el tratamiento de la diabetes. Y continúa: “Durante su uso, se observó que también favorecen la pérdida de peso, lo que los convierte en una herramienta efectiva para tratar tanto la diabetes como la obesidad”.
Estos fármacos, subraya la médica, "siempre bajo estricto control médico ayudan a reducir la ingesta al aumentar la saciedad, disminuir el hambre y generar un mejor control glucémico”.
Cuál es la dosis recomendada, bajo estricto control médico
“El primer fármaco aprobado fue la Liraglutide (su nombre comercial es Saxenda), con una dosis de 3 mg y aplicación diaria. Semaglutide (conocido como Ozempic), por su parte, es un análogo del GLP-1 de acción prolongada, de aplicación semanal, aprobado recientemente para su uso en obesidad en nuestro país en la dosis de 2,4 mg”, detalla Busnelli. Y analiza por qué generan controversia: "El problema central es que la mirada reduccionista, enfocada sólo en la belleza y la estética, generó su uso indiscriminado y sin el adecuado control por parte de profesionales de la salud".
La experta en nutrición destaca que la aparición de estos fármacos “representan un gran avance en el tratamiento de personas con sobrepeso y obesidad, mejorando su esperanza de vida y reduciendo el riesgo de muerte por causas cardiovasculares”. Y que son muy efectivos “con correcta indicación, prescripción y acompañamiento médico”.
En relación a la popularidad de esta medicación, Busnelli resalta que “es una pena que se utilicen fuera de contexto sólo para perder unos kilos y que se difundan efectos adversos por su mal uso”. Y plantea: “Es esencial que la población comprenda que la obesidad es una enfermedad crónica y compleja que debe tratarse con todos los recursos disponibles, incluidos los fármacos, tal como ocurre con cualquier otra enfermedad”.
En relación a la disponibilidad de estos fármacos en Argentina, Virginia Busnelli detalla: "Actualmente contamos con la aprobación de Semaglutide en la dosis de 2,4 mg para el tratamiento de la obesidad, pero esta dosis aún no está disponible en farmacias. Lo que se encuentra disponible son dosis inferiores, que están indicadas para el tratamiento de la diabetes".
Acerca del mal uso de estos fármacos, la médica especialista en obesidad sostiene que "el problema surge cuando se utilizan fuera de las indicaciones, en dosis incorrectas o sin el conocimiento necesario sobre cómo realizar las titulaciones, progresiones o el seguimiento adecuado de los pacientes".
Por eso, Busnelli insiste que "es fundamental un manejo responsable y supervisado por profesionales de la salud. Así como el tratamiento en equipo con el resto de los profesionales de salud para abordar la alimentación, el ejercicio y la salud mental".
De insulina a Ozempic: cómo una farmacéutica danesa revolucionó el tratamiento de la obesidad y la diabetes
A finales de 2017, la farmacéutica danesa Novo Nordisk obtuvo la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para el uso de semaglutida, comercializado como Ozempic, en el tratamiento de la diabetes tipo 2 en personas con obesidad. Este avance marcó un hito, ya que la molécula, un agonista del receptor del GLP-1, demostró no solo mejorar el control glucémico, sino también reducir significativamente el peso corporal, lo que abrió la puerta a su uso en el tratamiento de la obesidad.
Desde entonces, Novo Nordisk se consolidó como una de las empresas más valiosas del mundo, con una capitalización bursátil en constante crecimiento y perspectivas de expansión global, aprovechando la demanda creciente por tratamientos más efectivos y menos invasivos para la obesidad.
No es casualidad que este avance provenga de Novo Nordisk, una empresa con una larga trayectoria en la lucha contra la diabetes. Fundada en 1923 por August Krogh y su esposa, Marie Jørgensen, quien padecía diabetes, la compañía nació con la misión de mejorar el acceso a la insulina en los países nórdicos.
Desde entonces, Novo Nordisk se ha convertido en un referente mundial en el tratamiento de esta enfermedad, desarrollando una serie de innovaciones terapéuticas que han transformado la vida de millones de personas. Hoy, Ozempic no solo es un éxito en el mercado de la diabetes, sino también una esperanza para el tratamiento de la obesidad, una enfermedad crónica y compleja que afecta a más del 13% de la población mundial.
Arte de portada: Silvana Solano.
Fotos: Fotonoticias y redes sociales