Christina Onassis (1950-1988) padecía de ansiedad, trastornos alimenticios y depresión, producto de su obsesión por las dietas. Tomaba una bebida cola de las chiquitas por hora, ingería medicamentos para bajar los efectos de la cafeína y, a pesar de tenerlo todo, se sentía vacía.
En sus últimos años, la socialité de origen griego e hija de Aristóteles Onassis, encontró consuelo en Argentina, donde desarrolló una estrecha amistad con Marina Dodero. A través suyo, conoció a Jorge Tchomlekdjoglou, hermano de la socialité porteña y empresario textil quien le hizo sentir en el último tiempo que la vida podía valer la pena.
La relación floreció rápidamente, y la pareja planeaba casarse durante la Navidad de 1988. Pero la tragedia lo impidió. Christina fue encontrada muerta el 19 de noviembre de 1988 en la residencia de los Dodero en el Tortugas Country Club.
Tenía solo 37 años. Oficialmente, se habló de un edema pulmonar, pero la combinación de medicamentos y el desgaste físico generado por sus exigentes dietas hipocalóricas dejó pocas dudas: su cuerpo no resistió más.
Dos meses antes de su muerte, Christina Onassis había bajado más de 20 kilos. Los testimonios de quienes la vieron en sus últimos días describen a una mujer frágil, agotada y cada vez más dependiente de los fármacos. Sus estadías en clínicas europeas para perder peso se habían vuelto más frecuentes y sus médicos advertían sobre el peligro de sus hábitos.
Jorge quedó profundamente afectado por su fallecimiento. Se comprometieron poco antes de la muerte de Christina: tenían planes de construir una casa en Buenos Aires y otra en el country club Tortugas. Marina recordó que Christina "sentía que este era su lugar en el mundo y que nosotros éramos su familia".
“Sí, nos íbamos a casar”, le dijo Tchomlekdjoglou a GENTE en un reportaje exclusivo desde Atenas. Jorge nunca se casó y falleció en esa ciudad el 23 de abril de 2019, a los 73 años.
Las obsesiones de Christina, en palabras de su último amor, Jorge Tchomlekdjoglou: "Ella tenía una vida fantástica que nunca vivió”
Conmocionado por la muerte de su amada, Jorge Tchomlekdjoglou reveló en diálogo con este medio detalles hasta entonces desconocidos sobre la vida de Christina.
"Estaba bajando casi medio kilo por día. Quería también operarse de la barriga y las piernas. Estoy seguro de que después de un tiempo nadie la hubiera reconocido. Se estaba poniendo muy linda", sostuvo el hombre con el que hasta planeaba tener un nuevo hijo (ella ya era madre de Athina Onassis, fruto de su relación con Thierry Roussel).
"Ella tenía que recuperar sí o sí el terreno perdido. Ella tenía una vida fantástica que nunca vivió. Nunca gozó de esta vida", compartió su último amor entre lágrimas.
Contó que ella le escribía largas cartas. En una de ellas le había escrito: “Oro –era así como lo llamaba a él–, nunca vas a tener a nadie en la vida que te ame como yo. Y sólo te darás cuenta cuando sea demasiado tarde”. En sus escritos Christina reconocía que se ponía “filosófica” y que era “fatalista”. Además, le ofrecía como prueba de amor “adelgazar como una loca”.
Christina Onassis en el recuerdo de Jorge: “Yo quiero que digas que era una reina”
“Yo quiero que digas que Christina era una reina. Una reina con categoría, nunca quiso hacer ostentación de su dinero. No es cierto que estaba mal. Estaba muy feliz en la Argentina”, dijo Jorge (por entonces de 42 años) ante el grabador de GENTE sin entender del todo la fatalidad que lo había separado de su amada, pero también de su mejor amiga.
El encuentro fue en la suite 302 del hotel Grande Bretagne de Atenas. “¿Por qué, por qué murió”, repitió innumerables veces durante la charla. Al definir su vínculo con Christina, sostuvo: “Éramos almas gemelas. Y eso es lo que a mí me duele. Encontré a mi alma gemela y se me muere en el momento menos oportuno. Íbamos a casarnos”.
“Realmente me quiso y realmente la quise. Y es muy difícil que los griegos –como eran ambos– abran el corazón muy ampliamente. Hablábamos el mismo idioma, teníamos exactamente los mismos gustos, los mismos dolores, las mismas alegrías”, relató Tchomlekdjoglou cuando se le preguntó cómo había sido amar a Christina.
Quién era Jorge, a quien conocía de toda la vida, y el desesperado pedido de ayuda de Christina
Jorge era empresario textil, había estudiado administración de empresas y economía en Argentina y en Estados Unidos. Nunca se había casado. Tanto lo acongojaba no haberlo podido cumplir que en la entrevista lanzó: “Ya a los 42 años encuentro a la mujer de mi vida y se muere… Es una maldición”.
Tchomlekdjoglou y Christina se conocían “desde siempre”, ya que los padres de ambos eran amigos. “Más que amigos” habían comenzado a ser recién en los últimos meses. Los viajes y los lugares de residencia no ayudaban. Ella estaba en Europa y Jorge vivía en Argentina. Cuentan que apenas lo vio, Christina le dijo a su amiga Marina: “Me gusta realmente este hombre”.
“Ella tenía sus cosas. Sufrió una depresión muy grande hace unos años. Después de que llegó Thierry (Roussel)… la hizo adelgazar”, confesó Jorge durante esa entrevista. Y enseguida reflexionó acongojado: “Tenía todo, pero ese era su problema. Nadie le dio afecto porque creían que era la gran Onassis. Y ella en el fondo era una mujer con corazón”.
También confesó que durante su último viaje a Argentina –ella había vuelto el 6 de noviembre de 1988– la mujer de su vida le había dicho: “Quiero ser una persona. Ahora dame esa oportunidad. Ayudame”.
Qué pasó la última noche con vida de Christina Onassis
Ese último viernes con vida, llegaron tarde a Tortugas, cenaron y caminaron tomados de la mano durante dos horas. También visitaron una capilla. “Pasaban algunos autos y yo le dije: ‘Bueno, tenemos que volver. Sos Christina Onassis y está pasando un montón de gente’. De repente dijo que tenía calor y que no sabía como vestirse. Pobrecita, se ve que ya no se sentía bien y yo no me di cuenta”, recapituló Jorge.
Según contó, ella quería seguir despierta para ver el amanecer. “No entendía que el sábado nos despertábamos tarde. Quería seguir charlando y yo me moría de sueño”, continuó. Cuando llegaron a la casa, Christina se sacó el sweater que llevaba, se puso algo más liviano y dijo que se iba a bañar, pero a Eleni, la ama de llaves, le aseguró que no la necesitaba. “Ella solía acompañarla cuando tomaba baños, pero se ve que por discreción y porque pensaba que Christina quería quedarse conmigo, se fue a dormir”, relató Jorge.
Al otro día, eran los 9 de la mañana y Christina no aparecía. “Eleni pensaba que estábamos juntos. Ya a las 10 con Marina decidieron ver qué pasaba”, continuó. Jorge dormía en otra parte de la casa y su sobrina apareció a los gritos diciendo: “Se ahogó Christina”. “El resto ya lo conocés”, le dijo a la periodista Danielle Raymond.
Fotos: Archivo Grupo Atlántida
Compilación de material: Gustavo Ramírez
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